1. Renovarse o morir
Igual que las personas evolucionamos, nuestras casas también. Por eso, deja que tus espacios crezcan contigo e introduce, bien poco a poco o de una vez, esos cambios que necesitáis las dos. Puede ser cuestión de estilo, puede ser esa mesa que ha envejecido mal, pero que te niegas a abandonar, puede ser un sofá demasiado grande … ¡Pueden ser tantas cosas! De la etapa clásica (que hoy miras con recelo) a la contemporánea con toques ‘glam’, pasando por la nórdica o la rústica ‘chic’. No tengas miedo a crecer, decorativamente hablando. Proyecto de Adriana Nicolau (adriananicolau.es).
Para ponértelo más fácil, evitar los errores más frecuentes en la decoración de interiores y ‘caminar’ segura sobre el terreno que pisas, hemos recurrido a la estilista ‘deco’ Paloma Pacheco. Sus trucos y secretos harán que mires tus estancias con otros ojos, los ojos de quién sabe que la felicidad se encuentra dentro de casa.
2. Cortinas: haz que jueguen a favor
Dicen que hasta que no colocas las cortinas o los estores, no has terminado la decoración. Por eso, ante todo no te precipites, deja que el tejido te conquiste, asesórate bien y lánzate a la aventura de vestir las ventanas. Asegúrate de que no te has quedado corta de tela (y eso es extensivo también a la barra), mejor que arrastren un par de centímetros a que queden cortas y ten cuidado a la hora de combinarlas: si las eliges con motivos, procura que las de las tapicerías y accesorios sean lisas. Para terminar, di sí al dobladillo, hará que ganen en estilo y mejoran su caída. En este proyecto de Abok Arquitectura e Interiorismo (barbarabogas.es) son, sin duda, el broche perfecto
3. A la medida de tu casa
Ten en cuenta los metros, la planta de cada espacio, los huecos 'muertos'… Y ve confeccionando un traje a medida. como ha hecho Virginia Gasch (vgliving.com) en este ambiente. Por mucho que ames ese sofá con chaise longue, si tu salón no anda sobrado de metros, elige un modelo clásico (muy de moda ahora, por cierto). Piensa que los muebles grandes, necesitan espacios grandes para vivir bien, aunque puedes hacerte una concesión e introducir una pieza XL, siempre que no recargues el resto del ambiente.
4. Blanco que te quiero blanco
No falla. Si algo sabemos es que estamos ante un color que hace grande lo pequeño y luminoso lo oscuro. Por eso, ante la duda (incluso si no la tienes), apuesta por el blanco en tus paredes y juega con el color en mobiliario y accesorios, como han hecho en el Hotel ME Ibiza (melia.com). Si ya te consideras una experta en estas lides, puedes incorporar algún otro tono menos neutral (piensa en el gris) o destacar una de las paredes del salón o el dormitorio en colores vibrantes.
5. Equilibrada estéticamente
Tanto a la hora de mezclar mobiliario de diseño con piezas ‘low cost’ como al apostar por el estilo ecléctico, una fórmula, difícil, pero que funciona, y que el interiorista Raúl Martins (raulmartins.com) domina a la perfección. Y un consejo, aunque te enamores al instante de un ambiente de tu tienda ‘deco’ preferida, la fórmula de ‘me lo llevo todo’ no es válida, ya que al reproducir el ambiente en casa, comprobarás que no se ve igual y te desilusionarás. Sin olvidar, que quien no arriesga, no gana.
6. Los accesorios hablan: ¡escúchalos!
Y muchas veces, dicen la última palabra. No los subestimes. Plantas, cojines, velas, alfombras y adornos nos ayudan a crear la atmósfera ideal: “Son complementos estéticos, pero también emocionales. Eternos segundones ‘deco’ que, muchas veces, se convierten en verdaderos protagonistas de las estancias, logrando cambiar un espacio ‘gris’ en un lugar lleno de fuerza visual. Además, permiten lucir nueva imagen de un día para otro, transformando con el corazón”, asegura Paloma Pacheco (palomapachecoturnes.com). La alfombra es de Kaymanta (kaymanta.es).
7. Vivir con arte
En el sentido literal, rodeado de manifestaciones artísticas. El arte te permite personalizar las estancias, darles un toque único y mostrar, al mismo, tiempo tu particular estilo. Eso sí, si realmente quieres ser una verdadera ‘decoadicta’, apuesta por el ‘Big Wall Art’ (Pinterest lo confirma como tendencia), convirtiendo tu pared blanca en un lienzo. Fotografías en blanco y negro, obras abstractas, cuadros expresionistas… Todo tiene cabida en la casa actual, siempre que sea en tamaño XL o diseñen composiciones talla grande. En este ambiente creado por la interiorista Adriana Nicolau, el arte encaja a la perfección en una preciosa caja azul (un color con mucho tirón ‘deco’).
8. Sé atrevida
Date un capricho, saca a relucir tu vena más original, tu espíritu rebelde con alguna pieza, fotografía, un viejo (pero alucinante) mueble que tenías guardado en el trastero de tu madre desde hace tiempo, una tapicería distinta y potente o materiales llenos de posibilidades, tal y como ocurre en este ambiente de Sicis (sicis.com). Está claro: la Alta Decoración no tiene que ser aburrida y previsible.
9. Una ‘deco’ para vivir
Cómoda y funcional, como esta propuesta de Abok Arquitectura e Interiorismo. No se te olvide que tu vivienda no es una sala de exposición. Tiene que ser bonita a tu manera, pero especialmente confortable, para que os apetezca, a ti y a tus visitas, morar en ella. Sigue las tendencias, aunque incorpóralas según tu forma de entender la casa. Cuando entres, debes sentir que no hay nada mejor que volver al hogar. Ya lo sabes, un hogar bonito y ordenado te hará más feliz. ¡Ponlo en práctica!
10. Las zonas de paso también existen
Y pueden hacer mucho por ti, hasta 'estirar' los metros de tu vivienda. Desde el hall, que te da la bienvenida, hasta las escaleras y los descansillos entre plantas. Los pasillos, como en este proyecto del interiorista Raúl Martins (raulmartins.com), tienen mucho que ofrecer, incluso los más estrechos. Aprovecha para colocar una zona de estanterías en una de sus paredes, crear un coqueto rincón que le dé vida o situar un mueble zapatero, por ejemplo.
11. Confía en el poder de las alfombras
Son el toque cálido y acogedor. Capaces de ‘levantar’ una estancia y hacerte adorar el suelo que pisas, independientemente si se trata del del salón, el comedor o el dormitorio (tres situaciones estratégicas) como el de pasillos, baños y cocinas. No escatimes en metros y sigue la regla del 'mejor que sobre que no que falte'. La de la imagen ha sido diseñada por Helena Rohner para Dac Rugs (dacrugs.com). Si siempre has huido de ellas por la limpieza, ten en cuenta los modelos antialérgicos, las vinílicas e, incluso, los aspiradores con filtro HEPA, que acaban con ácaros y suciedad.
12. Enciende la luz
Las lámparas ayudan a crear atmósfera, facilitan las tareas diarias, disimulan defectos, potencian virtudes… Por eso, diseña una buena iluminación general, presta especial atención a la puntual, aquella que enriquece el ambiente y permite que veas bien, según la situación, y prevé los puntos de luz que necesitas. Y, como colofón final, presta atención tanto a su diseño como a su consumo: la belleza no está reñida con la economía. Propuesta de Almudena Rebuelta Domecq (almudenarebueltadomecq.com).
13. Sí, el sofá sigue siendo el ‘rey de la casa’
Por eso, su elección debe responder tanto a criterios estéticos como prácticos. Para no equivocarte debe ajustarse a las medidas del salón, ser muy confortable, adaptarse a tus gustos (si te sientas a leer, te tumbas…), contar con un reposabrazos (si no lo tiene, lo echarás de menos), tener una buena estructura y un asiento firme, pero ergonómico. “Se dice que un buen sofá puede ser para toda la vida, y que durante el camino lo único que debe cambiar son los complementos. Los cojines te permiten actualizarlo cada temporada, logrando que parezca nuevo. Por cierto, en invierno la mantita es la consorte ideal, aquella que te hace amar las tardes frías”, señala Paloma Pacheco. Textiles de Pepe Peñalver (pepepenalvermadrid.es).