En ocasiones no valoramos la importancia de utilizar humidificadores para casa o la oficina. Los espacios cerrados y secos producen trastornos en las vías respiratorias y en la piel que podemos evitar manteniendo una habitación con el 50% de humedad.
No hace falta que seas una experta en trabajos manuales, a veces basta con recurrir a algunas ideas sencillas y prácticas que aportan humedad de manera natural al ambiente. Dependiendo de la sequedad del espacio que quieras humidificar, algunos de estos consejos evitarán que gastes dinero en un aparato. Los humidificadores caseros, tienen ese plus de originalidad, creatividad y sensación de bienestar que aportan las cosas hechas por tus propias manos. Sin embargo, ten en cuenta, que no tienen la misma efectividad que los humidificadores profesionales.
Tender la ropa en casa
Esa humedad que desprende la ropa tendida en casa, durante varios días consecutivos de lluvia, tiene un punto muy positivo. Es una manera de humidificar un espacio de forma natural y sin costes. En épocas de sol puedes colgar la ropa por la noche y aprovechar la evaporación del agua que desprenden los tejidos al secarse.
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Plantas y fuentes de interior
Las plantas aportan humedad a los ambientes de manera natural, además de regarlas, limpia sus hojas con un algodón embebido en agua templada y rocíalas después de esto. Las plantas más recomendadas para humidificar ambientes son la hiedra inglesa, que además combate la aparición de hongos. Si no tienes luz solar directa, la palmera Bambú se adapta muy bien a esta condición. Otra variedad de palmeras, como la Arecca, elimina toxinas que puedan estar circulando en el aire y también algunos microorganismos.
Si lo prefieres, las fuentes naturales también humidifican los espacios, además de producir ese sonido tan agradable del agua cayendo. Si no cuentas con una fuente de agua electrica, puedes hacer una tu misma en casa. Prepara un cuenco con arcilla de secado rápido y dale una capa de barniz para que resista el agua. También puedes redecorar algún cuenco viejo, que tengas por casa y ya no utilices, para darle una segunda vida. Una vez que tengas la base agrega agua y algunas piedras para decorarla.
Humidificador casero para radiador
Este truco es muy sencillo, solo necesitas de una pieza de cerámica o vidrio en la que puedas colocar agua, y unos ganchos o soporte que permitan colgarlo del radiador. Si quieres, puedes darle un toque de aroma natural al vapor añadiendo canela en rama, o la piel de una naranja o un limón. Rellena el recipiente de agua cuando se consuma todo el líquido.
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Humidificador decorativo
Otra posibilidad es aprovechar una lata de conservas que ya hayas utilizado, pintarla con acrílico o envolverla con hilo de yute para cambiar su apariencia. Con un clavo y un martillo haz una pequeña perforación y pasa por esta una cuerda o el mismo hilo de yute. Cuelga las latas decoradas desde las barras de las cortinas. Puede servir de florero al mismo tiempo que humedecen el ambiente.
Centro de mesa
Colocar una fuente de vidrio con algunas flores o velas flotantes presidiendo la mesa del salón o como arreglo decorativo en el escritorio en el que trabajas también ayuda a darle humedad al ambiente. Es un proceso más lento de evaporación del agua, pero con el mismo objetivo.
Olla al fuego y olor a bosque
En un recipiente que tolere bien el calor o el fuego directo agrega abundante agua y algunas hojas de eucalipto, ponlo a hervir (sin tapar) y deja que el vapor perfumado recorra el ambiente. El vapor del eucalipto tiene efectos muy positivos para aliviar los síntomas del resfriado y la bronquitis. Además, es una manera natural de perfumar tu casa con un aroma a bosque que te relajará y transmitirá sensaciones de armonía y paz. Eso sí, hazlo cuando estés en casa y permanece atenta al agua para que no se termine y se queme el recipiente o tengas un disgusto.
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