Descubre las mejores plantas y flores artificiales para decorar tu casa

Te ofrecen grandes ventajas cuando se trata de poner un toque verde en tu casa. Para disfrutar a tope de la primavera… ¡durante todo el año!

Actualizado 3 de abril de 2020 - 17:58 CEST3 abr 2020 - 17:58 CEST

Anticipar la llegada de la estación más florida del año decorando la casa con plantas es una gran idea. No solo aportan belleza y naturalidad al ambiente, sino que mejoran el estado de ánimo, reducen el estrés y nos hacen sentir bien. Grandes o pequeñas, de hoja verde o con muchos colores, de aire tropical o con sencillos ramilletes silvestres… Sean como sean, las plantas son una herramienta fantástica para crear ambientes frescos, relajantes y acogedores.

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Aunque todos valoramos la autenticidad de las plantas y flores naturales, lo cierto es que no siempre es posible disponer de ellas cuando queremos. O, sencillamente, no tenemos buena mano y se nos marchitan hasta los cactus… En estos casos, y en otros muchos, las plantas artificiales se encargan de traerte una estrategia sencilla, cómoda y decorativa para disfrutar en casa del universo botánico.

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La belleza del artificio

Si eres un amante de la jardinería, seguro que tienes un montón de ejemplares. Los cuidas, los riegas y disfrutas de su belleza. Pero, ¿qué ocurre cuando no tienes la oportunidad de dedicarles tiempo y cuidados? No renuncies por ello a decorar con plantas. Se abre ante ti un repertorio interminable de variedades artificiales llenas de encanto.

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Las plantas y flores artificiales ya no son lo que eran. Tienen muchas ventajas pero, sobre todo, hacen gala de una apariencia casi real que nada tiene que ver con las flores de plástico de antaño. Hoy se fabrican con materiales muy especiales como el látex o la seda, para crear un aspecto y textura casi reales. Es lo que se llama el real touch, un efecto que hace difícil distinguir si son auténticas o no.

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Aprovéchate de sus ventajas

Tomando este hecho como punto de partida -la belleza indiscutible de las plantas artificiales de última generación-, no nos queda más que ir sumando virtudes a la lista. Para empezar, no tienen fecha de caducidad. No se marchitan cuando termina su ciclo vital, sino que viven eternamente sin perder su magia. Además, no requieren ningún cuidado, más que un mantenimiento mínimo. No hay que regarlas, ni abonarlas, ni estar pendiente de trasplantarlas cuando crecen.

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Tampoco provocan alergias ni atraen a los insectos en verano. Por todas estas razones, las flores y plantas artificiales se han convertido en un elemento genial en cualquier espacio de la casa.

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Una gran variedad

Igual que las naturales, las flores y plantas artificiales despliegan una gran diversidad de modelos, especies, tamaños y formas. A la hora de elegirlas, decídete por unas u otras en función del lugar donde quieras colocarlas, por ejemplo.

Los ejemplares más grandes (como el ficus, el bambú o algunas palmeras) quedan mejor en espacios amplios como el salón, mientras que las variedades de menor tamaño (la calatea, el aloe vera, o los helechos como el adiantum), son perfectas para decorar el cuarto de baño o el recibidor. También puedes utilizar cactus y suculentas de todos los tamaños.

Pon en la cocina macetas con hierbas aromáticas (artificiales, sí) como la lavanda o la hierbabuena, y adorna la mesa con arreglos florales (con dalias, rosas o peonías) que te ayudan a poner una nota de color. Utiliza elegantes ejemplares de flor para decorar con elegancia cualquier rincón. Las orquídeas, por ejemplo, aportan una buena dosis de glamour.

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Como el primer día

Las plantas artificiales de calidad pueden durar muchísimo tiempo con unos mínimos cuidados que se basan, principalmente, en mantenerlas limpias de polvo y suciedad. En el caso de los ejemplares de pequeño tamaño lo mejor es sumergirlas boca abajo en una solución de agua y jabón, sin mojar la base, y después escurrir y dejar secar. Si son grandes, pulverízalas con agua y jabón y después seca con un paño suave. Si haces esto de vez en cuando, tus plantas artificiales gozarán de una buena salud durante mucho, mucho tiempo.

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