Reglas para tener (y mantener) una piscina perfecta
Verdaderos oasis para hacer frente a las altas temperaturas, estas ideas te permitirán sumergirte en un refrescante baño lleno de estilo. Es la hora del 'al agua patos'.
Las públicas ya han abierto sus puertas a los tímidos bañistas, que están dispuestos a desafiar al frío y la lluvia (las de Madrid lo hicieron el pasado 12 de mayo) y ahora en junio llega el momento de dar el pistoletazo de salida y poner en forma tu piscina para recibir como se merece a la temporada estival. La preparación variará si la has mantenido perfecta durante el resto del año (solo necesitarás comprobar niveles de cloro y ph), o, por el contrario, la abandonaste a su suerte y ahora toca vaciarla, limpiarla y llenarla de nuevo.
Mundos paralelos
O diseños a tu medida. Con piscinas desbordantes, que miran al infinito; tipo alberca con recuerdos de infancia; de agua salada (las más demandadas); de arena para que te parezca que estás en la play; alargada y XL, para las nadadoras experimentadas… Las piscinas naturales están viviendo un momento dulce. Totalmente integradas en la flora y fauna, no llevan filtros y se limpian por fitodepuración, a través de plantas. ¿Con cuál te quedas?
¿Y en la terraza?
Disponer de una piscina en una azotea o una terraza es un verdadero lujo, especialmente si vives en la ciudad y estás ‘condenada’ a pasar los meses más calurosos en la urbe. Así que si dispones de espacio suficiente y quieres darte un capricho, una buena opción es instalar una. Eso sí, antes debes contar con un estudio técnico que respalde que la estructura del edificio puede soportar el peso, pedir permisos al ayuntamiento de tu lugar de residencia y consultar a los técnicos municipales, para no llevarte sorpresas. Después, solo queda decidir si la prefieres de obra (idónea para terrazas o áticos XL) o prefabricada, tu opción si no te sobran los metros. No olvides, que las medidas de seguridad para evitar caídas, también condicionará su tamaño. Aunque siempre te quedará la opción del jacuzzi, una portátil o una mini piscina de madera. Lo importante es darte un chapuzón al volver del trabajo mientras contemplas las vistas.
Vestida para triunfar
Porque no solo hablamos de un simple chapuzón sino de una zona de la casa para disfrutar en diferentes momentos del día. Puedes instalar un solárium, ideal para tomar el sol y relajarte tras el baño; montar cerca el comedor de exterior, para hacer más frescas tus comidas, o crear un estar, con ‘chill out’. No te olvides de elegir un pavimento idóneo, rodearla de plantas y mucho ‘verde’, para mantener la sensación de frescura, y tener alguna zona de sombra, con un toldo o una sombrilla. Instalar una ducha cerca es también una buena opción, y no solo por motivos de higiene.
Y bien iluminada. Los leds también han llegado a la piscina y tienen todo para triunfar también aquí, ya que permiten un importante ahorro de energía, por lo que puedes incluso apostar por el efecto discoteca, sin que tu factura de la luz se resienta. Iluminan más y mejor y gracias a su potencia y nitidez, duran mucho, por lo que no tienes que estar todo el día pendiente de si hay alguna luz fundida.
Tapada y protegida
Aunque contemplar y escuchar el agua es un placer añadido al del baño en sí, ‘taparla’ con una cubierta puede ser una opción, especialmente si tienes niños o mascotas, ya que evitarás cualquier accidente cuando no la estés usando. Sin olvidar, el ahorro que supone, ya que se estima que reducen las pérdidas de agua por evaporación hasta en un 65%, una mayor limpieza y una temperatura del agua sin sobresaltos, ideal para los que prefieren el Mediterráneo al Cantábrico. Además, si te preocupa que el cobertor ‘rompa’ la magia y el encanto de contemplar la piscina, apuesta por una cubierta plana, que logra fundirse con el entorno, y que se extiende y recoge a golpe de clic.
Los nuevos modelos apuestan por el diseño, la simplicidad de líneas (cuando menos armatoste sea, mejor) y por una gran variedad de colores, que incluyen tonalidades que (casi) te harán creer que ves el agua.