La luz, muchas veces menospreciada, es capaz de insuflar vida y energía a cualquier vivienda. En este piso, situado en una zona exclusiva de Valencia, la natural se cuela a través de sus grandes ventanales, mientras que la artificial triunfa descaradamente al caer la tarde, debido a un proyecto lumínico inteligente y sin fisuras, que tiene en cuenta todo, hasta la altura de los techos.
Luz de mi vida
“Gracias a un estudio de luces que realizamos en profundidad, dimos continuidad a la luz natural que inunda todo el espacio, diseñando una iluminación vertical que baja de los muebles y estanterías y que camufla algunas de las columnas que quedan en el salón. Esta iluminación crea un espacio único, hecho a medida, con piezas que irradian un resplandor especial y una decoración ambiental exquisita”, señalan desde el Estudio de Interiorismo Laura Yerpes, artífices del proyecto.
Uniones que triunfan
La vida es mucho más atractiva, cómoda y fácil en una vivienda que logra sacar partido a sus dimensiones sin renunciar a su condición de hogar. Con 200 metros cuadrados, fruto de la unión de dos pisos, el interiorismo busca desde el principio crear un entorno acogedor en sus amplios espacios y ser funcional y amable, al mismo tiempo. Para lograr esta fusión perfecta se realizó un proyecto a la medida, apoyado en materiales de calidad y colores naturales. El resultado es “una casa moderna, atrevida y con estilo, que, además, resulta cómoda y práctica”.
Desde el primer momento se planteó un amplio salón abierto, que aprovechara la luz natural y las vistas a uno de los jardines más grandes de la ciudad. A la vez, se desarrolló un ambiente lumínico para las últimas horas del día que creara un espacio más recogido, oscuro e íntimo, según los deseos de los propietarios. Incluso los techos han sido construidos a dos alturas, para enmarcar el juego de luz que encuadra el espacio del salón.
Un mueble como hilo conductor
El mueble central, diseñado por el Estudio de Interiorismo Laura Yerpes y realizado por artesanos ebanistas especializados, es un elemento clave, ya que además de recorrer el salón, uniendo las distintas estancias, hace las funciones de librería y de mueble para la televisión y oculta radiadores, rejillas de aire acondicionado y un sistema de sonido. Y todo ello sin perder belleza estética ni ligereza, ya que está realizado en madera lacada blanca en alto brillo. Siguiendo la misma idea, se ideó una estantería que se adhiere a la columna central, ocultando a su vez un poco estético radiador.
Una ‘deco’ con estilo
El color ha sido el nexo de unión para integrar las zonas de paso con la decoración del salón. Las paredes, revestidas con papel seda de color tenue con suaves brillos, y los apliques y espejos instalados estratégicamente logran que el conjunto brille con luz propia y adquiera un toque espontáneo y seductor, lleno de magnetismo.
Las piezas de diseño, cuidadosamente elegidas, contribuyen a crear un ambiente elegante y ecléctico, gracias a las mesas auxiliares con tintes árabes y las lámparas de cerámica con detalles de piel del salón o al cabecero con mesillas y lamparitas integradas del dormitorio principal.