El buen tiempo nos anima a trasladar la vida al aire libre, recuperando nuestra terraza urbana o balcón. Pero antes de sacar todos los bártulos a la calle, debemos allanar el terreno y prepararlo como se merece. Es preciso que se adapte al uso que vas a darle, a tus necesidades y a los metros disponibles. Está claro que en espacios XS, debe primar la funcionalidad y la versatilidad. Así la opción más práctica es destinarla a un solo fin (comedor, rincón de lectura, zona de relax...), intentando aprovechar al máximo el espacio vertical.
Conectada con el interior
Para hacerla crecer, una buena idea es sumar sus metros al interior de la casa, empleando el mismo pavimento, siguiendo el mismo estilo ‘deco’ o utilizando los mismos muebles, tanto fuera como dentro (una de las tendencias del momento).
Mobiliario adaptado
La elección de los muebles también es una decisión importante, ya que deben prestarte un servicio, pero sin ocupar demasiado, adaptándose a los metros disponibles. Los modelos ligeros, plegables o apilables son buenos ayudantes: se pueden guardan o cerrar, cuando no los necesites. “Para la elección del mobiliario, se debe tener en cuenta no solamente el estilo (que ha de ser acorde al del interior) sino también la comodidad. La idea es crear atmósferas acogedoras y hogareñas, al mismo tiempo que atemporales. Para ello, optamos por materiales cálidos y nobles, como la madera o las piedras, y tejidos y fundas de colores que puedan cambiarse en función de la estación”, aconsejan Meritxell Ribé y Josep Puigdomènech de The Room Studio.
La iluminación es otro de los aspectos más importantes a la hora de crear el exterior ideal. “La combinación de distintos efectos permite iluminar íntimamente la zona de ‘chill out’ o dar un aspecto más teatral a la vegetación con velas y candelabros en un romántico rincón, por ejemplo”, señalan los interioristas.
Diseño paisajístico
A la hora de diseñar la vegetación, lo primero que debes hacer es tener en cuenta la orientación y ver si hay sombras de edificios o árboles, para conocer las horas de sol. Como los metros no suelen sobrar, “debes aprovechar al máximo el espacio y pensar que, además del suelo y la barandilla, puedes jugar con las paredes, poniendo una estantería, colgando las macetas…”, apuntan desde Rojomenta (rojomenta.com). Para no equivocarte, observa los balcones y las terrazas próximas, ya que te orientarán sobre qué tipo de plantas se dan mejor, al contar con un microclima especial de la zona o el barrio.
“Opta por una gran diversidad de especies, para además de crear un conjunto más dinámico, tener menos riesgo de plagas y enfermedades. Y crea siempre combinaciones de 3 en 3 (el número mágico), mezclando volúmenes y alturas. Si quieres poner un árbol, mejor uno pequeño y si crece demasiado, trasládalo o regálalo, ya que en maceta no se desarrollan bien”, matizan desde el estudio de jardinería.
Un jardín en miniatura
Para que sea realmente un jardín en la ciudad, una buena idea es elegir plantas con semillas y frutos, como el Cotoneaster, que atraigan a los pájaros y a sus cantos. Y recuerda que las flores no son las únicas que nos ayudan a dar color, sino que “las hojas o los frutos de ciertas especies, como la Piracanta, también lo hacen”, puntualizan desde Rojomenta.
Es importante tener en cuenta que, aunque nosotros disfrutemos del balcón o la terraza durante el buen tiempo, el resto de las estaciones debe mantenerse (casi) igual de bonito. Así, instala un punto de riego para poder marcharte de vacaciones sin temor a que todo se seque, usa un buen sustrato, para que nuestras plantas crezcan bien, y macetas con drenaje de materiales resistentes.