La actitud ‘ecofriendly’ está ganando posiciones en nuestro día a día. Ahora nos cuidamos más, vigilamos nuestra alimentación, llevamos un estilo de vida saludable y apostamos por un consumo responsable. Una filosofía que también se debe sentir en nuestro hogar.
1. Bella por fuera, sana por dentro. El primer escalón es la arquitectura, con casas a medida cuya construcción se basa en criterios sostenibles. Desde la orientación, hasta los materiales, pasando por el uso de energías renovables, el sistema constructivo, la ventilación cruzada o el aislamiento. Son las llamadas viviendas ‘pasivas’: eficientes, ecológicas y sanas.
Aspectos ‘ecobásicos’
Una vez dentro debemos prestar atención a otros puntos de la decoración y la arquitectura que nos ayudan a poner en marcha nuestra casa saludable.
2. Ventanas bien aisladas. ¡No dejes que se escape el calor ni el frío, ya que unas buenas ventanas pueden reducir hasta un 70% las pérdidas energéticas y, por lo tanto, nuestra factura. De aluminio con rotura de puente térmico o de PVC (un aislante natural), que nos protege del frío, contribuyendo al bienestar general y evitando los cambios bruscos de temperatura. O con doble cristal, que proporciona un buen aislamiento acústico, favoreciendo los espacios silenciosos y serenos, donde reina la tranquilidad.
3. Luz de mi vida. Saca partido a la luz natural, ya que además de crear ambientes llenos de alegría y vitalidad, te permite ahorrar en iluminación. Eso sí, cuando llega la noche, procura que tus viejas bombillas sean de bajo consumo o led y ve creando con ella ambientes acogedores, que tengan en cuenta la actividad que se desarrolla en cada estancia. Huye del efecto verbena, el exceso de iluminación artificial no es bueno ni para ti ni para tu bolsillo.
4. Ni frío ni calor. Ni pasearte en camiseta en invierno, ni llevar sudadera en verano. La clave está en el equilibrio, buscar tu propio confort, sin gastar de más y actuar con sentido común. Piensa que a partir de 20ºC, el consumo se dispara hasta un 80%. Una buena idea, aprovechar una reforma para instalar suelo radiante, ya que es un sistema eficiente, ‘limpio’ estéticamente y tremendamente confortable: caminar descalzo en invierno por un suelo calentito...
La opción de lo natural
Apuesta por ellos, porque además de hacer casas más sanas, son atemporales y no tienen fecha de caducidad.
5. Deja entrar a la madera. En los muebles y piezas que visten tus estancias y en el suelo de tus espacios preferidos. Es, sin duda, uno de los materiales preferidos por arquitectos, diseñadores e interioristas. También deja la puerta abierta a tejidos y fibras naturales. Di sí a la lana, el algodón, el mimbre… ya que crean ambientes saludables y sin cargas electrostáticas, llenos de calidez. Son tendencia siempre, pero en verano son (casi) imprescindibles. Si puedes di sí a las formas orgánicas, especialmente en el dormitorio, ya que los muebles 'redondeados' nos acogen y nos proporcionan una sensación placentera, a diferencia de las esquinas y las aristas.
6. Pinturas ‘eco’. Convierte a las paredes de tu casa es uno de tus mejores amigos, usando pinturas ecológicas, con base de agua o leche, sin olores y con bajo contenido en COVs (compuestos orgánicos volátiles). Un plus para combatir las alergias y los problemas respiratorios.
7. Plantas dentro de casa. Las plantas, junto con una buena ventilación, ayudan a mantener la humedad del ambiente óptimo (alrededor del 50%). Además, hay especies que purifican las estancias y contribuyen a limpiar el aire de bacterias. Sin olvidar, que un hogar verde nos proporciona una agradable sensación, despertando nuestras mejores emociones.
8. Colores que nos acompañan. Los tonos neutros dan sosiego y equilibran las estancias, el azul favorece el descanso y nos permite soñar y el amarillo (una de los tonos de moda) nos da una inyección de energía, al mismo tiempo, que aumenta nuestra actividad cerebral: en las zonas de estudio y trabajo no tiene rival.
Cuestión de actitud
Porque lo ‘eco’ no se tiene horario de cierre sino que forma parte de tu día a día.
9. Apúntate al sobreciclaje. Que no es lo mismo que el reciclaje y da una nueva vida (y quizás mejor) vida a tus materiales viejos. Si Stella McCartney ya se ha subido al carro usando plástico de recuperado del mar, por qué tú no. Una forma de entretenerte y convertir lo viejo en algo funcional y bonito.
10. Pon un purificador en tu vida. Si pasamos el 90% de nuestra vida en entornos interiores, procura que al menos el aire sea más limpio y saludable con un purificador que te permita respirar mejor. Si tienes alergias, tendrás un doble motivo para hacerte con uno.