¡La naturaleza está invadiendo los hogares! Las plantas se han convertido en uno de los elementos decorativos que han inundado las casas y no solo por el atractivo estético que representan. Son aromatizantes naturales, mejoran el estado anímico y reducen la depresión, purifican el aire y, además, disminuyen el estrés. A pesar de que, en la mayoría de las veces, estos seres vivos exigen poca dedicación, se debe prestar atención a unos cuidados básicos y las condiciones deben obedecer a las necesidades de la especie en cuestión.
Uno de los principales factores a tener en cuenta en la luminosidad del espacio. La ausencia de luz natural puede provocar que la planta no pueda realizar su función vital, la fotosíntesis, y muestre su peor cara. Afortunadamente, aunque contemos con un piso poco luminoso, podemos disfrutar del placer de crear un rincón acogedor en nuestro hogar con plantas de interior que necesitan poca luz. Únicamente debemos escoger las variedades adecuadas.
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Espatifilo
El espatifilo destaca por su verdor y sus atractivas flores blancas. Esta especie, conocida como ‘la planta de la paz’ y procedente de América del Sur, concretamente de Colombia y Venezuela, necesita condiciones propias de la selva tropical, por lo que es perfecta para un piso poco luminoso. Para mantenerla en buen estado, basta con colocarla una habitación luminosa, pero sin que el sol incida directamente sobre ella, y regarla una vez cada semana o diez días. En verano, cuando las temperaturas son más altas, es recomendable hacerlo dos veces por semana.
Sansevieria trifasciata
Además de ser una de las plantas más demandadas, la sansevieria trifasciata no requiere una gran cantidad de luz y puede crecer a la sombra sin sufrir. Esta variedad, conocida como 'Lengua de tigre' y originaria del África Tropical, destaca por unas características gruesas hojas alargadas con bordes amarillos. Es decorativa, original y versátil, perfecta para combinar con otras plantas y aportar serenidad a los espacios modernos. Además, es una gran purificadora del aire. El mayor enemigo de esta especie es el exceso de agua, por lo que será suficiente regalarla una al mes en invierno y otoño y cada quince días en primavera y verano.
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Calathea
La calathea se ha convertido en una de las favoritas de los amantes de la ornamentación interior por la belleza que desprenden sus hojas alargadas con forma de lanza y el envés violáceo. Procede de las regiones tropicales de América y, aunque agradece una exposición de luz moderada, hay que evitar siempre el sol directo. Por tanto, debemos colocarla en una estancia de la casa no muy soleada. En cuanto al riego, lo ideal es regarla una o dos veces por semana en invierno y en verano, cada dos o tres días. Esta variedad necesita mucha humedad, así que se debe pulverizar con frecuencia para mantenerla en perfecto estado.
Aloe vera
El aloe vera ofrece una larguísima lista de propiedades beneficiosas tanto para la salud como para la belleza y la piel. Además, contribuye a mejorar la calidad del aire y tener un sueño más reparador. Esta suculenta, conocida como ‘la planta milagrosa’ y originaria del noroeste de África, no necesita demasiados cuidados y puede crecer perfectamente a la sombra. Demanda poca agua y basta con regalarla cada 15 días. Búscale el lugar más soleado posible de la casa para mantener sus hojas rígidas.
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