Ideas inspiradoras para decorar salones pequeños

Si tu casa no te permite un salón de grandes dimensiones toma nota de estos consejos

por Gtresonline

Contar con un salón amplio, en el que entren cómodamente una gran mesa de comedor, un sofá de cuatro plazas con chaise longue y un robusto mueble de almacenaje, entre otras piezas, no es algo de lo que cualquiera pueda presumir. La distribución de una casa es un verdadero quebradero de cabeza cuando hay que someterla a la dictadura que marcan los metros disponibles, que pasan a ser la condición primera a la hora de elegir qué comprar, casi por encima de los gustos en muchos de los casos. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

No es posible inventar espacio extra pero sí estudiar con detenimiento la estancia, detectar qué necesidades tenemos en cuanto a su uso, sacar partido a sus puntos fuertes -como puede ser la luz, unos techos altos…- y solucionar los más débiles con algunos trucos que te permitirán aprovechar al máximo hasta el más mínimo rincón. Y todo eso sin renunciar a tu propio estilo.

Luz, espejos y colores claros 

Antes de pensar en los muebles, es interesante plantear una paleta de colores. Los tonos blancos, beige y crudos son perfectos como base para trabajar, y aportarán, además, un acabado natural y sosegado al espacio. Con un neutro como fondo, puedes aportar pinceladas de color gracias a los tejidos, como cojines y alfombras. 

Explota el potencial de la luz natural, pues su entrada será el aliado más eficaz que puedas encontrar. Para jugar con ella, hazte con espejos, que conseguirán multiplicar los metros por arte de magia.

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Muebles estrechos y almacenaje creativo 

Preparado el terreno, es hora de elegir los muebles que darán vida al salón. Escoge, preferiblemente, piezas versátiles (si sirven para más de un uso mucho mejor), estrechas y ligeras, evitando estructuras robustas que invadan demasiado. 

Aprovecha la altura de la pared para distribuir baldas, así como todos los rincones que te ofrezca el espacio para encontrar soluciones de almacenaje. Cestos de materiales naturales, baúles o reposapiés con interior pensado para guardar son algunos recursos a tener en cuenta.

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Mesas plegables y auxiliares 

El sofá y la mesa de comedor son quizá las piezas más esenciales de un salón y, a su vez, las más voluminosas y complicadas de ajustar a una estancia de dimensiones reducidas. En cuanto al primero, opta por uno con las plazas justas y que visualmente no sea gigante, quizá con las patas al aire o sin brazos. Como apoyo, olvídate de una gran mesa de centro y hazte con unas nido auxiliares ¡Te darán mucho juego!

En cuanto a la mesa de comedor, la mejor solución es comprar una plegable. Hay muchos modelos en el mercado que recogidos quedan estupendamente a modo de aparadores, que puedes decorar con un cuadro apoyado, una lámpara o unas flores, integrándola en el resto del espacio de modo armónico.

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Menos es más, pero siempre ordenado 

Uno de los consejos más sabios a la hora de decorar un salón pequeño es no recargarlo. Es posible personalizarlo sin llenarlo de cosas, sobre todo de aquellas que no suman, sino que restan utilidad y armonía. Elige con cuidado los complementos y crea una estancia libre de obstáculos, en la que cada mueble y accesorio tenga su sentido. Un toque natural, con una planta o unas flores, siempre será un acierto. Y no descuides el orden, porque puedes echar todo el trabajo a perder por no mantenerlo colocado.

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