Tener un espacio de trabajo limpio y ordenado es importante para nuestro bienestar emocional. Tanto si estás estudiando, trabajas de forma habitual o simplemente lo haces de vez en cuando, encontrar una zona de la casa y adecuarla a tus necesidades puede también mejorar tu productividad y eficacia. No obstante, estos especiales rincones suelen ser los grandes olvidados a la hora de decorar un hogar.
Aunque las tendencias minimalistas siguen ocupando un importante espacio en los catálogos de decoración, en ocasiones es necesario incorporar elementos dinámicos y con toques personales para aportar a la estancia un punto acogedor que invite a quedarse. Pero a veces, la rutina hace que nos aburramos fácilmente y que queramos redecorar. El presupuesto suele ser uno de los mayores inconvenientes a la hora de hacerlo. Aunque por muy poco dinero conseguirlo es bastante sencillo.
'Pin board'
Colgar un corcho de una pared puede ser una gran opción. Bien al natural, para conseguir un toque rústico, o forrándolo con una tela de loneta estampada con algún dibujo que nos guste, conseguiremos cambiar en apenas unos segundos el aspecto de cualquier espacio. Si te decantas por esta segunda opción, elige colores que no sean demasiado estridentes y procura que casen con el resto de elementos decorativos. Antes de comprar la tela, asegúrate bien de las dimensiones que tiene el corcho sobre el que vas a colocarla y corta la loneta con uno o dos centímetros de más por cada margen. Forra el tablero con el tejido, haz pequeños dobladillos en las esquinas y asegúralos a la madera del marco con la ayuda de una grapadora de tapicería.
Fotografías, recortes de revista, láminas y otros elementos
La fotografía analógica vive un auténtico resurgir. Especialmente las cámaras de impresión instantánea tipo Polaroid, que se han convertido en todo un reclamo para las nuevas generaciones. Si tienes una, ha llegado el momento de empezar a usarla y comprar carretes con la que capturar nuevos momentos. Si no, existen numerosos portales web y tiendas especializadas que, por muy poco dinero, pueden imprimir en este y otros formatos tus imágenes favoritas. Los recortes de revista o las flores secas también pueden ayudar a dar un punto diferente a tu espacio de trabajo. Las láminas y carteles con mensaje que aprovechan diferentes técnicas de lettering, o las ilustraciones, también son una buena opción decorativa.
Silla tapizada
Bien con la misma tela que hayamos usado para forrar el corcho, o con otra diferente para jugar al contraste. 'Tapizar' una silla de oficina es realmente sencillo. Simplemente necesitarás varios metros de tela (preferiblemente con un pequeño porcentaje de elastano), unas tijeras, un cuchillo de punta redonda y un puñado de alfileres. Coloca la tela sobre el respaldo y, en una de las orillas, introduce con la ayuda del cuchillo (o cualquier otro elemento no cortante) la tela entre el plástico de la parte trasera y la zona acolchada de la silla. Repite esta operación por todas las zonas del respaldo, corta al ras los excedentes de tela que puedan quedar y clava, si fuera necesario, varios alfileres de cabeza plana en los ribetes para conseguir una mayor fijación de la tela. Realiza esta misma operación en el asiento de la silla. Con esta técnica podrás tener una silla como nueva cada vez que te canses de ella.