En Navidad, junto con el Belén, el árbol es la estrella del salón y de cualquier rincón donde lo pongas. Repleto de color o monocromático, grande o pequeño, tradicional o atrevido. ¿Cómo es tu árbol soñado? Te damos ideas para montarlo y decorarlo para que quede de revista pero también consejos prácticos para elegirlo según dónde lo vayas a colocar.
Lo primero, cuestión de medidas
Aunque a todos nos encanta la imagen del gran árbol de Navidad que llega hasta el techo y llena todo de magia, hay que ser realistas a la hora de elegir el árbol. Puede ser artificial (deberás pensar dónde guardarlo cuando pasen las fiestas) o natural (lo cuidas, lo disfrutas y luego lo replantas). Pero es importante que sepas dónde lo pondrás y elijas un tamaño adecuado al espacio.
Hay árboles de todos los tamaños, hasta en versión mini para que luzcan sobre un mueble. Así que todas las casas pueden tener un árbol de Navidad. Piensa que no debe entorpecer porque serán bastantes días los que estará en casa. Si lo pegas a un rincón o esquina, te asegurarás que no entorpece y, además, a la hora de decorarlo, la parte menos vista puede quedar sin decorar (ahorras en adornos).
Solo dos apuntes más a tener en cuenta sobre la ubicación del árbol de Navidad en casa: si es artificial y quieres que tenga luces, piensa que deberás tener un enchufe cerca y así evitarte cables de alargadores en medio. Y si es natural, evita que quede muy pegado a un radiador o fuente de calor.
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