Las medidas adoptadas por el Gobierno para intentar frenar el avance del coronavirus obligan – salvo a colectivos indispensables- a permanecer en casa salvo cuando sea estrictamente necesario. Aunque no todo el mundo tiene la suerte de poder continuar trabajando desde casa, es importante que creemos en nuestros hogares un punto de trabajo en el que podamos sentarnos, para continuar con nuestra actividad laboral o cualquier otra tarea, como pueden ser las manualidades. No todo el mundo está acostumbrado al teletrabajo ni dispone de un rincón adecuado para hacerlo. Por eso, antes de empezar con cualquier tipo de actividad, es necesario que busques un lugar en el que colocar tu escritorio y que crees un entorno armonioso y acogedor. Intenta que tenga la mayor luminosidad posible y no dudes en reutilizar y redecorar los objetos que tengas en casa para darles una segunda vida, un toque más actual y estar a la última.
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El poder de la luz y del color
Los colores que utilicemos condicionarán muchísimo nuestro lugar de trabajo. También nuestra personalidad influirá mucho en esto, pues no todos reaccionamos del mismo modo ante los mismos estímulos. No obstante, de manera generalizada, según la tonalidad que utilicemos podremos trabajar más o menos estimulados. El color verde, por ejemplo, transmite paz y relajación, además de recordar de manera inevitable a la naturaleza. Busca la armonía con los muebles que tengas y no dudes en introducir plantas.
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DIY 1. Muebles pintados
Con el paso del tiempo muchos muebles se estropean o dejan de gustarnos. No obstante, no hace falta invertir un dineral para conseguir un ambiente totalmente diferente. La pintura a la tiza se ha convertido en una de las últimas tendencias en materia de decoración, donde ocupa un importante lugar en todo tipo de muebles y estancias, incluidas baño y cocina. Esta cuarentena puedes aprovechar tu tiempo libre para reciclar tus muebles de oficina y pintarlos del color que más te inspire.
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DIY 2. Un mosaico con recortes
Decorar una pared y conseguir un mosaico cargado de creatividad y originalidad es un proceso sencillo, que apenas te ocupará tiempo y para el que no necesitas prácticamente materiales. Busca un par de revistas viejas, fotografías que tengas guardadas en un cajón, algún cuadro que te inspire, postales o cualquier imagen de papel o cartón que te guste. Recórtalas, dándoles la forma que prefieras, y pégalas a la pared con un poco de celo adhesivo.
DIY 3. Organizadores de pared
Tener todo ordenado es mucho más fácil de lo que muchas veces creemos. A veces, simplemente utilizando objetos que tenemos fácilmente a mano, es posible crear composiciones como la que ves en la fotografía. En este caso simplemente se han clavado un par de alcayatas y posteriormente colgado varias perchas de metal. En ellas puedes colocar tus revistas, apuntes, etcétera. Sirviéndote de ganchos con forma de S, tus collares, anillos y cualquier cosa que se te ocurra y, con pinzas de tender la ropa puedes colgar tus fotografías favoritas.
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DIY 3. Personalización con telas
Con un poco de tela (puede ser de una camisa vieja) y una pistola de silicona puedes reciclar en muy poco tiempo cualquier objeto. En este caso, se han forrado de manera alterna los cajones de un pequeño organizador de oficina. Para realizarlo, simplemente deberemos tomar medidas en un papel y después pasarlas a la tela. Tras recortar, dejando un pequeño margen por cada extremo, pasaremos a forrar los cajones por la parte exterior y los pegaremos con silicona. Utilizando esta técnica también puedes personalizar otros objetos, que pueden combinar o no con los anteriores, como la pantalla de la lámpara que se ve en la fotografía.