El tuyo es un recibidor normalito, quizá, algo pequeño. Pero solo lo va a parecer después de aplicar estos trucos de decoración, muy prácticos, que te damos. ¡Crecerá visualmente! Y lo notarás también en soluciones de almacén.
Mueble dos en uno
Zapatero y mueble de recibidor. En recibidores pequeños es fundamental. Entre las piezas básicas que no deben faltar en un recibidor está ese pequeño mueble de apoyo que puede ser una balda, una consola, un aparador… y, por qué no, un mueble con dos funciones: zapatero y mueble de apoyo. Los zapateros tienen la ventaja de ser muebles de poco fondo (unos 30 cm máximo) por lo que para recibidores pequeños son perfectos. También las baldas o estantes cuadrados se convierten en un lugar perfecto (y ligero) para dejar las llaves y el móvil al entrar en casa.
Todos los muebles de este tipo que quedan suspendidos o que levantan del suelo varios centímetros con patas altas, resultan más ligeros al despejar esa zona. Pero eso no quita para que puedas poner, según el tamaño de tu recibidor un banco con espacio para guardar zapatos, por ejemplo. Otro mueble dos en uno muy práctico. Y las llaves pueden ir colgadas en la pared.
Abre el recibidor
¿Qué quiere decir? Que no lo delimites con más puertas (innecesarias) de las que ya suele haber en un recibidor. Si puedes abrirlo o comunicarlo con ambientes contiguos, perfecto. Elimina tabiques y puertas y sustitúyelos por otras soluciones decorativas en el caso de que necesites mantener cierta independencia. Por ejemplo, con un cerramiento en cristal o con una solución decorativa con listones verticales en madera.
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Sí al blanco pero no es el único color
Claro que el blanco es el color por excelencia recomendado para un recibidor pequeño. Ya sabes que, en general, para cualquier estancia no muy amplia. Pero no todo tiene que ser blanco. Puedes optar también por maderas en tonos suaves para algún mueble e introducir notas en color negro u otro que te guste. Las paredes pueden estar pintadas en color blanco pero también hay otros revestimientos con los que personalizarás el espacio como el papel pintado. Hay muchos modelos de fondo neutro con pequeños motivos que pondrás una nota de distinción sin saturar. Incluso, puedes poner una pared con ladrillo visto en color blanco.
Un gran espejo
Fundamental. Para decorar el recibidor y que parezca más grande (además de que es otro complemento imprescindible en esta estancia) coloca un gran espejo. Redondo, cuadrado, rectangular, tipo ventana con barrotillos… Incluso puede ser una composición con varios espejos. Puede ir colocado sobre el mueble principal, sobre un banco que haga de descalzadora o en una pared como elementos protagonista. Servirá para echarte un vistazo antes de salir de casa pero también amplía el espacio y multiplica la luz que reciba. Si lo colocas enfrentado a la puerta de entrada ganarás sensación de profundidad al entrar.
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La iluminación: clave en el recibidor
Si quieres que tu recibidor parezca más grande, entonces no descuides la iluminación. En muchas ocasiones el recibidor es interior y un espacio algo oscuro. Si tienes la suerte de contar con una ventana, aprovecha la luz natural y no coloques pesadas cortinas. Lo mejor es un visillo o caída ligeros o un estor pero en colores claros que no provoquen que es espacio se oscurezca demasiado o “coloree” del color de la tela.
El recibidor debe tener puntos de luz en el techo, ya sea uno central o varios focos empotrados. Lo ideal que es la lámpara de techo, si es colgante, no entorpezca demasiado. Es preferible un diseño pegado al techo. Solo en recibidores con techos de altura, las lámparas cuelgan más. Y además, cuenta con una lámpara al menos de sobremesa o de pie para una iluminación más ambiental, que puedas dejar encendida para que se vea en la zona de paso cuando hay visitas, por ejemplo.
La decoración que hace crecer el recibidor
En cuanto a la decoración perfecta para un recibidor mini es que todo sea muy neutro y elegir un mueble o una solución que llame la atención. Por ejemplo, en un espacio de paredes blancas, con puertas de armarios lisas, ese objeto especial puede ser un banco con bonitos cojines y un espejo redondo maxi encima. En espacios muy pequeños, bastaría con una lámpara de pie como objeto llamativo. Si lo prefieres, puede ser la pared con papel pintado o una composición de láminas las que se lleven la ovación, sin muebles que destaquen.
Las alfombras, un juego visual
Una alfombra estrecha, muy rectangular, o con un motivo alargado, alargará el recibidor si la colocas en un planta estrecha y quizá no sea lo que necesites, sino ampliarla horizontalmente para que el recibidor parezca más ancho. Usa entonces una alfombra con un dibujo al contrario. También puedes colocar varias redondas para acortar una planta alargada.
Sin espacio para un armario
No todos los recibidores tienen la suerte de contar con un armario o de disponer de espacio suficiente para colocar uno. En estos casos para aprovechar el espacio cuenta con un perchero de pie o de pared. Si quieres una solución decorativa y práctica, los percheros Dots de Muuto decoran cuando no se usan y son perfectos para dejar abrigos y el bolso nada más llegar. Cualquier tipo como el de esta imagen, de la firma Hartô, tendrás ese efecto porque son bonitos en sí mismos. Como ves, es posible decorar y ganar espacio para organizar, solo hay que dar con la opción adecuada. ¡Siempre hay una!
Muebles a medida
Por supuesto, siempre son un plus para aprovechar bien el espacio. Es la mejor manera de adaptar el mueble a las características concretas de la planta y además conseguir las soluciones de almacén que necesites. Y siempre teniendo en cuenta la parte más estética. Puedes crear muebles que se prolongan en bancos, bancos con zapatero, escaleras que ocultan un armario bajo los escalones, muebles de apoyo que hacen de delimitadores o sencillamente una pieza a medida como este banco de fondo reducido y estilo industrial.
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Frentes de armario camuflados
En los recibidores pequeños cuanta más sencillez, mejor. Esto da sensación de amplitud (al igual que el orden). Así que si tienes un armario empotrado, haz que las puertas pasen casi inadvertidas, integradas en la pared (lacadas en el mismo color, por ejemplo, y sin tiradores o con un modelo discreto). Las superficies lisas ayudan a que las paredes se vean más grandes. También encajan los frentes de armario con superficies de espejo porque sumarás el efecto de este acabado.