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Claves para pintar los suelos de madera de tu casa

Quedarán como nuevos y mucho más decorativos


9 de julio de 2020 - 17:47 CEST
© Annie Sloan

¿Tus suelos de madera están viejos y estropeados pero no contemplas la opción de cambiarlos? Aquí tienes una solución alternativa a tu alcance: pintarlos para renovarlos por completo. Puede que te parezca una tarea muy compleja para tus habilidades de bricolaje, pero en realidad es bastante asequible y fácil, aunque conlleve un cierto trabajo. Lo importante es que, una vez hayas terminado, tus suelos quedarán como nuevos y le habrás dado a la decoración un aire único.

 

Un mundo por descubrir

De entre todos los materiales que podemos elegir para revestir los suelos de nuestra casa, la madera destaca por su belleza, su naturalidad y, sobre todo, por la calidez que imprime a los espacios. Sin embargo, es un material delicado que sufre con el paso del tiempo y el uso cotidiano. Ahora te proponemos una forma de renovarlo con pintura, una técnica repleta de ventajas. Una de las más importantes es que se pueden realizar un sinfín de efectos diferentes, capaces de cambiar por completo el resultado final. Puedes pintar el suelo de blanco, apostar por las tonalidades de la madera, por colores vivos o por patrones geométricos. Tú decides.

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© Ikea

Efecto total white

Elegir el color blanco para renovar tus suelos de madera es una opción que siempre funciona. Aporta luminosidad al espacio y le dará a la decoración un aire más ligero, por lo que es una idea especialmente adecuada para habitaciones pequeñas. Solo tendrás que pensar que los suelos blancos necesitan una limpieza y mantenimiento bastante exigente, ya que la suciedad será mucho más evidente que en los pavimentos oscuros.

© Leroy Merlin

Apuesta por el diseño

A la hora de pintar los suelos de madera de un espacio concreto de tu casa, puedes optar por elegir un solo color o por combinar varios.

En el pasillo de la foto las tablas se han pintado en diferentes colores (azul y blanco) y se han mezclado con otras en color madera. El resultado es muy interesante y demuestra que hay todo un mundo de posibilidades por explorar. Diferentes diseños, combinaciones de colores y acabados, técnicas de pintura decorativa… Los suelos se convierten en el lienzo perfecto para desarrollar la creatividad.

El único requisito es proteger el resultado con el barniz adecuado para una mayor duración en el tiempo.

© Annie Sloan

Tipos de pintura

Existen numerosos tipos de pintura con los que puedes renovar tus suelos de madera, aunque la recomendación de los expertos son los esmaltes al agua. Resultan más fáciles de utilizar, se limpian mucho mejor y secan en menos tiempo lo cual es una ventaja. Además, hoy día existen pinturas acrílicas que ofrecen una gran resistencia y durabilidad. Por otro lado, el barniz que se aplica después ofrece la protección necesaria. En la imagen, el suelo se pintó con chalk paint de color azul intenso, y se decoró con un original efecto de salpicaduras en blanco.

© Annie Sloan

Preparar la superficie

Antes de empuñar la brocha hay que preparar el suelo de la manera adecuada. Tendrás que ir trabajando por habitaciones (en caso de que vayas a pintar el pavimento de toda la casa).

Para empezar conviene eliminar en lo posible los barnices y la suciedad de la superficie. Lo conseguirás lijando la madera y para ello necesitarás una lijadora eléctrica. Trabaja de forma ordenada, delimitando zonas. Después tendrás que limpiar a fondo el suelo para eliminar el polvo del lijado, fregando con agua jabonosa y una bayeta.

 

Un consejo

Evita usar productos químicos agresivos como la lejía, por ejemplo, ya que pueden dejar residuos que después afecten al acabado de la pintura.

© Leroy Merlin

Antes de pintar

Una vez tu suelo esté bien limpio y seco, llega el momento de pasar a la acción. Comienza por aplicar un sellador al agua. Se trata de una imprimación que cerrará el poro de la madera y alisará la veta, consiguiendo así que la pintura que apliques después tenga una mayor adherencia. Ya puedes comenzar a pintar el suelo del color que hayas elegido, utilizando brocha o rodillo.

 

Un consejo

Acoplar a la herramienta (sea brocha o rodillo) un mango extensible te ayudará a realizar el trabajo sin que tu espalda sufra demasiado.

© Farrow&Ball

Con orden y concierto

Para pintar con éxito el suelo de tu casa es importante seguir un método determinado. No conviene hacerlo a lo loco porque puede resultar un desastre. Comienza por recortar los bordes de la habitación, aplicando la pintura con una brocha estrecha en los cuatro lados y esquinas.

 

Un consejo

Protege los rodapiés con cinta de enmascarar para evitar manchas. Es mucho más fácil que tener que estar limpiando después los restos de pintura.

© Leroy Merlin

Trabajo de pintor

Una vez hayas recortado con la brocha estrecha todos los bordes de la habitación, tendrás que pintar el resto del suelo. Comienza en el punto más alejado y ve trabajando hacia atrás hasta llegar a la puerta. Esto es importante para poder salir y esperar a que la superficie se seque. Aplica una segunda mano de pintura, si es necesario (si has elegido un color claro seguramente tendrás que hacerlo).

© Ikea

Un plus de protección

Para que tu suelo recién pintado ofrezca la resistencia necesaria es imprescindible que lo protejas con barniz. Lo mejor es utilizar uno incoloro que no modifique los colores. Además, puedes elegir un acabado mate o brillante. Aplica de dos a tres capas para lograr una cobertura y protección total.

Es importante dejar secar el barniz el tiempo recomendado por el fabricante antes de aplicar la siguiente capa. No tengas prisa, porque de ello dependerá el resultado final.

 

Un consejo

En general, las lacas y barnices necesitan un periodo de unos 15 días para endurecerse del todo. Aunque puedes pisar el suelo antes, procura tener cuidado de no golpearlo ni arrastrar objetos pesados durante este tiempo.