Plantas para principiantes

Es increíble la vida que aporta una maceta en casa, pero no todo el mundo se siente capaz de saber cuidar correctamente una planta. Te proponemos algunas con las que muy difícil meter la pata.

Por Cristina Soria

El mayor miedo antes de tener una planta es pensar que no vamos a saber cuidarla y que se va a morir en un par de semanas por nuestra falta de mano y conocimientos. Puede que incluso ya hayas tenido una mala experiencia y no quieras volver a ver cómo pierdes una planta que entró llena de vida a tu casa y no sobrevivió al exceso o a la falta de riego y luz.
Te aseguramos que con las plantas que te proponemos a continuación es (casi) imposible que la cosa salga mal. Empieza por cualquiera de ellas, y cuando ganes confianza ya verás cómo te animas a cuidar todo tipo de plantas y macetas.

Pachira

Se la conoce también como “árbol del dinero” y destaca por su tronco trenzado que le aporta originalidad y belleza. De origen tropical, se ha introducido recientemente en el mercado precisamente porque es muy fácil cultivarla. Solo hay que regarla de manera regular, sin que se encharque, y ponerla junto a una ventana para que le dé la luz.

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Dice la leyenda que un agricultor aprendió a trenzar su tronco y logró prosperar económicamente. Así que si quieres una planta fácil de cuidar que quizás te dé suerte hazte con una pachira.  

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Suculentas

Si lo tuyo con las plantas es realmente grave, pero te resistes a prescindir de ellas, no desesperes porque las suculentas pueden con todo. Son muy variadas, se adaptan bien y sobreviven en diversas condiciones climáticas.

Cuidarlas es realmente sencillo, pero hay que saber cómo hacerlo. Solo hay que regarlas cada 15 días durante el invierno, y una vez a la semana en los meses de calor. Asegúrate al regarlas de que no se encharcan y evita que les dé la luz del sol de manera directa. 

Si consigues mantenerlas, podrás llenar los rincones de tu casa con muchas de sus variedades.

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Cinta

También llamada lazo de amor y malamadre. No solo es fácil de cuidar sino que, según un estudio de la NASA, purifica el aire del hogar. Lo ideal es regarlas cada diez días en invierno y dos veces a la semana en primavera y verano, evitando siempre que se encharquen. Si olvidas regarla a tiempo su aspecto se afeará, pero sobrevivirá gracias a las reservas de agua de sus raíces.

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Es preferible que la luz le llegue de manera indirecta o que la mantengas en semisombra, para evitar que se quemen sus hojas. La cinta es perfecta para tener en un macetero en el suelo pero también como planta colgante para algún rincón especial de tu casa.

Potos

Te la habrán recomendado cada vez que hayas confesado tu mala mano con las plantas, y con razón. Un poto es una de esas plantas que nunca mueren, porque sobrevive asombrosamente bien a la escasez de agua, luz y abono. Evita que le dé la luz directa y riégala cuando veas que la tierra está seca.

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Si has olvidado cuándo fue la última vez que la regaste es preferible que esperes a hacerlo porque soporta mejor la falta de agua que el exceso. Un síntoma de riego excesivo es que sus hojas comiencen a ponerse marrones. 

Aunque necesita pocos cuidados, te recomendamos que limpies sus hojas con un paño humedecido para eliminar el polvo y conseguir que brillen.

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Crotón

Se trata de un arbusto muy hermoso y colorido que, aunque prefiere el sol directo, sobrevive con niveles de luz muy bajos. Por lo tanto es idóneo para ti si tu casa es poco luminosa. El único inconveniente del crotón es que es venenoso, así que es mejor no tenerlo en una casa en la que vivan niños y mascotas, o si la tienes has de asegurarte bien de que queda fuera de su alcance.

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Riégala con moderación y deja secar la capa superficial de tierra entre un riego y otro. Pulveriza a menudo las hojas con agua destilada para conservarlas en perfecto estado.