El lugar donde perderse y encontrarse. Sabemos que las duchas son más funcionales, ocupan menos (física y visualmente) y la sacamos mayor rendimiento, pero ¿hay algo que pueda sustituir a un buen baño? Pocas cosas. En una época donde nos mimamos y cuidamos por dentro y por fuera, la bañera recupera su esplendor. Y no lo decimos nosotros: el último informe de Pinterest sobre tendencias establecía que la búsqueda de espacios con bañera había subido un 668% con respecto al año anterior. Por eso, las queremos de nuestro lado y en nuestra casa.
Conquistando la casa
La bañera ha traspasado las fronteras del cuarto de baño y se ha trasladado al dormitorio o a la zona de relax de la vivienda, incluso al exterior. Esto, antes impensable, ha sido posible gracias a los nuevos modelos exentos, que se apoyan en el suelo sin necesidad de encastrarlos para su instalación. Es preciso destacar que las bañeras actuales no solo se adaptan a las necesidades de cada uno (función de hidromasaje, cromoterapia, altavoces…) sino que se fusionan con la arquitectura doméstica, convirtiéndose en las nuevas ‘reinas de la casa’: qué tiemble el sofá, porque tiene un rival en ellas.
Un verdadero placer
Si la ducha nos produce el llamado ‘efecto café’ (estimulante y energizante) y, sin duda, es nuestra aliada en las primeras horas del día; la bañera sería el ‘momento infusión’, relajante y con poder de despertar tus sentidos, sobre todo el fin de semana. No se trata de una 'guerra', ya que cada uno cumple una función y son elementos complementarios, pero hoy rompemos una lanza por el placer del baño, para instaurar la serenidad que pide a gritos la primavera. Aunque no nos engañemos, lo ideal es contar con una bañera y un plato de ducha, para usar cada uno según el momento.
‘Tú sí que puedes’
Reinterpretando el título de ese concurso televisivo. Nadie tiene que renunciar al placer de un baño, tenga la vivienda que tenga. Sin importar el tamaño, ya que hay diseños en formato XS de 100 x 70 cm (el más grande de 220 x 141,5 cm) y formas, que les permiten adaptarse al espacio disponible. Así, las rectangulares, todo un clásico, y las angulares son perfectas para pocos metros, ya que pueden acoplarse en una de las paredes o aprovechar una de las esquinas. Mientras que las ovaladas y las circulares (ideales para compartir) ocupan más, por lo que mejor resérvalas para estancias medianas o grandes. Respecto a los materiales, los acrílicos siguen copando las primeras posiciones, gracias a su higiene y tacto agradable, creando bañeras XL, espectaculares visualmente, pero sorprendentemente ligeras. La madera, el hierro, el acero y la piedra (especialmente el mármol) siguen siendo opciones atemporales y llenas de estilo.
Bella por fuera, ergonómica (y placentera) por dentro
Los nuevos diseños marcan tendencia por su exterior, depurado y bello, pero también por un interior que se adapta al cuerpo, favoreciendo una postura cómoda, donde relajarte durante horas. Sin olvidarte de sus reposacabezas, sus repisas para jabones y botes o la superficie que llevan algunos modelos que convierten la bañera en una plataforma para relajarse o leer.
Y, por supuesto, las que incorporan hidromasaje y un mundo de sensaciones, bien con agua y aire (perfecta como medida antiestrés), con aire solo, para las que prefieren un reparador masaje que ponga en marcha la circulación sanguínea, o los que combinan ambos, un cóctel de prestaciones a tu servicio.