Ahora que nos encontramos inmersos en circunstancias tan especiales, es el momento de ser optimistas y echar a volar toda nuestra creatividad e imaginación. Una manera estupenda de hacerlo es redecorar nuestros espacios con técnicas asequibles y resultados espectaculares, como, por ejemplo, pintar tus muebles con chalk paint. ¿Te animas?
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¿Qué es la chalk paint?
Seguramente hayas oído hablar de ella, ya que se hizo muy popular hace algún tiempo por sus muchas cualidades. Desde entonces no ha perdido ni pizca de actualidad y continúa siendo una auténtica estrella en el mundo de la restauración, las manualidades y el do it yourself.
Se trata de una pintura al agua que procede de la tiza (como indica su nombre en inglés) o, lo que es lo mismo, que tiene como ingrediente principal carbonato cálcico. Es natural, no tóxica ni para las personas ni para el medioambiente, aunque esta no es su única virtud. También sorprende por su sencillez de uso, puesto que se adhiere perfectamente a cualquier superficie y puedes pintar sin decapar, lijar ni aplicar una imprimación previa con lo que ahorras tiempo y esfuerzo. Además, posee una gran cobertura y seca rápidamente. Pero lo que más gusta es el acabado mate que aporta la chalk paint. Un efecto empolvado, tremendamente decorativo disponible, por si fuera poco, en una amplia gama de colores delicados, naturales, realmente preciosos.
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La magia renovadora de la pintura
Pintar un mueble con chalk paint es una manera genial de darle una nueva vida, de cambiar su aspecto por completo. Así, esa pieza vieja y destartalada que pensabas que acabaría en el punto limpio se convierte en una joya de la que no te querrás desprender. ¡Y la tarea es realmente sencilla! Tan solo tienes que seguir un proceso de tres pasos que consiste en limpiar tu mueble, pintarlo y encerarlo después para sellar el acabado.
- Comienza por retirar todos los herrajes y adornos que tenga tu mueble, tiradores incluidos, y tapa con cinta de enmascarar las partes que no quieras pintar. Ahora limpia a fondo todas la superficies.
- Prepara la pintura removiéndola a conciencia. Al estar en reposo, algunos de sus componentes se quedan en el fondo del bote, por lo que este paso es importante si quieres lograr el mejor resultado. Agita el recipiente con energía y la tapa bien cerrada, y después remueve con un pincel.
- Pinta tu mueble con una brocha plana o un rodillo flocado (de pelo muy corto y compacto). La brocha deja un acabado más irregular que va muy bien para piezas rústicas, mientras que el rodillo consigue un efecto liso y homogéneo. Da pasadas largas, siempre en dirección de la veta de la madera, y sin cargar en exceso la brocha con pintura. Deja secar unas horas y aplica la segunda capa.
- Para acabar, aplica cera incolora con una brocha gruesa para sellar la chalk paint y frota con un trapo limpio.
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Efecto envejecido
Existen muchas maneras de pintar un mueble con chalk paint, según el tipo de pieza que tengas entre manos y el efecto que quieras conseguir. En muchas ocasiones querrás acentuar ese toque envejecido que tiene tu mueble o dárselo aunque sea completamente nuevo. Con la pintura de tiza esto no solo es posible sino que, además, es fácil de conseguir. ¿Quieres saber cómo?
- Después de aplicar las dos capas de producto y dejar secar por completo, tendrás que lijar cantos, bordes y salientes con un papel de lija muy fino de forma que la pintura se levante ligeramente en estas zonas.
- A continuación sella la superficie de todo el mueble con cera incolora. Se aplica con una brocha gruesa y, después de transcurridos 15 minutos, se frota con un trapo para eliminar el exceso de cera.
- Aplica cera oscura en las partes que previamente has lijado para lograr ese toque envejecido, y después frota con un paño suave. Es importante hacerlo con un trapo de algodón que no suelte pelusa.
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Decorar con la técnica del estarcido
El estarcido consiste en estampar con pintura y plantillas especiales diferentes motivos sobre una superficie. Gracias a ella se pueden conseguir decoraciones espectaculares en cualquier mueble: una cenefa, un motivo repetido, un estampado original, etc.
- Para ello necesitarás: chalk paint en los colores que más te gusten, una plantilla para estarcir, un pincel de estarcido (de cerdas duras y con terminación recta. Si no lo tienes a mano, puedes cortar uno normal con unas tijeras dejando las cerdas cortas), cera.
- Pinta la pieza de tu color favorito, según hemos explicado antes, y deja secar.
- Coloca la plantilla donde quieras estarcir el diseño y elige un color que contraste.
- Ve aplicando la pintura sobre la plantilla con el pincel de estarcir, colocándolo perpendicular a la superficie y dando pequeños toques. También puedes utilizar un rodillo. Trabaja de fuera hacia dentro y con poca pintura, para evitar que esta se corra por debajo de la plantilla arruinando el dibujo.
- Repetir tantas veces como quieras reproducir el diseño.
- Una vez esté seco, sellar con cera incolora. Si el mueble va a tener mucho uso, puedes aplicar barniz.