Recursos prácticos para mantener tu cocina siempre en orden

Mantener una correcta organización en un espacio tan conflictivo como la cocina puede resultar muy sencillo siguiendo estos consejos

Por Gtresonline

Marie Kondo y sus consejos para ayudarte a 'poner orden' en tu vida se ha convertido en todo un fenómeno viral en los últimos meses. Según esta gurú de la organización, tener una casa ordenada nos hace más felices, algo que también se puede extrapolar a una de las estancias más conflictivas de nuestro hogar: la cocina. Cacerolas, utensilios, platos y cubiertos parecen no estar nunca a nuestro alcance cuando los necesitamos, apenas encontramos un hueco libre para trabajar sobre la encimera y en la despensa aun conservamos botes y latas que datan de tiempos inmemoriales. Pero no desesperes, solucionar todo este caos es más fácil de lo que piensas. El primer paso es deshacernos de todo aquello que no necesitamos. A continuación, puedes seguir con estos sencillos trucos.

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Tápers sin tapas

Una de las cosas más desesperantes que nos suelen pasar en la cocina es no encontrar la tapa correspondiente a cada uno de los tápers que solemos apilar en los armarios. Un buen truco para que no se pierdan es guardarlas todas juntas en un táper de mayor tamaño y sacarlas según las vayamos necesitando. Por supuesto, tira todas aquellas piezas que estén desparejadas.

Cacerolas siempre a mano

Suele ser bastante frecuente que para sacar una simple cacerola tengamos que vaciar todo un armario. Los mejores muebles de almacenaje es estos casos son las gavetas extraíbles, de gran tamaño e ideales para localizar todas tus cacerolas y sartenes a simple vista. Si no puedes disponer de ellas, lo más recomendable es apilarlas unas dentro de otras, de más grandes a más pequeñas, dentro de un armario, teniendo en primer lugar las que más utilicemos. Otra opción puede ser colocarlas en baldas junto a los fogones. En cuanto a las tapas, colócalas en vertical aprovechando los espacios disponibles entre las cacerolas.

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'Cajón desastre'

El cajón de los cubiertos suele ser otro de los puntos más conflictivos, puesto que si no mantenemos un orden están todos mezclados y será más difícil encontrar lo que necesitamos. Hazte con un buen organizador e introdúcelos por tipo (cucharas, tenedores, cuchillos) de manera que queden perfectamente separados y localizables. Aunque parezca una simpleza, colocarlos mirando hacia el mismo lado facilita la tarea. En cuanto a los cuchillos más afilados, lo más seguro es tenerlos en un taco sobre la encimera. El resto de los utensilios de mayor tamaño puedes colgarlos en ganchos.

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Encimera despejada

Es nuestra 'mesa de trabajo' y la necesitamos lo más despejada posible a la hora de ponernos a cocinar. En ella solo debe haber lo imprescindible para facilitarnos la tarea. Una buena opción es tener siempre a mano el aceite y la sal, dos de los ingredientes que más usamos. En cuanto a menaje, la cafetera y el tostador son dos electrodomésticos básicos que utilizamos a diario, por lo que también conviene tenerlos cerca.

Despensa en orden

Aquellos ingredientes y alimentos que usamos cada día son los que deben estar siempre a mano y en primera fila, como en el caso del pan o el café. Ordenarlos por tipo (cereales, conservas…) es otra opción recomendable para localizarlos rápidamente. Si optamos por utilizar botes como método de almacenaje para el arroz, la harina o las legumbres, lo más recomendable es que sean cuadrados porque así aprovecharemos mejor el espacio. Por supuesto, deberán estar perfectamente etiquetados, también con la fecha.

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Nevera organizada

Es otro armario más de nuestra despensa por lo que todo debe estar perfectamente organizado. No conviene saturarla puesto que, de lo contrario, no enfriará adecuadamente y los alimentos que tengamos en ella se echarán antes a perder. Compra cantidades pequeñas de productos frescos que vayas a consumir, como mucho, en el plazo de una semana; así no acumularás más de la cuenta. Para evitar tener botes sueltos por todas partes (por ejemplo, de salsas), intenta agruparlos todos e introducirlos en un recipiente de plástico que puedas mover fácilmente de un lado a otro. Puedes hacer lo mismo con los quesos y embutidos introduciéndolos en un táper cerrado para, además, evitar malos olores.

Platos en su sitio

Guarda solo en la cocina aquella vajilla de diario que utilices con más frecuencia. Las más especiales es mejor almacenarlas en los muebles del salón, donde estarán mejor protegidas y no ocupen un espacio que necesitemos para otros utensilios de uso frecuente. Apila los platos por tipo en los armarios evitando hacer montañas demasiado altas. Colocarlos en baldas en el exterior es otra opción práctica que puede resultar muy decorativa.