Decoración exterior

No todas las piscinas son iguales, según qué tipo construyas tendrás distintas ventajas

Tener piscina en verano es un lujo que no está al alcance de todos, pero si vas a construir o instalar una en tu casa debes tener en cuenta qué tipos existen y cuál se adapta mejor a lo que esperas de ella.

Por Cristina Soria

El sueño de todos en verano es tener una piscina propia y poder pasar los largos días de calor mojándonos y respirando la brisa. Es la solución infalible para las largas tardes con niños y para las fiestas con amigos, porque una piscina no solo es un lugar donde nadar, sino también un elemento estético que te permite compartir buenos momentos y dar rienda suelta a tus noches de verano.

Leer: ¿Sabes qué es una piscina natural o ecológica? Ventajas de un baño cristalino

Sin embargo, no todas las piscinas son iguales. Existen varios modelos cuyas diferencian atienden al tipo de dibujo que muestran en su base, a la complejidad y el coste de construcción e instalación, y al impacto visual que demuestran.

VER GALERÍA

Piscina de construcción

El material con el que se construyen las piscinas de forma habitual es el hormigón armado, que garantiza la estanqueidad y aporta una estructura sólida para mantener las paredes firmes y sin deformaciones. Este material es perfecto para hacer cualquier tipo de piscina, de cualquier tamaño y profundidad.

VER GALERÍA

Sin embargo, dentro de este tipo de piscinas existen las que son de hormigón o las que se construyen con bloques. Esta segunda opción puede ser más fácil de revestir y más versátil para hacer formas originales en la base de la piscina.

Para las juntas de los bloques se aplica una membrana de PVC que se denomina técnicamente como “liner”. Pasado un tiempo, este liner suele perder calidad (estanqueidad) y hay que sustituirlo, pero es una cuestión a tener en cuenta cada muchos años.

Leer: ¿Sabes qué es una piscina natural o ecológica? Ventajas de un baño cristalino

Piscina de poliéster

Sí, el poliéster llegó a las piscinas. Se trata del material del que están construidos los cascos de las piscinas prefabricadas, con una base de resina y fibra de vidrio. Esta es la forma más fácil de instalar una piscina, pues no requiere de un proceso complejo de construcción. Simplemente hay que cavar el hueco e integrar el casco de poliéster, aunque también hay que trabajar integrando filtros, desagües y sistemas de llenado.

Piscina desbordante o de espejo

Seguramente más de una vez te habrás quedado con la boca abierta al ver unas piscinas sin márgenes, donde el agua cubre justo al nivel superior de la piscina y donde parece que el filo del agua es la única separación, sin bordillo y sin ningún otro relieve. Estas piscinas son la última moda cuando nos referimos a la alta gama y suelen tener una mejor cabida cuando se sitúan en espacios con una apariencia natural o donde hay cierta espectacularidad del punto de vista.

VER GALERÍA

Porque para aprovechar mejor las piscinas espejo, se recomienda que estén situadas en un ático o en una elevación del terreno, que favorezca la sensación de misticismo y produzca ese efecto doble al ver el reflejo sobre el agua del paisaje. Suelen verse en entornos naturales de puro campo, cerca de playas vírgenes o en plena ciudad.

Leer: Todo lo que necesitas saber para tener una piscina perfecta, cristalina y bien equipada

Son estructuras que conviene realizar a medida, pero existen soluciones más económicas para instalarlas que implican aplicar paneles de poliéster, aunque el precio siempre será más caro que cualquier otra piscina, porque el trabajo de precisión debe ser absoluto para generar una buena distribución del agua y que el desbordamiento de los márgenes sea el justo y necesario.

El mayor inconveniente técnico de estas piscinas es que necesitaremos, además, un depósito que se haga cargo del agua desbordada, aspirándolo con un filtro y compensando el nivel con una bomba de alto caudal.

Leer: Si estás pensando en construirte una piscina, mira cómo son las mejores