DECORACIÓN

Cómo diseñar un dormitorio con baño para que resulte cómodo, funcional y bonito

¿Quieres saltar de la cama a la ducha sin preámbulos o disfrutar de un baño relajante en tu habitación rodeada de tus cosas? Estos consejos te ayudarán a conseguirlo, incluso si no te sobran los metros.

por hola.com

Poseen el encanto y el ‘glamour’ de las suites de un hotel de lujo, pero con el confort que únicamente te puede ofrecer tu casa (y tus cosas). Hoy por hoy, son un clásico de las viviendas modernas, donde la distribución de los espacios apuesta por eliminar tabiques y diseñar ambientes conectados entre sí, tanto por la decoración como por su función, como ejemplo, la cocina con comedor ‘oficial’, que no con ‘office’.

¡Quiero un baño en el dormitorio!

Toda esta corriente es consecuencia del papel principal que está adquiriendo el cuarto de baño desde hace varios años. Si antes se escondía de las visitas, ahora se muestra y se decora como la estancia importante que es. Un protagonismo muy relacionado con el cuidado del cuerpo (y de la mente) y con las propiedades sin igual que posee una bañera y su ‘momento infusión’ (relajante y sensorial) o una ducha con aireador efecto lluvia y jets de masajes, perfecta para hacer frente al estrés y mimarte, al mismo tiempo. Sin olvidar, que esta solución hace crecer los metros y permite que la luz natural (muchos de ellos no cuentan con ventana) llegue a todos los rincones y el sol de invierno te dé los buenos días, mientras te sumerges entre sales de colores.

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En perfecta sintonía

Antes de ponerte manos a la obra y de tirar o levantar tabiques, mira a tu alrededor y sé consciente de lo que tienes y de tus hábitos de vida. Porque, aunque se trata de una solución funcional y cómoda, implica ciertos aspectos de orden diario que hay que valorar. Desde prácticos como si vives en pareja, tenéis horarios distintos o es el único cuarto de baño de la vivienda; hasta lúdicos, como si prefieres largos baños de espuma o si te molesta la luz del amanecer, mientras te duchas para ir a trabajar. Todo influye. Así decidirás si se adapta mejor un espacio parcialmente dividido, totalmente integrado en el corazón del ambiente, con la bañera dominando las vistas… Eso sí, en ambientes de solo 15 metros cuadrados es mejor una columna y dividir con medios muretes, que no lleguen al techo; mientras que si hablamos de más de 20 metros cuadrados, puedes optar por una bañera exenta y por separar los sanitarios en un espacio independiente.

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Aspectos prácticos

Es importante que pienses que estamos ante estancias con necesidades diferentes con respecto a la calefacción y la ventilación, ya que, aunque nos gusta asearnos calentitas, a la hora de dormir, se suele preferir una temperatura más baja. Además, el baño acumula humedad, un aspecto que puede jugar en tu beneficio, especialmente durante el invierno cuando el ambiente interior es más seco, pero que debes tener en cuenta, por ejemplo, cuando vayas a instalar un determinado tipo de pavimento. De la misma manera, como se trata de una reforma con obras, debes pensar en integrar los grifos, especialmente si vas a colocar una bañera exenta; en el espacio de pared que necesitas para un modelo empotrado o saber cuánto ocupa un plato de ducha a ras del suelo, por si puedes instalarlo donde te gustaría.

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Decoración a medida

Las habitaciones con el baño integrado no son exclusivas de las casas grandes, sino que se trata de una solución que rentabiliza al máximo la falta de metros. Eso sí, el tipo de obra y distribución debe adaptarse al espacio disponible. Puedes elegir una estancia tipo ‘loft’, sin barreras físicas ni visuales; con muros que no llegan al techo o grandes correderas de cristal, que sirven para separar ambientes y dar privacidad a ciertas zonas, o independizar los sanitarios en un lugar cerrado, si no tienes problemas de espacio.

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La dificultad decorativa de un baño abierto al dormitorio se encuentra en conseguir un conjunto armonioso, que los conecte mediante un mismo estilo ‘deco’, sin perder el aire personal de cada estancia. Lo ideal son los colores claros en ropa de cama y revestimientos, que favorece una atmósfera ideal para el descanso y el relax; los materiales naturales, como las fibras o la madera, que ponen la nota cálida; las plantas y flores, que nos trasladan al exterior…