Pintar en color blanco siempre es un acierto. Es el color perfecto para crear una base neutra y luminosa sobre la que decorar cualquier habitación y con cualquier estilo. Pero también hay que saber usarlo, por qué, cómo y, sobre todo, cuando no hacerlo.
El color más potente para ganar claridad
El blanco siempre concede luminosidad a los interiores. Capta la luz exterior y la multiplica porque la refleja (hasta un 90%). Y la luz es una baza de lujo para decorar. Los ambientes luminosos se sienten más amplios y confortables.
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