Aunque los metros cuadrados de tu salón son los que son, existen varias fórmulas para hacer que, al menos a la vista, crezcan y se multipliquen. Basta con jugar bien tus cartas decorativas y no caer en errores de principiante. Estas son nuestras 10 reglas de oro.
1. Abre las puertas
O elimínalas. Los espacios abiertos son en sus diferentes fórmulas (salón-comedor; salón-comedor-cocina o salón-recibidor) una manera de transformar un espacio XS en XL, casi por arte de magia. Además, estamos ante una distribución en alza, que encontramos cada vez más en las viviendas actuales. Por lo que no solo ampliarás, sino que, además, te subirás a las tendencias de decoración del momento.
2. Contrasta y vencerás
Engaña a la vista y juega con las posibilidades que te brindan elementos estructurales, como paredes y techos. Así, un techo blanco con paredes azules, como las de este ambiente de Delightfull, hará que la altura de la habitación se eleve al entrar en contacto dos colores que ‘chocan’. Evidentemente, si haces lo mismo con beis, no funcionará. La clave está en el contraste de tonalidades.
3. El blanco siempre funciona
Especialmente si va bien acompañado con neutros, como en esta propuesta de Fantastic Frank. Con esta regla no estamos descubriendo nada nuevo, lo sabemos, pero en un momento en el que la paleta cromática se apodera de la decoración del hogar, no podemos pasar por alto el poder de un tono con un sinfín de tonalidades distintas (hasta 32 hemos contado), que integran tonos clásicos, de tendencia o contemporáneos.
4. Mira el suelo
En cuestiones de pavimento existen dos trucos que son garantía de éxito. Por un lado, elegir un suelo claro, como un parqué blanco, que dé continuidad y sensación de amplitud, y por otro, otorgarle protagonismo con un diseño especial. Los de madera en espiga, como el de este ambiente de Scandinavian Homes, que se dirigen hacia un mismo lado proporcionan profundidad visual, agrandando las dimensiones de tu estar desde abajo. Sin olvidar, el estilo que derrochan.
5. En proporción
Elegir piezas cuyo tamaño es desproporcionado respecto al espacio es uno de los errores más frecuentes a la hora de amueblar el salón. No estamos hablando de tener muchos muebles, sino de que sus dimensiones no sean las correctas y de 'trabajar' los mismos con capas. Así, este estar de Homepolish está abarrotado, con dos sofás, mesa de centro y butacas, y, sin embargo, todo está equilibrado y encajado en la planta cuadrada del espacio. La abundante luz natural también ayuda.
6. Engaña a la vista
Y borra los límites que te imponen las paredes. Puedes hacerlo mediante una pintura mural, un papel pintado, una fotografía especial o, como en esta propuesta de Bruguer, mediante la propia pintura de la pared. Así, la vista se perderá en el infinito y la profundidad de tu salón lo hará con ella.
7. Busca la luz
“A todos nos gustan los espacios con luz natural y, por eso, es fundamental que la zona de la ventana esté despejada. Evita la colocación de muebles altos junto a las cristaleras para propiciar que la claridad del exterior entre en el salón como un rayo, nunca mejor dicho”, aconseja la diseñadora e interiorista Sandra Marcos. En este ambiente, que combina visillo blanco y cortina azul, el sillón amarillo y la mesa de centro de Boca do Lobo aportan el plus de brillo y estilo para relucir con más fuerza.
8. Luce las lámparas
Lo sentimos, el tiempo de los focos empotrados ha pasado (o casi), y las lámparas vuelven a ser un básico de la decoración actual. Si pensabas que, además, hacían que tu salón pareciese más grande, estabas equivocada. Una buena iluminación puntual, con lámparas de sobremesa y de pie harán que luzca mejor y más amplio. Eso sí, siempre que la cantidad se corresponda con las dimensiones del espacio.
9. Llena tu pared de cuadros
El arte siempre es bienvenido al hogar, incluso si tu salón no anda sobrado de metros cuadrados. Para que las dimensiones no encojan, coloca uno XL en un lugar preferente o varios pequeños y medianos en la pared del sofá. Juega también con los marcos y los motivos, para dar mayor sensación de movimiento al conjunto.
10. Usa la distribución
Si ves que no puedes moverte con cierta libertad, no sabes dónde dejar una bandeja o las gafas y cuando te sientas no puedes estirar las piernas, a lo mejor no son los muebles los que fallan sino la forma de ubicarlos en el espacio. “Otro básico para conseguir un salón espacioso es la distribución: debe de girar en torno a las piezas más grandes, como son el sofá, el mueble de la tele y la mesa de centro”, afirma Sandra Marcos.