La decoración mediterránea pone tu casa ‘en modo verano’ con su frescura y luminosidad

Si hay un estilo decorativo que vuelve cada verano, aunque suele quedarse en casa gran parte del año, ese es el mediterráneo. Una decoración con vistas al mar, que aporta frescura y luminosidad a una vivienda urbana y hace acogedor y hogareño el apartamento de la playa. Estas son las claves de la 'deco' marinera actual. 
 

Con detalles marinos

Para que tu casa se contagie de esta decoración, no dudes en dar pinceladas marinas (peces, corales, estrellas de mar...) en telas, vajillas y adornos, para que estén presentes, de forma sutil, como en esta propuesta de El Corte Inglés. Recuerda que la contención siempre es buena aliada de la elegancia.

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Luminoso y conectado al exterior

Estamos ante un estilo decorativo que vive mirando siempre por la ventana y que deja que el exterior y el sol invadan cada rincón. Para potenciar la luz natural, prescinde de las cortinas u opta por modelos de tejidos ligeros y en colores claros; saca partido al efecto de los espejos y apuesta por materiales que la reflejen y multipliquen, como el cristal. No olvides mantener siempre la armonía visual y el orden, para “que al entrar en nuestro salón sintamos calma, calidez y sensación de hogar”, aconsejan desde Knowhaus.

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Azul, azul y azul

Como el mar o como el cielo, tú decides. El azul es, sin duda, el color preferido de la decoración mediterránea. Aunque el claro es el más usado, el celeste, el marino, el lapislázuli, el turquesa o el bebé también son bienvenidos. Puedes utilizarlo en pequeñas dosis o convertirlo en protagonista absoluto de tus estancias, como en esta propuesta de Laura Ashley donde viste paredes, suelo y piezas principales de mobiliario. Para compensar este universo ‘blue’, ningún color ofrece mejores resultados que el blanco.

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Sencillo y a la vista

Para que luzca su versión más auténtica, muéstrale tal y como es, con paredes encaladas, muros de piedra, suelos de barro, arcos que comunican estancias… Este estilo posee un marcado acento rústico que potencia su calidez y su belleza, ¡no lo escondas! Para acompañar, una decoración sencilla en tonos claros, con materiales naturales y poca floritura visual.

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Blanco y azul

Dentro de este estilo decorativo 100% veraniego, no hay binomio cromático que funcione mejor y que vincule al instante la decoración de interiores con un ‘look’ específico. Con la virtud de equilibrar y compensar cualquier exceso, multiplica la luz natural, transmite calma y te traslada directamente a tu isla griega preferida. Además, este dúo logra bajar los grados de cualquier estancia, para hacer frente al calor desde el salón de tu casa.

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En pequeñas dosis

Una alfombra, un cuadro, los cojines del sofá, un bello pavimento hidráulico… Para que este estilo se incorpore a tus estancias de manera natural, apuesta por pequeños toques, que transmitan las sensaciones, pero no transformen tu vivienda urbana en la casa de la playa. Se puede tener aire mediterráneo, sin perder personalidad.

Con ‘look’ playero

Este dormitorio de matrimonio tiene todo para hacerte saltar de la cama a la playa, sin tener que quitarte el pijama. Decorado en azul y blanco, su ropa de cama con peces, su precioso suelo hidráulico y sus paredes forradas de madera crean el refugio perfecto para unas vacaciones en casa, aunque esta vivienda en concreto se alquila durante el año.

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Fibras vegetales y materiales naturales

Lo natural es el elemento principal de este estilo en calma, que con su calidez te invita a quedarte en casa durante las horas más calurosas del día. En estos ambientes, las fibras vegetales, como mimbre y ratán, y los materiales como la madera, especialmente sin tratar o reciclada, son los mejores acompañantes. Úsalos en elementos secundarios, como lámparas o alfombras, pero también en principales, como mobiliario, paredes y pavimento.

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En tonos neutros

El estilo mediterráneo no solo ve la vida en azul y blanco, sino que encuentra en colores como el beis, un buen aliado 'deco'. En unión de vigas de madera y paredes encaladas, los tonos neutros atrapan dentro de casa la belleza, la calma y la frescura de este ‘look’. El pavimento cerámico de Porcelanosa, con aspecto de madera y realizado con un 95% de material reciclado, pone el broche de oro al conjunto.

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También en el jardín

La esencia mediterránea se encuentra como pez en el agua al aire libre, en un porche con encanto que apueste por un mobiliario cálido de madera y bambú, como en esta propuesta de Bloomingville. La vajilla para montar la mesa de verano y los accesorios deben ir en consonancia, usando el color azul y los motivos marineros ('of course').

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Detalles artesanales

Su vinculación a la tierra y a un estilo de vida tranquilo le conecta directamente con los objetos artesanales, realizados a mano con materiales naturales y, a menudo, imperfectos. Jarrones y adornos de cerámica, damajuanas y piezas de madera reciclada ponen una nota de autenticidad y de calma a las estancias, como ocurre en este ambiente decorado por la interiorista Samantha Knight.

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Telas apetecibles

Si sigues estas reglas al pie de la letra, pero las telas no acompañan, habrás fracasado porque su elección es fundamental para lograr una atmósfera mediterránea acogedora, fresca y luminosa dentro de casa. Opta por tejidos naturales, como el algodón o el lino, tan suaves que dé gusto acariciarlos. y tan ligeros, que no impidan el paso de la luz, como estas cortinas de Lizzo (en Pepe Peñalver).

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