1/7 © Alison Hammond Photography

Haz la prueba y observa cómo es tener invitados en tu salón. Si considerabas que era pequeño, cuando lleguen visitas a casa sufrirás en primera persona las estrecheces y la sensación espacial que produce la decoración. Tal vez necesitas replantear el espacio, los muebles y los colores de tu pequeño salón.

 

Adornos, los justos

Un salón pequeño es en sí mismo un adorno, lo bonito del salón es su esencia, y eso vendrá dado por la calidad de los muebles, los tonos y las texturas que utilices para decorarlo. Por eso, los adornos, las figuritas y los objetos decorativos pueden ser superfluos y añadir ruido en la percepción del salón. Busca el minimalismo y decora el salón con lo justo y necesario.

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2/7 © Rendall & Wright

El tamaño lo es todo

Cuando tu salón tiene una dimensiones reducidas puedes sentir la tentación de rellenarlo con muebles contundentes que impacten. Esta idea puede parecer muy interesante, pues con grandes muebles puedes dar una sensación de relleno y, si son de calidad, no te haría falta más. Sin embargo, no es tan buena idea, pues cuanto más grandes sean los muebles y más protagonismo adquieran, menos espacio parecerá que existe. La sensación espacial pierde muchos puntos cuando un espacio pequeño se colapsa por la presencia de muebles demasiado grandes. Vigila este aspecto, y busca un mobiliario que mantenga comodidad y diseño, pero que aproveche al máximo el espacio y no colapse el salón.

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3/7 © Small Change Design and Construction

Cuadros pequeños

De la misma forma que recomendamos muebles pequeños que hagan que el salón parezca, comparativamente, más grande, también es muy recomendable que basemos la decoración del salón en cuadros no demasiado grandes. Es muy posible que tengamos el impulso de coronar las paredes del salón con un gran cuadro contundente, y nada más. Pero si el cuadro es demasiado grande, se comerá el espacio, y su personalidad y dimensiones serán lo único que se vea. Elige cuadros pequeños que generen la percepción de que el salón es más grande de lo que en verdad es.

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4/7 © The Room Studio

Muebles buenos, merece la pena

Si vas a tener pocos muebles, mejor que sean buenos. Las malas calidades se aprecian más cuando el espacio es pequeño, porque centramos la atención en aquello que tenemos delante, y el mobiliario low-cost salta a la vista con demasiada facilidad. El precio no es el problema, sino algunos acabados que con el paso del tiempo evidencian la mala calidad de los muebles baratos. Piensa que si tienes un salón pequeño la inversión que puedes hacer dentro es limitada; por mucho que gastes, siempre serán unas pocas piezas escogidas. Haz del salón un lugar que hable de ti, que transpire personalidad y que lo haga con piezas de mobiliario que siempre te acompañarán.

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5/7 © William Holland Cláudia de Sousa - Interior Design

Muebles superfluos, fuera

Las casas pequeñas deben ser aún más inteligentes que las grandes, todo debe estar pensado y atender a una razón concreta. Todo mueble decorativo debe salir de la ecuación, y la mesa de centro es un buen ejemplo. Sí, la mesa de centro es útil, pero puede sustituirse fácilmente por unas bandejas. Cuando situamos una mesa de centro estamos comiendo demasiado espacio a nuestro salón. 

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6/7 © William Holland Ltd

Ni sillones ni almacenamiento

Las librerías y los grandes muebles aparadores también son superfluos. Los libros los puedes guardar en otra habitación o en el trastero, y la vajilla puedes repartirla en otras zonas de la casa. Y, de la misma forma, los pufs y sillones ocupan mucho espacio, tanto físico como visual, por lo que es preferible disponer de un sofá lo suficientemente amplio que te ayude a aprovechar mejor el espacio del que dispones.

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7/7 © Zazu Designs

Salones monocromo, los vencedores

La percepción es una cuestión espacial que produce que los espacios parezcan más grandes o más pequeños tan solo por la disposición de los muebles y su color. En este sentido, para aprovechar mejor la amplitud es recomendable utilizar un solo color predominante para el salón. El blanco sería perfecto, y bañar con él las paredes y la mayoría de los muebles. Conjugar este color primario con un par más puede ser perfecto, pero huye de los tejidos de patchwork, étnicos y con formas geométricas que añadan mucho color.

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