jardin vertical casa© Adobe Stock

Jardinería

Claves para crear un jardín vertical en la terraza o en el interior

Una idea genial para poder disfrutar de la belleza de un jardín en casa aunque no tengas mucho espacio disponible


Actualizado 23 de junio de 2020 - 16:10 CEST

La falta de espacio ya no es excusa para no tener un jardín en casa. Ni siquiera el hecho de no disponer de terraza o patio. Los jardines verticales llegan para traerte la belleza natural de las plantas sin robarte ni un metro cuadrado. Además, puedes crearlos al aire libre o en el interior. ¡Todo un mundo de posibilidades interesantes que explorar!

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© Ikea

Mezclar plantas de distinta especie, color y tipo de hoja le dará a tu jardín vertical un aire muy fresco, dinámico y actual. Puedes empezar con un conjunto de plantas, e ir añadiendo después más ejemplares, ya sean naturales o artificiales.

Variedad sin límites

Tener un jardín en casa, cuidarlo y verlo crecer esplendoroso, no es algo al alcance de cualquiera. Para empezar hay que contar con una zona exterior de la que no todos podemos disfrutar. Sin embargo, existe una alternativa más que interesante para aquellas personas que anhelan disfrutar de su propio espacio ajardinado: los jardines verticales.

Crear una pared vegetal en la terraza o en el salón es una idea genial para aportar frescor y naturalidad al ambiente. Además, hay un sinfín de posibilidades: puede ser de plantas naturales, artificiales o preservadas. La primera opción conlleva riego y cuidados, pero la segunda y la tercera, sin apenas mantenimiento, son perfectas para todos aquellos que no tienen mano para las plantas pero no quieren renunciar a ellas. O para los que no tienen tiempo de cuidarlas. Sea como sea, siempre hay opción de poner un toque verde en tu casa y en tu vida.

© Mi Jardín Vertical

Cualquier rincón de la casa es perfecto para crear una composición de plantas naturales, ya sea en diferentes tonos de verde o incorporando algún color diferente.

La terraza, el emplazamiento perfecto

Un espacio reducido al aire libre, poco más que un balcón, es todo lo que necesitas para poder crear tu jardín vertical. Por eso, si tu terraza es pequeña para acoger un jardín al uso, ahora puedes explorar esta corriente de paisajismo que aprovecha cualquier espacio y coloca las plantas en la pared. Opta por un jardín de especies vivas y naturales y, de esta forma, las verás crecer rebosantes de belleza y salud.

© Leroy Merlin

Si te gustan las plantas pero no tienes tiempo libre qué dedicarles, puedes instalar en una pared de tu terraza un jardín vertical artificial. Disfrutarás de su gran efecto decorativo y no tendrás que preocuparte de regarlo.

Un jardín artificial lleno de belleza

¿Amas las plantas pero te cuesta cuidarlas? Son muchas las personas a las que les sucede algo parecido. Les encanta rodearse de flores y especies vegetales pero no consiguen verlas crecer, porque terminan por marchitarse y morir. Si es tu caso, ya no tienes que renunciar a la posibilidad de decorar tu hogar con plantas. Puedes crear un jardín vertical artificial, bello y duradero. La clave del éxito, además de encontrar la mejor ubicación para tu jardín, está en optar por materiales de primera calidad que imiten fielmente la apariencia y sensación de las plantas auténticas. Hay una gran variedad a tu alcance.

Entre las ventajas que tienen los jardines artificiales destaca el hecho de que no requieren cuidado ni mantenimiento alguno, más allá de una limpieza periódica para eliminar el polvo que se pueda acumular en ellos.

© Mi Jardín Vertical

El recibidor, la pared de la escalera, el distribuidor, etc. Cualquier rincón acepta de maravilla un jardín de pared, ya que decoran y apenas roban espacio.

La magia de la flor preservada

A medio camino entre las plantas vivas y las artificiales están las preservadas, una opción a tener en cuenta sobre todo si quieres montar tu jardín vertical en el interior. Se trata de plantas totalmente naturales a las que se ha sometido a un proceso especial que, mediante un líquido preservante, logra mantener su belleza y apariencia fresca durante meses sin necesidad de riego ni otros cuidados. Es una forma genial de contar con un jardín vertical en casa, fresco y natural, que además te permite olvidarte de cuidarlo. Todo son ventajas.

© Stylegreen

Disfruta de la belleza de las plantas como realmente te guste. Estos tres minijardines verticales están confeccionados con flor preservada: es 100 % natural y perdura durante meses sin necesidad de riego.

Cómo crear tu propio jardín vertical en cinco pasos

Aunque siempre puedes recurrir a la ayuda y el asesoramiento de un profesional cualificado, crear tu propio jardín vertical no es una tarea excesivamente compleja. Según los expertos de Paisajismo Urbano, especializados en jardinería vertical, lo mejor es ir paso a paso hasta completar el proceso.

  1. En primer lugar es importante elegir correctamente la ubicación de tu jardín. Piensa que la pared donde lo quieras instalar estará sometida a un cierto grado de humedad, por lo que es necesario protegerla adecuadamente. Coloca una lámina de un material aislante, por ejemplo, un plástico.
  2. El siguiente paso consiste en colocar el material geotextil (dos capas) en el que vamos a poner la raíz de las plantas.
  3. Piensa el diseño que vas a elegir para tu jardín vertical: si deseas plantas muy frondosas o un efecto más sencillo y moderado, si quieres un jardín en tonos verdes o con colores distintos, si lo vas a colocar en el interior o al aire libre, al sol o en una zona de sombra, etc. El diseño del jardín determinará el tipo de plantas que has de elegir. Ten en cuenta que lo mejor es elegir siempre plantas autóctonas, que estén bien adaptadas al clima de la zona.
  4. Decide el sustrato que van a tener las plantas: con tierra, hidropónico (sin tierra) o mixto, combinando ambos. Depende de la elección necesitarás adaptar un sistema de riego u otro. Por ejemplo, si eliges el sustrato con tierra tendrás que instalar un sistema de riego por goteo.
  5. El último paso consiste en colocar las plantas en el soporte del jardín, de forma que todas ellas reciban una cantidad adecuada y suficiente de luz y humedad.