puerta corredera 13t© Sube Interiorismo

Decoración de interiores

Dónde poner, sí o sí, una puerta corredera

Será el mejor aliado estético y práctico


6 de julio de 2020 - 12:09 CEST
© Erlantz Biderbost para Sube Interiorismo

En decoración de interiores hay que aprovechar todos los recursos a nuestro alcance para lograr el resultado perfecto. Y las puertas correderas no solo son decorativas, también conceden metros. En espacios pequeños son una buena opción en numerosas ocasiones. Pero no siempre una puerta corredera es mejor que una abatible. Se trata de una idea práctica que hay que saber usar a favor del ambiente. Para saber donde sí o sí hay que poner una, nada mejor que dos estudios de interiorismo para aclarar dudas.

 

No solo por problemas de espacio

"Realmente el motivo para poner una puerta corredera es cuando hay un problema de espacio por las batidas de las puertas convencionales, aunque también por un criterio estético. Por ejemplo, las puertas correderas de cristal que dejan pasar la luz que antes no pasaba", explica Begoña Susaeta de Sube Interiorismo (https://subeinteriorismo.com). Es decir, la decisión de colocar una puerta corredera puede estar relacionada con la falta de espacio pero también puede deberse a una decisión meramente decorativa. Si aunamos ambos motivos… el resultado será de diez.

 

Desde Estepa Interiorismo (https://estepainteriorismo.com) explican que "realmente son muy útiles para todo tipo de habitación si no dispones de muchos metros cuadrados en tu casa, aunque si es verdad que con algunos matices. Lo más recomendable es colocarlas en habitaciones complementarias, donde queramos crear espacios diáfanos, pero también en otras zonas de la casa donde busquemos ahorrar espacio".

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© Pia Capdevila interiorismo, decoración y eventos

Dónde poner sí o sí una puerta corredera: en la cocina

Hay tantos casos como viviendas. Pero sí hay algunas opciones que destacan sobre otras a la hora de pensar en instalar una puerta corredera. Por ejemplo, como en este proyecto de Pia Capdevila en la cocina para ganar espaco para instalar una mesa de office que en otro caso no se podría. Cuando la hoja abierta de la cocina  resta metros en la pared que podrían aprovecharse para colocar una barra, la puerta corredera sí o sí es la opción. En las cocinas en las que los muebles quedan detrás de una puerta, también es frecuente verla porque así no hay que abrir y cerrar continuamente para acceder. Se hace más cómodo su uso.

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© Erlantz Biderbost para Sube Interiorismo

En pasillos estrechos

Una puerta corredera sí o sí, en un caso como este, hará que la circulación por un pasillo estrecho sea más fluida. Imagina una puerta abatible aquí. Hacia el interior de la estancia restaría espacio. De apertura hacia el pasillo bloquearía el paso. Así, Sube Interiorismo ideó esta composición con cristales y barrotillos en blanco tanto para el tabique como para la puerta. Una manera de dar ligereza, restar sensación de tubo y ganar luz natural.

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© BK Interior Design

En lugares donde se favorece la circulación

Como en este dormitorio proyectado por el estudio BK Interior Design. La puerta que comunica con el baño integrado en el dormitorio es un panel visto corredero sobre la pared. Estético, limpio y más ligero que un elemento que -abierto-casi rozaría con el cabecero exento. Este es otro ejemplo donde sí o sí la opción es una puerta corredera.

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© The Room Studio

Cuando se quiere tener la opción de abrir o cerrar un ambiente

Comunicar o independizar un ambiente de otro. Las puertas  paneles correderos te ayudarán a abrir por completo un espacio a otro o separarlos para que puedan actuar de manera independiente. La interiorista Begoña Susaeta recuerda que "la puerta corredera es una óptima solución aunque también es menos aislante y si va por el interior de un tabique, hay que contar con que detrás no haya detalles como instalaciones que entorpezcan su funcionamiento" y nos recuerda que "como punto negativo, está el precio. Son sensiblemente más caras, no la hoja en si, más bien el sistema para encastrar en el tabique de cartón yeso o en el ladrillo".

 

"Si queremos integrar las puertas correderas en la pared llevará un coste mayor, ya que se hace una doble pared que sumará unos gastos de albañilería al presupuesto. Optar por este tipo es una opción más cara pero permitirá no ver la puerta cuando esté abierta, así como conseguir un mayor aislamiento acústico frente a las que van sujetas externamente" detallan desde Estepa Interiorismo.

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© Morris and Co. en Gancedo

Entre habitaciones, por ejemplo…

Desde Estepa Interiorismo tienen claro que sí o sí pondrían una puerta corredera "como separación entre determinadas habitaciones, por ejemplo entre el recibidor y la entrada del salón; o dentro de un mismo dormitorio, con la idea de crear dos espacios diferentes. Por ejemplo en habitaciones infantiles, diferenciando entre la zona de juego y la zona de descanso".

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© Egue y Seta

En baños y aseos pequeños

Colocar una puerta corredera en un baño pequeño siempre hará que sea más cómodo el uso dado las reducidas dimensiones. Ten en cuenta que como orientación cuenta que una puerta corredera concede 1 metro cuadrado libre de espacio respecto a una puerta de interior abatible. Otro detalle que recuerdan desde Estepa Interiorismo es que "una puerta corredera, a diferencia de las convencionales, no se pueden abrir con el codo, con lo cual son menos ergonómicas. Por ejemplo, no sería recomendable colocarlas como puerta del lavadero, ya que normalmente llevamos las manos ocupadas con la colada o con la ropa limpia y planchada para colocarla en las habitaciones".

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© Erlantz Biderbost para Sube Interiorismo

En armario, sí o sí una puerta corredera cuando…

Si el armario es ropero y está en una habitación pequeña con muebles cerca, la puerta corredera es más cómoda de abrir sin tener que esquivar elementos que haya cerca. Si el armario está en una zona de paso entre el dormitorio y el baño, también; para evitar tener que abrir o cerrar al pasar o si hay dos amarios enfrentados y  el espacio entre ambos es de 60-70 cm. Otra situación es que el armario sea lavadero, como en este proyecto de Sube Interiorismo, oculte una cocina o la lavadora y zona de plancha. Las puertas correderas o de fuelle son una buena opción.

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© CírculoCuadrado Design

La instalación de las puertas correderas

"Si la idea es instalar una puerta empotrada, habrá que tener en cuenta la necesidad de disponer de una pared libre de instalaciones, que no disponga de tomas de corriente de luz o de agua", recalcan desde Estema Interiorismo. A lo que Begoña Susaeta, de Sube Interiorismo, añade que "la mejor solución es encastrada en el muro por el aislamiento acústico; pero si hay instalaciones entonces tendrá que ser exterior".

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© Nora Zubia para Slow & Chic

Materiales y guías ¿vistas u ocultas?

Begoña Susaeta nos asesora en este tema: "las puertas correderas se suelen hacer de madera y de hierro lacado con perfiles y secciones más ligeras". Normalmente todos los materiales son muy resistentes. Se pueden dejar "pintadas, teñidas o con un acabado espejo que le aportará mayor amplitud al espacio", recuerdan desde Estepa Interiorismo. Elegir una u otra dependerá de lo que quieras transmitir y sobre todo del estilo de la casa.

 

En cuanto a "dejar" las guías vistas -como ha hecho Nora Zubia de Slow & Chic en este proyecto- es una decisión estética. "Depende de para donde sea la puerta corredera y el gusto del cliente", matiza Begoña, que añade "a mi modo de ver un baño debe llevar una encastrada lo más aislante posible. Un vestidor puede llevar una exterior con guías vistas porque solo trata de quitar visibilidad a un posible desorden". Existen guías para correderas externas muy bonitas, eso sí, siempre hay que tener en cuenta que la nivelación ha de ser perfecta para que funcione bien.

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© CírculoCuadrado Design

¿Cuáles son las ventajas de una puerta corredera?

Desde Estepa Interiorismo hacen el ejercicio de enumerar los pros que aporta una puerta de interior de este tipo de apertura:

- Su atractivo visual y su flexibilidad, "ya que pueden ser colocadas o bien para separar zonas actuando como puerta de paso, o como parte del mobiliario, colocándolas en muebles, estanterías, armarios..."

- Permiten ahorrar espacio, algo muy importante sobre todo en casas pequeñas.

- "Si son de cristal aseguran una percepción de amplitud completa, así como sensación de dinamismo y máxima luz natural".

- Favorecen la continuidad visual cuando están abiertas.

- Aumentan las posibilidades de la decoración en el interior de un espacio, "ya que ahora podemos utilizar ese espacio que quedaría anulado detrás de una puerta convencional, pudiendo colocar muebles e incluso elementos decorativos como lámparas, jarrones… sin temor a rozarlos al abrir y cerrar puertas".

- Optimizan el espacio útil de la casa. Las puertas convencionales llegan a "desperdiciar" hasta un 8 % de espacio.

- "Son capaces de mejorar el diseño y el ambiente del hogar, aportando un toque de elegancia y modernidad al conjunto".

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