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Descubre cómo puedes eliminar fácilmente el polvo de toda la casa


Actualizado 6 de octubre de 2022 - 14:50 CEST
© English Blinds

¿Quieres que tu casa esté libre de polvo? Pues pon en práctica los consejos que vamos a darte hoy y podrás acabar con él de una forma fácil y rápida. La clave para conseguir un éxito rotundo en la lucha contra el polvo está en limpiar de forma correcta y mantenerlo lejos el mayor tiempo posible.

 

Leer también: ¿Sabes cuáles son los errores de limpieza que cometes en casa?

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© Westwing colección New Heritage

Abre las ventanas antes de limpiar

Ventilar es una tarea muy importante a la hora de mantener nuestra casa limpia y saludable. Hacerlo te ayudará a disfrutar del mejor ambiente y de un aire más limpio. Abre las ventanas de par en par antes de empezar la limpieza, mejor a primera hora de la mañana. No se te ocurra hacerlo después de limpiar, o el polvo volverá a asentarse sobre los muebles y superficies. Aunque es suficiente con ventilar 10 minutos, si eres alérgico a los ácaros (o convives con alguna persona que lo es) lo mejor es dejar las ventanas abiertas una media hora.

© Laskasas

Los muebles, ¿con trapo o plumero?

Cuando te propongas acabar con el polvo de la casa asegúrate de que sabes cómo hacerlo de una manera efectiva. Para empezar piensa que debes seguir un orden: comienza por las partes más altas y continúa hacia abajo. Aunque lo mejor es limpiar los muebles con un trapo de algodón humedecido con agua, para las superficies que están en alto puedes utilizar el plumero y un mango telescópico que te permita llegar a todas partes.

 

Un consejo:

Elige un plumero de microfibra capaz de atraer las partículas de polvo en lugar de diseminarlas por todo el ambiente.

© iStock

Que no te falte un producto repelente

¿Ya has acabado con el polvo? ¿Tus muebles están libres de él? Entonces es el momento de aplicar un buen producto que lo repela y retrase su aparición. En el mercado existe un gran repertorio de este tipo de limpiadores capaces de neutralizar la electricidad estática que atrae el polvo. Pulveriza sobre el trapo (y no sobre la superficie del mueble) y extiéndelo.

 

Un consejo:

Hazte con un producto que lleve cera de abeja, ya que nutrirá y cuidará tus muebles de madera. También puedes fabricar un producto antipolvo casero añadiendo a un vaso de agua cinco cucharadas de vinagre blanco y dos cucharadas de aceite de oliva. Aplícalo con un bote de spray.

© Cult Furniture

El aspirador, tu mejor aliado

Para ganarle la batalla al polvo tienes de tu parte un elemento superpoderoso: el aspirador. Es la mejor herramienta para eliminarlo de manera eficaz, así que aparca el cepillo de barrer y acostúmbrate a aspirar con frecuencia los suelos y alfombras. Los aspiradores equipados con filtro HEPA (High Efficiency Particulate Air) atrapan hasta las motas de polvo más pequeñas. Ideas: un aspirador de mano te ayudará a dejar impecables tapicerías y otras superficies. Y un robot aspirador dejará tus suelos libres de polvo y partículas de suciedad (y sin ningún esfuerzo por tu parte). Dos opciones a tener en cuenta.

 

Leer más: ¿Merece la pena comprar un robot aspirador?

© Norsu Interiors

Repasar el suelo

Una vez limpios muebles y superficies y aspirado el suelo, conviene que lo friegues para acabar con los restos de polvo que hayan podido quedar. ¿Tu suelo es de madera? Entonces tendrás que utilizar un producto específico (mejor que el vinagre) y escurrir muy bien la fregona para mojarlo lo mejor posible.

 

Leer más: Así debes limpiar tus suelos de madera para que estén perfectos mucho tiempo

© Norsu Interiors

Otros productos que funcionan

Además de los limpiadores específicos, el mercado te ofrece otras soluciones para mantener a raya al polvo, como los sprays antiestáticos para pantallas de TV y ordenadores, que evitan que tengas que limpiarlos continuamente. También puedes usar productos para tejidos: se aplican sobre tapicerías o cortinas y consiguen que el polvo no se pegue a las telas o, al menos, no tanto. Por otro lado, si vas a pintar un mueble, puedes hacerlo con esmaltes especiales que, una vez aplicados sobre una superficie, evitan que el polvo se adhiera a ellas.

© Norsu Interiors

Espacios sobrios, una buena alternativa

No se trata de dejar tu casa vacía, de deshacerte de las cosas que te gustan o de donar todos tus libros, pero tienes que saber que los ambientes abigarrados, con muchos elementos y accesorios, atraen como un imán las partículas de polvo. Y también resultan mucho más difíciles de limpiar. Por otro lado, los espacios sobrios y sencillos ofrecen menos escondites para el polvo.

 

Un consejo:

Las alfombras pueden convertirse en un foco de polvo y suciedad así que, si no quieres prescindir de ellas, deberás aspirarlas a conciencia y con mucha frecuencia.

© Laskasas

Escudriña los rincones

La capacidad de las partículas de polvo de meterse por cualquier resquicio hace que sea bastante difícil de erradicar por completo. Puede que tu casa parezca limpia, pero si buscas en determinados rincones verás que el polvo subsiste en ellos. Así que, cuando acometas una limpieza profunda, repasa paredes y techos, la trasera de los muebles, los lugares en los que hay cables y enchufes, etc.

 

Un consejo:

Pasa un paño de vez en cuando a las bombillas de tus lámparas y a los focos. En ellos se acumula el polvo haciendo que pierdan luminosidad.

© Moon / Bronte by Moon

El aire que respiras

Hacerte con un purificador de aire doméstico te ayudará a eliminar las partículas de polvo más diminutas que pululen por el ambiente, sobre todo si eliges un modelo potente de calidad equipado con un filtro HEPA (como el de algunos aspiradores). Es una solución adecuada para los alérgicos al polvo, a los ácaros o al polen.