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El salón es, posiblemente, la estancia principal de una casa. Si el tuyo es pequeño puede que sientas que te faltan metros para crear un espacio confortable. Pero lo único que necesitas son las ideas adecuadas. Toma nota, y multiplicarás las posibilidades del salón.
Sé realista
La actitud es clave para que le saques el máximo partido. Sé consciente de las medidas reales con que cuentas y piensa en el modo de vida que haces en el salón. Revisa los muebles que ya tienes y valora si están en el sitio adecuado. Antes de empezar a hacer, es necesario saber todas estas cosas.
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El sofá
Es una de las piezas más importantes de un salón. Es preferible elegir un único sofá grande que cobre protagonismo, que dos pequeños que pueden impedir la movilidad. Si tu salón lo permite, un sofá en L, ya sea con chaise longue o modular, puede hacerte ganar asientos sin ocupar demasiado espacio.
Para ganar sensación de amplitud, deja libres por lo menos 90 cm a la pared en la que vas a colocar el sofá. En ese espacio sobrante podrás colocar una mesita auxiliar o una planta.
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Mesa de centro
Elígela teniendo en cuenta el tamaño del sofá, han de guardar proporción y busca la opción que más se adapte a tus necesidades:
- Mesas nido, que multiplican sus posibilidades de uso y ocupan poco espacio.
- Mesas elevables, ideales para improvisar una comida en el sofá.
- Mesas con almacén, te ayudarán a mantener el salón en orden
- Un baúl con la superficie plana puede ser un buena opción que, además, te ofrece un espacio grande para guardas cosas.
- Aunque las mesas rectangulares ayudan a crear espacios más equilibrados, una mesa redonda facilitará la movilidad si tu salón es muy pequeño.
Iluminación
Un salón bien iluminado ganará en amplitud. Aprovecha toda la luz natural que te sea posible. Utiliza tejidos ligeros para tus cortinas o estores, y mantenlos abiertos siempre que puedas. Un espejo grande en una de las paredes es ideal para reflejar la luz del exterior. Evita las lámparas colgantes, a menos que tengas espacio para una mesa de comedor. Coloca una gran luz central en la zona de estar principal y busca iluminación de apoyo con luces indirectas y cálidas (por ejemplo, en la zona de lectura del sofá).
Colores
Los colores que te ayudarán a conseguir sensación de amplitud son los claros, los neutros y los tonos pastel. Para las paredes, nada ilumina y amplifica más que el color blanco (también los crudos). Aún así, si te gustan los colores fuertes y vivos, puedes reservarlos para una única pared. Busca maderas claras para el suelo. También para los muebles más grandes se recomiendan los tonos blancos y crudos, ya que disminuye la sensación de que ocupan mucho espacio.
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Menos es más
Opta por los muebles que sean imprescindibles y, a ser posible, multifuncionales, como un sofá con almacenaje. Deshazte de aquellas cosas que no utilices y gana espacio. Si, por ejemplo, eres una apasionada de la lectura, una única estantería de obra que llegue hasta el techo será una muy buena elección para tener tus libros a mano aprovechando el espacio disponible.
La tecnología también debe ser la mínima posible. Procura que la televisión no sea el centro del salón y mantén el resto de aparatos y cables fuera de la vista.
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