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Lo vintage nunca pasa de moda. Ya sea en nuestro vestidor o en decoración, el estilo retro perece gozar de una 'segunda juventud', conquistando por igual a todas las generaciones, incluso a las más jóvenes o millennial. Como ya vimos anteriormente, dotar a tu hogar de este toque tan especial es muy sencillo. No hace falta hacer grandes inversiones económicas; tan solo hay que saber escoger las piezas indicadas o restaurar alguna antigua joya que haya pertenecido a la familia. De esta manera, haremos que, a través de un mueble o pequeños elementos ornamentales, la casa cobre su propia personalidad sin caer en el exceso ni en lo anticuado. Pero, además de estos sutiles toques, podemos crear nuestro 'pequeño universo' vintage dentro de una estancia de la casa con otro tipo de decoración completamente distinto.
Por ejemplo, crear un rincón de estudio que nos evoque a otra época dentro del propio salón. En este caso, al tratarse de un espacio reducido podemos combinar varios elementos, como un sencillo escritorio de inspiración años 50 con otros objetos decorativos clásicos como un antiguo teléfono o un vistoso flexo de estilo industrial. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? ¡Sigue leyendo!
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Escritorio 'años 50'
El primer paso es seleccionar la pieza central de nuestro rincón, puesto que será la encargada de vertebrar y dar uniformidad al resto del conjunto. Lo ideal es que sea de diseño sencillo y funcional y, preferiblemente, de madera, puesto que así aportará un toque de calidez a la estancia y será más fácil de combinar con el resto de elementos de la sala. Puede tratarse de un mueble nuevo u original de segunda mano (siempre en buen estado) que adquiramos en un establecimiento especializado; o bien de una pieza clásica que tengamos olvidada en el trastero. En este último caso, bastará con someterla a un proceso de restauración para que luzca en perfectas condiciones. Por supuesto, no te olvides de conseguir una buena silla de diseño (las puedes encontrar en versión 'low cost') que complemente el espacio.
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Accesorios 'retro'
Una vez dispongamos del mueble principal, pasaremos al momento de decorarlo con las piezas adecuadas para que nos transporte al pasado. Una vez más, los anticuarios o tiendas vintage que proliferan en los barrios más 'modernos' de las ciudades se convierten en nuestra gran baza a la hora de conseguir piezas únicas. Incluso, también podemos recurrir a los tradicionales mercadillos callejeros para hacernos con auténticas gangas. Debes tener en cuenta el tipo de objetos que necesitas para este pequeño espacio de estudio y trabajo. Lo esencial en este caso es que sean prácticos y funcionales, además de vistosos y decorativos. De este modo, un teléfono de ruleta o un flexo de acero de estética industrial te ayudarán a la hora de trabajar, aparte de dotar de una gran personalidad a tu escritorio. Un poster antiguo o una jarra clásica con flores contribuirán a rematar tu obra.
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