Todo en esta casa, decorada por el estudio Les Ensembliers, rebosa elegancia y modernidad: los materiales utilizados, las líneas rectas, el abuso de un clásico que siempre funciona (black & white) y muebles que encajan aunque sean todos diferentes.
Un ático para soñar
El estudio Les Ensembliers (www.ensembliers.com) ha sido el encargado de darle carácter y sofisticación a este ático dúplex ubicado en Montreal (Canadá). Con un interiorismo muy personal y glamouroso, la vivienda cuenta con dos plantas comunicadas por un escultórica escalera de caracol. Los maxi ventanales continuos se convierten en un elemento decorativo más que permite que todo se llene de luz y las vistas de la ciudad se integren en los espacios.
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Las palabras de la diseñadora Coco Chanel, “una mujer debe ser dos cosas: elegante y fabulosa” parecen trasladarse a este espacio a través de una decoración que abusa del blanco y negro y en la que se incluyen piezas de arte y muebles exquisitos, con toques en dorado.
El salón principal es un espacio abierto gracias a la sensación que aportan los ventanales acristalados de suelo a techo y a la ausencia de techo que lo limite, ya que esta zona cuenta con doble altura. Los asientos (un sofá con chaise longue en tono curdo y dos butacas de tapizado estampado) se orientan hacia un módulo central lacado en color negro brillante que acoge una chimenea y los audiovisuales y que delimita el espacio. Detrás, hay otra zona de estar de dimensiones más reducidas. Todo aquí se decora en blanco y negro con la llamativa pincelada en color naranja que aportan los cojines.
Una alfombra marca es espacio del salón. En esta toma se aprecia la conitnuidad entre los ambientes. La escalera de diseño curvo con barandilla en cristal se convierte en un elemento decorativo más. Piezas de arte y lámparas se mezclan, exhibidas sobre pedestales en color negro a diferentes alturas. Así, Les Ensembliers puso el énfasis en el arte como un elemento decorativo que aporta distinción.
El estudio quiso que la escalera que une los dos niveles de este ático dúplex fuera un elemento escultórico. Su diseño curvo gana en ligereza con una barandilla en cristal y escalones sin contrahuella, revestidos con moqueta. Desde el piso superior desciende un adorno deco en el tiro de burburjas de cristal transparente que parecen flotar en el espacio.
Aquí se aprecia el detalle del elemento decorativo que pende del techo en el tiro de la escalera. Pequeñas gotas o burbujas de cristal, engarzadas en bases doradas que parecen estirarse y sujetadas, a su vez, por hilos.
Esta es la zona de estar más íntima que se encuentra detrás del mueble principal del salón. Un espacio independiente que se decora en tonos rosas, con pinceladas en blanco, negro y metalizadas. Destaca el sofá tipo chaise longue, perfecto para recostarse a leer o escuchar música.
El comedor de este ático mantiene la misma línea sofisticada en su decoración gracias a las piezas elegidas: una mesa rectangular con pies terminados en dorado y sillones tapizados en terciopelo rosa con patas metálicas en dorado. Sobre la mesa cuelga una lámpara estilo origami, ligera y original al mismo tiempo. La ausencia de cortinas aquí concede amplid. En la pared destaca una obra de gran tamaño en negro y blanco, como guiño a los colores predominantes en el salón principal.
El estudio concibió la cocina de este ático como un espacio que debía mantener la misma sofisticación y glamour que el resto de los ambientes. Para ello optó por crear una zona de trabajo con muebles en blanco y negro, en acabado brillo, y completar el espacio con un comedor de diario u office elegante con una mesa redonda de cristal, butacas tapizadas en color rosa y una lámpara de techo de cuentas de cristal.
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El office de la cocina, que rebosa estilo y calidez gracias al diseño de los muebles. Las paredes se han revestido con un papel inspirado en el estilo japonés, en línea con la fotografía del frente. Una consola con el sobre de piedra y estructura metálica dorada completa el espacio. Sobre ella otro guiño nipón con una escultura en forma de kimono.
El dormitorio principal cede todo el protagonismo en la zona de descanso a la cama, con un diseño de estructura con cabecero integrado en una estructura que la completa a modo de dosel en color negro. Este recurso decorativo potencia el contraste entre los tonos oscuros y los claros usados para decorar la habitación. En la pared, el uso de revestimientos diferentes ayuda a destacar elementos: así, la zona central del cabecero se enmarca con una tira en tono topo mientras que el espacio de las mesitas de noche lo hace con espejos.
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Otra de las joyas de este ático es el vestidor. Aquí los tonos se suavizan y encontramos grises en menor medida coordinados con mucho rosa pastel. Delante de la ventana se ha creado una zona de tocador con una consola y una butaca. El centro del espacio lo ocupa una gran cómoda (sobre la que pende una llamativa lámpara) y en las paredes, armarios con puertas. Sobre el suelo una gran alfombra añade confort.
También en la planta superior se encuentra un espacio de estar y trabajo luminoso, que comunica con el salón a través de una barandilla de cristal y la doble altura del techo de esta zona. En el área de asiento se ha creado un espacio colorido y confortable donde los textiles tienen mucho peso. El teriopelo y el brillo de la alfombra son los encargados de poner glamour. Junto a los sofás, unos coloridos pufs completan la zona de asientos, alrededor de una mesa de centro cuadrada.
Frente a los asientos, se encuentra la mesa de trabajo, apoyada por un aparador que ayuda a mantener el orden en este espacio. La silla se tapiza en terciopelo, en línea con las tapicerías del estar, y un gran cuadro añade personalidad y colorido. Por la distribución y concpeción del espacio, este rincón está perfectamente diseñado para trabajar en solitario o mantener una reunción informal de trabajo.