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Niksen, el maravilloso arte de no hacer nada. Así de inspirador e impactacte a partes iguales comienza este artículo. Porque puede sorprendernos algo que invita a parar y no hacer nada. En un mundo en el que somos multitarea dentro y fuera de casa, siempre hay que estar haciendo algo, "desacelerar" y parar nos suena raro. Pero este concepto holandés promueve precisamente eso: no hacer nada. Es una práctica que algunos coaches aseguran que reduce el estrés porque defiende la idea de olvidarse de deberes y necesidades y de permitir que la mente vaya adónde quiera. Caroline Janssen, autora del libro Niksen: The dutch art of doing nothing (Niksen: el arte holandés de no hacer nada) explica que en realidad no se necesita nada especial para no hacer nada. Es un concepto que ayuda a priorizar la salud y el bienestar de uno mismo.
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Así que te proponemos llevar este concepto a la decoración de tu casa para que sea más fácil practicar niksen en tu espacio personal, donde debes dedicarte a descansar y desconectar. Te aseguramos que sentirás cómo baja tu nivel de estrés y te relajas. Si el concepto de mindfulness busca estar presente y ser consciente del momento, niksen no pone ni siquiera este "límite". Sino que se trata de sentarnos en un sofá, delante de una ventana, sin dispositivos móviles cerca y dejar que la mente vaya por donde quiera ir. Así se resuelven problemas y aparecen nuevas ideas, precisamente, por no hacer nada.
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La entrenadora neerlandesa Olga Hamming-Vrieze asegura que es una forma de recuperar la paz y la creatividad estando en reposo y despierto. Solo así se libera la mente del desgaste causado por el acelerado ritmo de vida actual. Podríamos decir que niksen es darse conscientemente el tiempo y la energía necesarios para realizar actividades de no hacer nada, como mirar por la ventana o estar sentado sin hacer nada. Te contamos cómo adaptar tu casa para empezar a practicar esta forma de vida.
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¿Cómo aplicar el concepto 'niksen' de no hacer nada a la decoración de tu casa?
Oblígate a sentarte en un sofá sin nada más que hacer, sin mirar tablet, ni móvil, ni televisión, ni con un papel y un boli cerca… nada. Para eso es importante sentir que tienes un espacio en el que hacerlo. Puede ser una butaca confortable o un puf en el suelo, en un espacio casi en el que te sentarías a meditar. Un lugar cálido, con una manta cerca que echarte encima, en el que estar muy muy cómodo.
Por supuesto la iluminación te ayudará a entrar en ese estado consciente de no hacer nada, te invitará a rebajar el ritmo porque lo que más puede costarte es pasar de la locura de las horas centrales del día a la calma que necesitas para desconectar. Usa lámparas de iluminación ambiental, luz cálida. Será como cromoterapia porque la percibimos como cálida y confortable y la asociamos a estados de bienestar y calma.
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Intenta olvidarte de dispositivos móviles. Es una buena opción no llevarte el móvil ni la tablet al sofá o allá donde vayas. Entra en casa, asgínale un lugar y déjalo ahí. Incluso puedes ponerlo en silencio o acostumbrarte a apagarlo llegada una hora de la noche. No solo niksen apuesta por esta opción, sino que son muchos los expertos que nos invitan a no mirar el móvil antes de ir a dormir (así como tablets u ordenadores) porque no nos induce a la fase de relajación previa al sueño. En el libro Deviced! Balancing life and technology in a digital world (Dispositivos, el equilibrio entre la vida y la tecnología en un mundo digital), su autora Dorren Dodgen-Magee explica que, comprobado científicamente, la mayoría de los individuos pasan gran parte de su tiempo interactuando con pantallas. A día de hoy, nos hemos dado cuenta de este detalle.
Convierte el dormitorio en tu refugio con textiles naturales y sencillez. Decóralo con esa idea de minimalismo cálido que está tan de tendencia. Menos es más, nada de estampados llamativos ni demasiado objetos. Amplitud y orden con materiales que hacen muy confortable el lugar. Mucho blanco y luminosidad aunque, de nuevo, puedes introducir aquellos colores o elementos que te hacen sentir bien.
Haz cómodo y confortable el entorno. Esto sería aplicable a toda la casa pero fundamentalmente hay que empezar por esos ambientes en los que te relajas y paras como el salón y el dormitorio. Si tienes una terraza o balcón y acostumbras a hacerlo, también piensa en ese espacio. Los textiles son fundamentales para que resulte especialmente cómodo. También que los asientos lo sean, adaptados a ti y tus preferencias. Las fibras naturales y las maderas te ayudarán a sentirte en paz y en contacto con la naturaleza. Ella siempre nos devuelve esa parte de relajación que perdemos en el día a día, sobre todo si se vive en la ciudad. Y, por supuesto, tonos cálidos y sosegados, en los que te sientas a gusto. Puede haber color porque si para ti es importante, debe haberlo. Siempre hablamos de los sosegados pero no todos son blancos. Los arena medios también crean una sensación de recogimiento agradable. Si bien, lograrás el efecto con muchos tonos claros, la madera y algunas pinceladas de color personalizarán y te inducirán igualmente a la calma. Encuentra ese entorno en el que tú estás bien.
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Llévate contigo niksen al baño y aprovecha un baño caliente o una ducha reconfortante para precisamente no hacer nada. Crea un ambiente único con velas o iluminación suave (apagar la luz para disfrutar del momento te hará ser más consciente de bajar el ritmo). Cuida el aroma que te rodea. Cuídate.
En definitiva se trata de que te rodees de lo que te da paz y resulta agradable. Esto es para favorecer esa práctica de niksen. Cuando la asimiles, puede que te cueste menos practicarlo en cualquier sitio. Pero como los comienzos sondifíciles, adaptar la decoración de tu casa o de un rinconcito a estas ideas te ayudará. Usa las plantas en ese espacio también para sentirte más en contacto con aquello natural, donde desde siempre, no ha habido tecnología sino solo vida y contemplación.
Lo mejor de todo es que basta un rato al día para hacer esto y sentirás sus beneficios. Se despeja la mente, los problemas se ven de otra manera, las ideas parecen que se aclaran y surgen nuevas con más creatividad y fuerza… empieza por 15 minutos al día, en el rincón que prefieras de la casa, en aquel que sientas que es para ti, casi en excluiva en ese momento. Sentirás sus beneficios y querrás llevar niksen más allá y aplicarlo durante más tiempo siempre que puedas. Empezar a practicarlo requiere autodisciplina y constancia antes de notar los resultados.
Consejos para no hacer nada
La coach Catri Barret, de The Curiosity Coach (Catribarrett.com), nos da unos tips para aplicar en casa y practicar niksen:
- Túmbate en la cama y mira el techo.
- Mira por la ventana y deja que tu imaginación eche a volar.
- Siéntete orgulloso por no hacer nada y tener una agenda vacía en vez de estar ocupado todo el rato.
- No cojas el móvil, practica el niksen sin tener que sacarlo del bolsillo y juguetear con él para que parezca que estás ocupado Practícalo cuando estés esperando a que lleguen tus amigos, de camino al trabajo o en una sala de espera.