Estos son los cuatro colores que triunfarán en tu casa este verano
Amarillos, verdes pastel, rosas y tierras vestirán tus estancias de arriba abajo. Mira cómo usarlos y combinarlos, para sacarles el máximo partido.
Los colores pueden alegrarnos la vida y transformar nuestras estancias, para que tengamos otra perspectiva no solo de nuestra casa sino también del mundo que nos rodea. En verano, los tonos intensos y apagados ceden el testigo a los más brillantes y atrevidos, en sintonía con las tonalidades del sol, el mar, las flores, los tejados de tu casa de campo... No subestimes su poder, porque su sombra (y su influencia) es alargada.
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Amarillo: el sol de la casa
¿Qué mejor color para dar la bienvenida al buen tiempo? Con línea directa con el sol, el amarillo trae buen humor a todas las habitaciones. Si los tonos suaves siguen siendo efectivos esta temporada, los brillantes, como el limón, el girasol, el canario, el mimosa o el azufre, marcan los designios del verano, aportando una inyección de buen humor y alegría en tus interiores. ¿La ventaja del amarillo? Llama a la luz, calienta la atmósfera y se ve bien en la habitación en la que se encuentra. Solo un ‘pero’, es preciso encontrar el equilibrio perfecto con el resto del ambiente, usándolo con moderación. Por cierto, el mostaza (muy de moda durante la primavera) no se ha ido de vacaciones.
Vida en rosa
Lo queremos porque aporta feminidad y delicadeza a espacios fríos y demasiados estrictos y encorsetados. Combina a la perfección con tonos naturales y claros, pero también con los más profundos, como el caqui, el negro o el gris. Este año, su tonalidad más antigua se impone y se desarrolla en los interiorismos más modernos, mostrando la dulzura y la poesía en todas las habitaciones de la casa. Aunque siguen dando mucho juego, el fucsia y el chicle, tonalidades muy ‘millennials’ con aires pop y juveniles, y, por supuesto el ‘Living Coral’, el rosa anaranjado elegido por Pantone como el color del 2019. Un tono suave y enérgico, capaz de dar un toque cálido y acogedor en una pared del salón o con pequeños toques en los objetos decorativos.
Verde pastel
Durante algunas temporadas, el verde se ha convertido en un color esencial en la escena decorativa, tanto del campo como de la ciudad. Verdadera oda a la naturaleza, se encuentra cómodo en todo tipo de interiores, sea cual sea su estilo y los materiales que le acompañen: adora la madera natural, pero gana puntos con las piezas pintadas en blanco. Esta temporada, sin embargo, ha decidido suavizar su poder y mostrar la belleza de sus tonalidades gris, almendra, agua, menta o liquen, en sus versiones más pastel. Muy versátil, lo encontramos desde la pintura de las paredes hasta los muebles, la ropa de cama y las vajillas para las mesas veraniegas. Una fórmula que garantiza un resultado 10: mezclar diferentes tonalidades.
Tonos tierra
Es difícil encontrar colores más cálidos y reconfortantes que los de la tierra y el sol. Ocre, especias amarillas, terracota, zanahoria, azafrán, miel, óxido... ¡Los tonos tierra tienen, más que nunca, el viento del mar y la montaña a su favor! Inspirados por la naturaleza, el desierto y los paisajes del sur de Europa, estos matices iluminarán tus interiores con la llegada del buen tiempo.
Para invitarlos a nuestra casa y hacer que resalten, no dudes en asociarlos con tonos claros. En cuanto a los muebles, opta por materiales naturales, como la madera, el ratán y otras fibras vegetales. Y si pensabas que solo encajan en casas clásicas o campestres, te llevarás una grata sorpresa, descubriendo su nueva faceta.