Recibir a la primavera en el salón implica realizar pequeños cambios para que la luz y el color accedan de forma refrescante a nuestro día a día. Es la excusa perfecta para replantear el uso de las plantas en tu decoración y para imprimir cambios en los colores que nos acompañan.
Como cambiar el color del salón de forma fácil y económica
La tendencia actual es rellenar de color nuestra casa aplicando un solo tono de forma acentuada, buscando la sobriedad y dejando que el color sea un detalle refrescante. De esta forma, podemos concentrar el uso del color en puntos estratégicos, muy bien seleccionados, en los que lo aplicaremos a objetos concretos. Y, mientras, el resto de elementos deberán mantener un color uniforme, discreto y al servicio de acentuar el protagonismo del otro color principal. Esto hace que podemos dar un giro “radical” al salón con cada cambio de temporada, tan solo variando el color de los cojines, la funda del puff y la alfombra.
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Cuadros y esculturas
Qué elegimos para dotar a nuestro salón de personalidad es lo que marcará el estilo de nuestra convivencia diaria, y la imagen que las visitas se llevarán de nuestra casa. Por eso, de qué tipo de arte nos rodeamos marca una decisión estética y de equilibrio en la que el uso del color y de las formas juega un papel fundamental. En esta decoración hay varios elementos muy distintos entre sí que conjugan a la perfección generando un escenario muy ecléctico y armónico, y pese a la gran personalidad de la lámpara de hojas metálicas, las esculturas de nadadoras, el armarito con animal skin y el cuadro con una foto de gran formato, todo logra mantenerse en perfecta armonía gracias al color crudo del sofá y de la pared: en ambos reside la frágil línea de equilibrio, que en este caso es una gran misión conseguida.
Plantas diversas para salones vivos
El punto de color que puede necesitar un salón reside en la vida de las plantas y en sus distintas texturas, tamaños y follaje. Si no tienes plantas en tu salón, la llegada de la primavera puede ser la excusa perfecta para actualizar tu decoración e integrar el verde en tu día a día. Busca una planta grande, que sirva de referencia, y organiza la profundidad del espacio con otras más pequeñas. La cinta es una planta de interior muy poco exigente que siempre da un resultado muy agradable. Y, cómo no, el cactus no debe faltar sobre tu mesa; los hay muy bonitos y con mucha personalidad.
Cojines de temporada
Puede que tu decoración sea neutra: paredes blancas, sofá de tono crudo y elementos y alfombra vegetales de colores tierra. Sin embargo, con solo cambiar las fundas de los cojines puede revitalizar el espacio dándole una nueva visión, especialmente para ti y tu familia. Porque cuando vives todos los días en un mismo entorno dejas de percibir el color y las formas de aquellos detalles que en su momento te enamoraron. Cambiar un solo detalle, y hacerlo de forma cíclica, puede ayudarte a redescubrir aquello que te enamoró de tu casa.
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Colores pastel, formas naif, y pura vida
No están suficientemente explorados los colores vivos alrededor del morado, el rosa chicle y los azules violáceos. Son ideales para evocar estéticas kitsch actualizadas, refinadas, modernas, minimalistas y con sabor a fresa picante. Porque son colores vivos capaces de retrotraerte a tu infancia, pero con todo lo aprendido hasta hoy.
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Ramas en botellas
Una solución alternativa a las plantas son las ramas con hojas, casi a modo de árboles espaciados. El verde vegetal de estos ramajes es capaz de rellenar mucho espacio sin frondosidad, por lo que su efecto es refrescante y cede mucha de su personalidad a los recipientes que las albergan. En este caso, proponemos botellas muy gruesas, con forma de gota, y con aberturas muy estrechas, para favorecer la estabilidad de la rama. Que se deje ver el agua que contiene genera una sensación muy agradable de frescura y naturaleza.