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Lo clásico siempre estará de moda porque vive ajeno a modas pasajeras, reduce el riesgo al mínimo y rara vez se somete a grandes cambios. Además, cuenta con la tranquilidad, a modo de red ‘deco’, que ofrece un estilo elegante, paradigma del buen gusto. Eso no significa que de vez en cuando necesite un nuevo aire, que facilite su entrada en las casas actuales.
Reinterpretar sin enmascarar
No se trata de cambiar de arriba abajo ni de improvisar sino de preguntarnos qué recursos decorativos del pasado siguen siendo efectivos en el futuro. Puedes buscar el contraste y ser algo atrevida o mantener un nivel bajo de popularidad ‘deco’ y dar el cante (y no solo en el sentido figurado) con una pieza extraordinaria o una obra de arte impactante, que ofrezcan otra visión distinta y renovada. Para ayudarte en la tarea, hemos pedido consejo al interiorista Raúl Martins, un verdadero experto en hacer del clásico un estilo lleno de sofisticación y elegancia.
Interiores subidos de tono
La decoración clásica se mueve en una paleta cromática neutra, con blancos, beiges y cremas pintando sus interiores y creando el equilibrio perfecto con sus piezas XL o sus poderosas y ricas telas. En esta caja, el color puede introducir un soplo de aire fresco: “Es clave para renovar un espacio, especialmente si es un tono con personalidad. Con un cambio en pequeñas tapicerías (almohadones, pantallas…) podemos actualizar un espacio rápidamente, ya que introducir un color actual hace que la decoración cambie y se renueve. Esta idea es extensiva a la pared, mejor aún si empapelamos. Un papel pintado añade contenido a cualquier cuarto. Por contraposición, si elegimos una caja neutra, nuestros elementos decorativos destacarán. Es ahí cuando los cambios en complementos destacan”, afirma Raúl Martins.
Respeto por lo tradicional
Los interiores clásicos conviven con molduras en el techo (muy de moda actualmente), pavimentos de madera y columnas, elementos arquitectónicos de gran belleza que son parte de identidad de este estilo. “Otra fórmula que funciona siempre bien en una caja clásica, con bonitas molduras y un suelo interesante, es añadir mobiliario contemporáneo, de líneas modernas, como una pieza especial, dejándola respirar y sin recargar. De esta manera, se genera un buen contraste y un equilibrio entre los estilos”, señala el interiorista, que modula los espacios con un clásico ecléctico matizado con pinceladas contemporáneas.
El lujo comedido
Apuesta por la calidad. Estamos ante un estilo que huye de lo falso y del ‘quiero y no puedo’. Es auténtico y glamuroso, con el encanto de palacios y grandes mansiones, encerrados en pisos y casas urbanas, cómodas y tecnológicas. Debes elegir materiales nobles, el mármol y la madera son buenos aliados, y ricas telas con texturas maravillosas, como terciopelos y sedas. De la misma manera, el arte es también un acompañante '10', capaz de imprimir un nuevo ‘look’ con su sola presencia.
“A través de los materiales, puedes actualizar el espacio. Así, siempre podemos cambiar un suelo o un revestimiento de pared, renovándolo y haciéndolo más contemporáneo”, señala Martins. También puedes aligerar el peso de los textiles, especialmente de las cortinas, con unos visillos o telas que dejen pasar la luz y no recarguen con su presencia, o poner el foco de atención en una alfombra única, que revolucione el sentido estético, pero mantenga intacta sus señas de identidad.
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