IDEAS DECORACIÓN

Claves para decorar una habitación juvenil y acertar a la primera

Ni rosa ni azul pastel, los dormitorios de tus hijos apuestan por los neutros, el negro y el rojo, tienen un aire contemporáneo y urbano, se empapelan con sus fotos y recuerdos y erigen a la cama como la protagonista absoluta.

por hola.com

La cosa se complica, no sabes en qué momento ha pasado, pero ha pasado, tu hijo era feliz (y tú también) en el cuarto que le decoraste cuando era pequeño (más pequeño, queremos decir) y un día se levanta diciendo que se niega a dormir entre peluches, sábanas de muñequitos en tonos pasteles, fotos en Disneyland y otros objetos que le provocan urticaria (entiéndase, por ejemplo, la colección entera de Geronimo Stilton o un divertido poster de la serie 'Patito Feo'). Esa es la señal, aunque te dé más pena a ti que a ellos, para decir adiós a todo aquello que ‘huela’ a niño. Ahora son ‘mayores’ y debes construir una habitación juvenil con elementos decorativos asociados al mundo de los adultos. ¡Esa es la clave!

Una ‘leonera’ a su medida

A partir de los 12 años, su dormitorio es su habitación preferida de la casa, aquella donde se refugia para estudiar, wasapear, ver sus series preferidas de televisión (desde ‘Stranger Things’ hasta la muy negra ‘The End of the F***ing World’) o tumbarse en la cama viendo las horas pasar. Sabemos que ningún adolescente está totalmente de acuerdo con la decoración de su cuarto, sabemos que necesitan un cambio. La dificultad está en que ni ellos mismos saben cuál. Para darte algunas pistas, nos hemos centrado en los tres aspectos clave de la decoración de habitaciones juveniles: la cama, el estilo y la funcionalidad.

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La cama: centro de su universo

La ‘Cama’ (con mayúsculas por su importancia y por su tamaño) es la protagonista absoluta de su habitación e, incluso, de su universo. Ahora lee encima de ella, escucha música, hace los deberes (aunque se destroza la espalda por el camino), come (a pesar de tus protestas y de las migas que campan a sus anchas entre las sábanas), accede a sus redes sociales, habla por FaceTime con sus amigos y, por supuesto, duerme. Por eso, quiere una cama XL, a la medida de sus necesidades y de su estilo de vida. Cuanto más grande sea, mejor. No lo dudes. Además, como le gusta recibir visitas, necesita que en su cuarto haya una de invitados, dígase cama nido, sofá cama o similar. Las literas tienen grandes seguidores y algunos detractores. Descubre dentro de qué categoría se sitúa tu hijo. 

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Con su propio estilo

Sea cual sea. Se sienten cómodos en ambientes contemporáneos, retro (adoran las series de los 80-90) y con aire de loft, aunque tenga 10 metros cuadrados y, casi todos, reniegan del estilo romántico y añiñado, que les ‘fabricó’ los tonos rosas y azules. Se sienten mejor con los neutros, el negro en muchos elementos decorativos, el color ciruela para la ropa de cama o la pared, el acero inoxidable y las piezas ‘vintage’. Aman las paredes por encima de todas las cosas, ya que les permite mostrar su personalidad y sus gustos colgando fotos, posters, vinilos, dibujos, entradas de cine… Por eso, no gastes presupuesto en cuadros y similares, aunque sean de sus personajes favoritos. Para muchos de ellos, la impresora es su mejor aliada 'deco' para empapelar su cuarto sin gastar mucho.

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Con soluciones para guardar y estudiar

Además, de ajustarse a ellos y a su personalidad, también debe dar respuesta a sus necesidades y estilo de vida. Por eso, otro de los aspectos que deberás tener en cuenta es su amor por guardar y atesorar, desde folios y apuntes que van convirtiéndose en montañas hasta recuerdos de los que no quieren deshacerse, balones de fútbol que han conocido tiempos mejores o un kit de maquillaje que no para de crecer. Como lograr que ordenen es una tarea ardua, de escaso éxito, la mayoría de las veces, pónselo fácil con cajones y estanterías, para que no tengan excusa.

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Una zona de estudio también es un imprescindible en esta etapa. Aunque sabemos que siente una adoración exagerada por su cama, queremos creer que necesita algo más. Al menos, nos gusta pensar que, a veces, hace los deberes en su escritorio