A todos nos gusta que nuestra casa hable de nosotros, pero no sabemos qué tiene el salón (quizá ese no sé qué o qué sé yo) que es el centro de las miradas. Nos acoge a nosotros para relajarnos, pero también a nuestros familiares y amigos cuando nos reunimos. Es testigo de muchas risas y confidencias. Así que ha de ser perfecto. Para que su decoración cumpla todos los requisitos, solo has de seguir estas reglas. Repásalas una a una para acertar.
Busca la simetría con las piezas que decoren el salón
No tiene que ser literal, pero sí de manera que haya paralelismo y juegos de simetría. Puedes colocar dos sofás idénticos enfrentados, dos modelos diferentes pero de tamaño similar o un sofá y un par de butacas. Es una forma de lograr simetría, más o menos rígida según te apetezca. Pasa lo mismo con los elementos que decoren la pared, las librerías o lámparas del salón.
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Escoge muebles de tamaño adaptado a las dimensiones del salón
Otra de las reglas de oro que debes tener en cuenta, tanto si empiezas a decorar el salón desde cero como si crees que al tuyo hay que darle una vuelta porque algo falla. El tamaño de cada mueble del salón ha de estar relacionado con las dimensiones del espacio. Piezas grandes en un salón pequeño, harán que se vea saturado. No es lo mismo poner solo un mueble de mayor tamaño que destaque que todos. Y si son pequeños en un espacio amplio sentirás el salón frío. Fíjate en este salón de pocos metros: se han elegido dos sofás sin reposabrazos para que resulten más ligeros y se ha dado prioridad a los asientos frente a la mesa de centro, en este caso sustituida por un puf.
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Regla de oro para un salón 10: la distribución
Busca la mejor. En la mayoría de los casos se sabe que algo no encaja en el salón pero no logras dar con la clave, con lo que falla. Y es que puede que mires los muebles y remires las paredes pero el fallo está en la distribución. Es ese detalle que está ahí pero en el que no caemos y es fundamental para lograr una decoración perfecta en el salón. No te conformes con lo que ves, puede haber otra distribución posible. Analiza el espacio y el uso que haces de él. Puedes hacer un boceto de la planta con las medidas, recortar los muebles que tienes a escala y, como en un puzle, moverlos por el espacio para ver el efecto.
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Recuerda que menos es más
Una decoración sencilla da amplitud y sensación de orden. No por llenar de adornos, lámparas, muebles y demás el salón estará mejor decorado. Así que repasa lo que tienes. Quita de baldas todo lo que ves, incluso de las paredes los cuadros y redistribuye. Quédate solo con lo que más te guste, con los adornos más bonitos, pero solo unos pocos. Un mueble o estante se decora con complementos en un lado, en el contrario o en el centro pero no distribuidos en toda la superficie. Y las paredes no han de estar repletas de cuadros y láminas.
Mesas de centro: el complemento ideal en el salón
Hay parejas de mesas y sofás que encajan. Casos en los que una mesa de centro cuadrada es perfecta. Y otros en los que una circular dará movimiento al conjunto. La mesa de centro es ese complemento en el estar que "llena" la parte central, decora, organiza el espacio y ayuda como apoyo. A veces se puede prescindir de ella o sustituirla por unn puf o por mesas auxiliares. Estas son una buena opción para cubrir ese espacio. Esta regla sobre mesas de centro hará que tu salón quede perfecto: dedícale un tiempo a pensar qué tipo de mueble va más y de qué tamaño (piensa que siempre han de quedar 60 cm libres alrededor de la mesa).
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Asientos auxiliares, completa la zona
Regla de oro: no solo de sofás vive un salón. En la zona de asientos del estar, el sofá es la pieza central. Este debe ser casi el primer mueble que elijas y en torno al que se debe decidir la distribución restante. Pero el complemento ideal son los asientos extra: butacas, sillones, bancos, taburetes, pufs… En función del espacio, escoge uno u otro. Este asiento auxiliar te ayudará a delimitar el espacio (es como una alfombra que demarca la zona).
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Otra regla de oro: la iluminación
Los salones perfectos cuidan la iluminación. Y no solo la colocación adecuada de cada punto sino la elección de las lámparas (acorde al estilo y lugar donde lucen). El salón debe tener diferentes tipos de iluminación según las zonas a iluminar y la función de ese punto de luz (más general, de lectura, ambiental, para estar…). Y las lámparas pueden ser focos que pasen inadvertidos o luminarias de diseños casi escultóricos que estén en el suelo o colgando del techo en una combinación en varias alturas.
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El mueble del salón
Si el sofá es el primer elemento que debes elegir conforme al espacio, el segundo es el mueble de los audiovisuales. Este no solo acoge los aparatos tecnológicos que te aseguran una buena sesión de cine en casa, sino que también suele llevar espacio de almacén extra según hábitos. Puede que precises una librería, mueble con puertas para guardar, un espacio para las botellas a modo de mueble bar… Los muebles a medida pueden resolver todas las necesidades. Antes de escoger, piensa bien qué necesitas guardar.
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Un elemento protagonista
Otra regla de oro que puedes aplicar en tu salón para que su decoración destaque es esta. Sobre todo en ambientes en lo que se ha optado por un interiorismo de básicos en colores neutros, con piezas sencillas. Es la manera de darle personalidad y hacer que todo se enriquezca. Puede ser una pieza central como una chimenea -es el caso de este salón-, una alacena recuperada, una butaca en color, una lámpara de pie impresionante…
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Aprovecha la luz natural
No por dejar para "el final" esta regla de oro es menos importante. Todas las expuestas en este artículo lo son. Aplica este decálogo en tu salón y será perfecto. Y la luz natural es un lujo. Si tu salón la tiene, aprovéchala. Da calidez por sí sola. Es un elemento intagible de la decoración. Así que no abuses de cortinas de telas pesadas y gruesas en las ventanas. Tamiza la luz natural con estores o visillos ligeros, como mucho con caídas a los lados que vistan el ventanal. Piensa que si las vistas merecen la pena, incluso puedes prescindir de cortinas.