¿A quién no le gusta dormir en una cama limpia y fresca? No hay sensación más placentera que deslizarse entre unas sábanas suaves y sin arrugas, ¿verdad? Para lograrlo tendrás que poner en práctica la técnica más efectiva para plancharlas, tanto la encimera como la bajera ajustable que, al llevar gomas elásticas en las esquinas, añade dificultad a la tarea.
El primer paso: tenderlas con método
Tender la ropa de la forma correcta es el primer paso que has de dar para planchar las sábanas y lograr que queden muy lisas. Para empezar es importante que las tiendas nada más terminar el ciclo de lavado para que se arruguen lo menos posible.
Colócalas totalmente estiradas en las cuerdas del tendedero, y recógelas cuando se hayan secado o incluso un poco antes. En caso de que dispongas de una secadora, prográmala para que no se sequen del todo. Así los tejidos sufren menos y será más fácil y rápido plancharlas.
Una tabla a la altura
Además de una plancha adecuada, preferiblemente con función vapor, necesitarás una tabla de planchar ergonómica, que puedas regular en altura para colocarla en la posición más adecuada para ti. También tiene que ser lo suficientemente grande, ya que si es muy pequeña no podrás planchar las sábanas correctamente (o te costará mucho más trabajo).
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Cuando la vayas a utilizar, fija la altura de la tabla en función de tu estatura. Hazlo de forma que puedas colocar sobre ella tus manos sin tener que doblar la espalda ni tampoco los codos. De esta manera podrás planchar más cómodamente y evitarás los dolores de espalda. También es buena idea colocar un pequeño escalón o un reposapiés para ir colocando primero una pierna y después la otra. Así te cansarás menos.
Si no dispones de una tabla de planchar, entonces tendrás que buscar una superficie apropiada sobre la que hacerlo. Puede ser una mesa o la encimera de la cocina. Lo importante, además de que esté a la altura adecuada, es que protejas bien la superficie para no deteriorarla con el calor. Hazte con una manta específica de planchado: la capa superior es de algodón, y además de ser muy gruesa, lleva una capa de silicona resistente al calor, así como una base antideslizante para que no se escurra al planchar. Es la alternativa perfecta a las tablas tradicionales.
Elige la temperatura adecuada
Las planchas más modernas del mercado (y los centros de planchado) seleccionan de forma automática, en función del tipo de tejido, la temperatura y el vapor que necesitan para conseguir los mejores resultados. Si no dispones de un electrodoméstico con tecnología tan avanzada, tendrás que establecer tú mismo la temperatura, en función de las prendas que vas a planchar o, en el caso de las sábanas, del tejido en cuestión. En este sentido, te vendrá bien leer las etiquetas ya que indican cómo debes lavarlas y plancharlas.
- Las sábanas de tejidos naturales, como el algodón o el lino, necesitan plancharse a una temperatura elevada para quedar bien.
- Si son de seda, la plancha ha de estar solamente templada.
- Si están confeccionadas con fibras sintéticas debes plancharlas a baja temperatura. Este tipo de tejidos, a pesar de que no son tan frescas y transpirables como los naturales, tienen la ventaja de que se arrugan mucho menos.
La función de vapor de la plancha te ayudará mucho a la hora de realizar la tarea. Utilízala, sobre todo, para eliminar las arrugas más marcadas.
Apuesta por la calidad
A la hora de elegir la ropa de cama lo más importante es decidirte por sábanas de calidad, que te hagan disfrutar de la mejor experiencia al dormir. De hecho, es preferible contar con pocos juegos pero buenos que tener muchos y peores.
Para elegir el tipo de tejido, has de saber que los naturales (como el algodón o el lino) resultan frescos y cómodos, además de duraderos y fáciles de lavar. Eso sí, se arrugan bastante y plancharlos será más difícil. Por otro lado, los tejidos sintéticos (normalmente de poliéster mezclado con algodón) son menos transpirables pero se secan antes y, sobre todo, se arrugan poco, con lo que se reduce considerablemente el tiempo de planchado y la dificultad. Hay que tener en cuenta estos factores para elegir bien la ropa de cama.
Una técnica infalible
Para conseguir que tus sábanas queden perfectamente planchadas es importante que trabajes siguiendo una técnica efectiva. Comienza por doblarlas a la mitad, y después vuelve a doblarlas de nuevo por la mitad. Así resultan mucho más manejables y podrás extenderlas de forma fácil sobre la tabla de planchar. Repásalas por un lado y después por el otro. Conviene que planches la ropa de cama ligeramente húmeda, ya que te resultará más sencillo dejarlas lisas y sin arrugas. Si se han secado, puedes humedecerlas con un vaporizador de agua.
La sábana bajera impecable
La dificultad añadida de las sábanas bajeras ajustables son las gomas elásticas que tienen en las esquinas y que permiten un ajuste perfecto a la hora de colocarlas sobre el colchón. Sin embargo, planchar y doblar las bajeras se puede convertir en una tarea compleja y tediosa. Para facilitarla al máximo debes repasar primero los laterales y después las esquinas (colócalas sobre el lado más estrecho de la tabla de planchar). Dobla la bajera por la mitad e introduce unas esquinas dentro de la otras. Así lograrás que te queden perfectas.