Planchar la ropa es una de las tareas domésticas más odiadas por el común de los mortales. Resulta aburrido, cansado y laborioso. Sin embargo, existen algunas estrategias para convertir la hora de la plancha en un momento, si no ameno, más agradable y fácil de realizar. Pon en práctica las siguientes recomendaciones y podrás dejar lista tu colada en un tiempo record y con resultados excepcionales.
Todo empieza… al tender
Cuando la lavadora acaba de terminar el ciclo de lavado y te dispones a tender la ropa es el momento de invertir un poco más de tiempo y hacerlo de la forma correcta. Si incorporas estas rutinas a tu forma de tender, después planchar te costará menos trabajo:
- No dejes la ropa en la lavadora durante mucho tiempo, ya que se arrugará más y generará malos olores por la humedad. Tiéndela lo antes posible.
- Sacude y estira las prendas antes de colocarlas en el tendedero, y no las cuelgues demasiado apretadas.
- Coloca las pinzas en las costuras para evitar que dejen marcas. Lo mejor es usar pinzas de plástico, ya que las de madera se marcan más y se estropean con la humedad.
- Tiende las prendas oscuras y de tonos intensos del revés, ya que el sol puede apagar los colores.
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Un rincón de planchado bien organizado
A la hora de planchar la colada busca el mejor lugar en tu casa para hacerlo, si no dispones de un cuarto de lavado. Es importante contar con suficiente luz natural y espacio para colgar y colocar la ropa, una vez planchada.
Conviene tener a mano todo lo necesario: agua para rellenar el depósito de la plancha, un aerosol para humedecer las prendas, perchas para colocar camisas y pantalones, etc.
- Analizamos las planchas verticales de vapor que te ahorrarán tiempo y esfuerzo
La tabla, un elemento esencial
Si no quieres que planchar se convierta en un trabajo mucho más costoso de lo que es, necesitas una buena tabla. Elige una de calidad, lo suficientemente amplia para poder trabajar cómodamente con prendas grandes, y que lleve doble muletón. Al estar muy bien acolchada, la ropa queda perfecta y resulta más fácil plancharla.
Un truco: regula la tabla para que quede a la altura de tu cadera. Coloca un pequeño alzador o peldaño en el suelo y apoya un pie en él, alternando con el otro pie cada cierto tiempo. Así tu espalda no se resentirá y te cansarás menos.
El vapor, tu mejor aliado
Protege la ropa, ayuda a eliminar las arrugas y hace el planchado más fácil y rápido. El vapor es uno de los mejores recursos y existen diferentes formas de utilizarlo a tu favor:
- Lavadoras con función vapor: dejan tu ropa limpia y mucho menos arrugada, de forma que plancharla es más sencillo.
- Planchas de inyección: consiguen inyectar el vapor directamente a los tejidos, con lo que eliminan de una pasada las arrugas más marcadas.
- Vaporizadores: son rápidos y fáciles de usar, y te ayudan a eliminar las arrugas más difíciles en cualquier tipo de prenda, regulando la temperatura del vapor para adaptarlo a cada tejido.
Clasifica las prendas según el tejido
Para que tu ropa sufra lo menos posible con el planchado, conviene adoptar ciertas precauciones, como seleccionar para cada tipo de tejido la temperatura adecuada. Elige una temperatura media para la mayor parte de la ropa, excepto para prendas delicadas que han de plancharse a baja temperatura. Solo para ciertos tejidos resistentes como el algodón o el lino se requiere más calor. Si quieres despreocuparte del asunto, lo mejor es elegir una plancha que ajuste la temperatura de forma automática.
Por otro lado, conviene planchar algunas prendas del revés, como las de color negro o muy oscuro, ya que así evitas los antiestéticos brillos.
Un consejo: plancha la ropa húmeda y te resultará más fácil acabar con las arrugas. Y si ya está seca, rocíala con agua templada.
Camisas como recién traídas de la tintorería
¿Sabes cómo planchar las camisas de modo profesional? Hazlo en el orden adecuado, empezando por el cuello y los hombros. Después plancha los puños y las mangas por ambos lados, teniendo cuidado de no marcar la raya. Ahora es el turno a la pechera, primero la parte de los ojales y después la de los botones. Por último ve repasando poco a poco la espalda. Ten a mano una percha y coloca en ella la camisa.
Un consejo: espera a que la camisa se enfríe totalmente antes de guardarla en el armario.
Cómo dejar los pantalones impecables
Para que queden perfectos es importante seguir un método bien definido: lo primero será planchar los bolsillos y la cintura, y después repasar la cremallera sin apoyar la plancha, solo con el vapor. A continuación se alisan las perneras, colocándolas sobre la tabla y procurando que las costuras queden alineadas.
En los pantalones de vestir hemos de marcar la raya de la pernera. Para ello, hay que colocar sobre la tabla el pantalón de forma lateral, con las costuras de las dos perneras unidas, e ir pasando la plancha.
Un consejo: si el pantalón es de color oscuro y no se puede planchar del revés para evitar los brillos, lo mejor es colocar un pañuelo o un trapo de algodón encima y apoyar la plancha sobre el mismo.
Productos que te ayudan
De entre todos los recursos que podemos utilizar para hacer más fácil la tarea de planchar, destaca el suavizante para la ropa que actúa alisando las fibras y minimizando las arrugas. Gracias a él las prendas estarán más flexibles (puede reducir hasta en un 15 % el tiempo de planchado, sobre todo si se trata de tejidos de algodón). Sin embargo, tampoco conviene abusar del suavizante ya que no conseguiremos mejores resultados por poner más cantidad de la dosis recomendada.
A la hora de planchar podemos utilizar un spray de apresto que, además de hacer más fácil la tarea, hace que la ropa se arrugue menos después.
¿Plancha o centro de planchado?
Según la cantidad de ropa que tengamos que planchar normalmente y la frecuencia con la que afrontemos la tarea, nos interesará más hacernos con una plancha de vapor o un centro de planchado. Si no tienes mucha colada o acostumbras a llevar tus prendas a la tintorería, quizá te convenga más una plancha de vapor. Son compactas, poco voluminosas y, por tanto, fáciles de manejar y guardar.
Por el contrario, un centro de planchado es una gran alternativa para familias numerosas, que necesitan planchar gran cantidad de ropa en poco tiempo. Lleva un generador externo que produce vapor continuo, por lo que la tarea es más fácil y rápida. Como desventaja, es más grande y ocupa más a la hora de guardarlo.