Si el día a día puede ser más fácil, ¿por qué no probarlo? Te vamos a dar en este artículos algunas ideas, que en realidad son cambios, que te facilitan la vida. Están centrados en el dormitorio, porque a veces descuidamos detalles que nos roban tiempo o favorecen el caos en esta estancia de la casa. Y como el dormitorio ha de ser un templo de calma, aquí encontrarás esas claves para quitarnos de encima exigencias que no aportan nada.
Las cortinas del dormitorio
Olvídate de ventanales vestidos con pesadas cortinas o caídas y visillos. Simplifica la forma en que vistes la ventana del dormitorio y la vida en él será un poquito más fácil. Ganarás en luz natural, no te costará correr las cortinas para ventilar o disfrutar del sol, no perderás tiempo colocando cada pieza de tela de nuevo en su sitio para que la arruga quede perfectamente marcada… Apuesta por visillos o caídas en un tejido ligero, con un sistema cómodo de apertura (riel u ollaos), que se descuelguen fácilmente para lavar en lavadora y en un tejido que no se arrugue especialmente (así al lavar, aún húmedas, las puedes colgar y no necesitarán apenas plancha).
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La ropa de cama y los cojines
Otro de los cambios en el dormitorio que nos hacen la vida más fácil es no complicarnos con la ropa de cama que escogemos para vestirla. Apuesta por colchas que no se arruguen demasiado o edredeones con bonitas fundas nórdicas. Busca un sistema y opción que no te robe demasiado tiempo cada mañana a la hora de hacer la cama y que quede bien hecha. Si colocas un plaid al pie, solo uno, que tenga una apariencia informal para que el ambiente se sienta acogedor y no destartalado aunque muestre alguna arruga. Y los cojines que decoren la cama que no te quiten minutos de tu tiempo al quitarlos y ponerlos a diario. Sobre las almohadas, unos cuadrantes por si lees en la cama y un par o tres más decorativos. Además, es importante que anotes este cambio: tejidos naturales. Es un cambio que más que facilitarte la vida te la hace más confortable. En contacto con el cuerpo, las fibras naturales dejan que respire y esto es beneficioso para nuestro descanso.
Escoge textiles neutros de base
Este cambio te facilita la vida cuando quieras renovar tu dormitorio por poco y sin esfuerzo. Será una base perfecta sobre la que combinar otros colores. Lo ideal es que te sirva para las estaciones frías y calurosas sin tener que guardar la ropa de cama de una temporada a otra. Pero si te apetece dar un cambio, puedas hacerlo con un presupuesto low cost, solo incorporando nuevas fundas de cojines.
Relacionado con el color, desde Kave Home nos recuerdan que "el color es un gran ayudante en nuestro bienestar, de modo que si sentimos que debemos hacer un cambio y no tenemos claro qué color darle a nuestra habitación, una garantía de éxito es utilizar colores claros o neutros. De esta forma podemos jugar con los colores de los textiles, como cortinas, mantas, cojines, almohadas y ropa de cama para hacer los contrastes necesarios".
¿Te duermes viendo una serie por la noche?
Aunque lo ideal es evitar cualquier aparato electrónico en el dormitorio para que no altere las horas en las que debes relajarte antes de acostarte y así conciliar mejor el sueño, si eres de los que necesita ver una serie en el televisor cada noche pero acaba durmiéndose en el sofá y levantándose a horas intempestivas con la espalda destrozada, entonces instala un televisor en el dormitorio en un lugar orientado -o con un sistema que te permita orientar el televisor- hacia la cama; como ha hecho en este proyecto la interiorista Ingrid Matheu. Así podrás apagar, incluso programar el aparato y dormir plácidamente y de continuo en la cama.
Ventilación, tómalo como costumbre
Ventilar de 3 a 5 minutos el dormitorio te cambiará la vida. Puede que no lo notes, pero lo hará. Estarás renovando el aire y mejorando su calidad (se reduce la concentración de CO2, el gas que espiramos y que ya no nos sirve; y se eliminan malos olores). Solo tienes que adoptar la costumbre de hacerlo. Según te levantes, abre la ventana para ventilar. Retira el edredón o colcha, incluso la sábana encimera, para que se airee la sábana bajera. Así, cuando hagas la cama habrás renovado y refrescado todo y regulado la humedad después de una noche completa durmiendo en ese espacio. Sin duda un cambio sencillo, que no implica esfuerzo y que mejora la salud.
Muebles a medida o no, pero cerrados
Cuanto más sencillo sea el mobiliario y con más capacidad de almacenaje, más despejado y ordenado se verá el dormitorio y será un cambio que te facilitará la vida: no tendrás que estar recogiendo constantemente ni limpiar superficies con recovecos. Si tienes la posibilidad de crear una solución a medida, no lo dudes. Apuesta siempre por módulos cerrados (mejor ciegos si no quieres estar pendiente de que todos los interiores estén perfectamente organizados siempre) y solo deja algún estante o compartimento abierto para colocar una bandeja o caja en la que tener aquellas joyas que te pones a diario o el reloj.
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Aprovecha el espacio que hay debajo de la cama
Gana una zona útil para organizar con orden. Si la cama es alta con cajas cerradas que protegan el contenido del polvo y la suciedad. Si optas por una cama con estructura pegada al suelo, con cajones o canapé. Es un buen espacio si te falta en casa o no dispones de un trastero adicional para guardar lo que no uses con mucha frecuencia.
Suma una pieza adicional para guardar
Una cómoda, un armario exento, un chifonier… quiza -si cuentas con espacio- sumar a la decoración del dormitorio un mueble adicional de este tipo te facilite la vida para tener más organización. Contarás con espacio extra de almacenaje y liberarás otros muebles para que sacar cualquier prenda no sea misión imposible cada mañana. Eso sí, esto debes hacerlo después de revisar lo que guardas. Según las gurús del orden, lo primero que hay que hacer al reorganizar es saber si lo que guardas es útil, te lo pones, lo aprovechas. Prescindir de lo que a ti ya no te vale también te concede espacio.
Y no solo podemos contar con piezas de este tipo, los expertos en decoración de Kave Home nos dan una idea para crear una zona de vestidor o armario sin un armario como tal: "si no disponemos de un vestidor, podemos adaptar uno dentro de nuestra habitación solamente con un elemento básico: el biombo. Definirá el espacio y concederá intimidad. Según el espacio, podemos añadir un perchero o un burro, un taburete, una banqueta, espejo de pie…"
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Reorganizar el interior de tu armario
Porque puede que, además de guardar prendas que no te pones, la distribución interior del armario no sea adecuada a ti. Este pequeño cambio del dormitorio te facilitará la vida porque adaptarás los huecos al tipo de prendas que más usas y hará que sea más sencillo acceder a ellas y mantenerlas sin arrugas. Si tienes mucha ropa de deporte puede que quieras tenerla en perchas pero necesites poca altura para colgarlas. Si lo tuyo son las camisas, precisarás de espacio para colgarlas en una barra y que queden separadas para que no se arruguen una vez planchadas. Si tienes muchos zapatos y bolsos, el interior de tu armario ha de contar con espacio para verlos y así saber dónde está cada modelo (lo que no se ve o es difícil acceso, no nos lo ponemos).
Un rincón solo para ti en el dormitorio
Un pequeño cambio que te facilitará la vida, sobre todo, si eres de los que no encuentra en casa un lugar donde leer en silencio, cómodamente y sin interrupciones. A veces, en los hogares con pequeños, leer en el salón es una tarea complicada. Así una solución puede ser colocar una butaca o sillón en una esquina del dormitorio, con una lámpara de pie o aplique, para tener ese espacio que buscas.
De hecho, desde Kave Home nos animan a contar con una estantería para libros en el dormitorio como uno de esos pequeños cambios que nos facilitan la vida. "¡Es perfecta para los adictos a la lectura! Así tendrás a mano los libros favoritos sin desbordar la mesita de noche".
Reorganizar la distribución
¡Esto es un gran cambio! Y también juega a tu favor. Reorganizar la distribución del dormitorio hará que saques más partido al espacio y puedas ganar zonas de almacén o para crear otros rincones que te faciliten la vida. Por ejemplo un rincón de tocador o de trabajo en el dormitorio. Ese espacio de lectura del que hablábamos en el punto anterior, incluso, un banco bajo la ventana que tenga espacio de almacén y te sirva para sentarte a leer cerca de la ventana, como el de este dormitorio proyectado por la interiorista Pia Capdevila. Pero la reorganización del ambiente te facilita la vida en el sentido de que puedes alejar la cama de la ventana si sientes frío, separarla de la pared que linda con el vecino y cuyos ruidos te molestan… Adecúa la colocación de los muebles a tu caso concreto, no optes por la solución más habitual o predefinida. Puede que implique modificar alguna toma de luz, pero merecerá la pena.
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Contar con un espejo de cuerpo entero
Muchas veces no caemos en este detalle y es un cambio que te facilita la vida. En el dormitorio es donde se encuentra habitualmente el armario y es la zona donde nos vestimos. Instalar un espejo de cuerpo entero nos ayuda a componer los looks y vernos antes de salir de casa.
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