Si quieres cambiar por completo la decoración de tu salón y quieres tener un ambiente calmado, prueba con el estilo japonés.
Este estilo de decoración se basa en dos conceptos principales: el zen y el minimalismo. Por un lado, lo zen, que significa meditación, pasa en decoración por lograr distribuir los ambientes para encontrar la armonía con lo natural y con las líneas rectas. Por otro lado, el minimalismo trata de utilizar solo lo que es necesario, contando con paredes despejadas, zonas de paso amplias y mucho orden.
En caso de que quieras ambientar tu salón al estilo japonés busca que la paz y la armonía sean los que reinen en el lugar gracias al orden de los objetos y a la sencillez. Esto significa que no hace falta tener accesorios y muebles en exceso, sino todo lo contrario: cuanto más práctico y limpio sea el ambiente, mucho mejor.
Una gran ventaja de este estilo de decoración es que se puede utilizar tanto en espacios grandes como en pequeños, ya que se aprovecha al máximo cada centímetro, buscando que cada ambiente transmita paz y buenas vibraciones.
Las señas de identidad de una decoración que busca el equilibrio
Lo natural y la sencillez priman en este estilo de decoración, así que los materiales a tener en cuenta son las fibras como el algodón o el lino, la madera, el cristal, el papel de arroz o la piedra.
En la cultura japonesa la vida se realiza principalmente en el suelo, así que si estás pensando en cambiarlo, el de madera es el candidato perfecto. Si no es tu caso, puedes poner una gran alfombra en la zona de comedor de fibras naturales y de un tono claro.
Los colores que predominan en las estancias son los neutros como el blanco, el marrón claro o el beige para que se transmita serenidad. Aunque puedes atreverte con pequeñas pinceladas de color como el azul, el rojo o el verde en algunos objetos o telas, pero sin que se rompa la armonía.
En cuanto a los muebles, opta por los que tienen corte bajo y que sean de materiales naturales. Un mueble para la televisión, una mesa con sillas y un sofá son suficientes para un salón japonés. Aunque si quieres que sea mucho más auténtico, en vez de sillas utiliza tatamis para sentarse a nivel del suelo.
La iluminación normalmente es indirecta para crear el ambiente propicio de calma. Para esto puedes usar apliques o lámparas de pie pero que tengan un diseño sencillo y de líneas rectas. En el mercado hay lámparas con las pantallas de papel de arroz que son muy típicas en Japón.
Los accesorios son muy importantes en cualquier estilo, siendo necesarios en éste pocos pero muy bien seleccionados. Algunos de los más recurrentes son biombos para dividir los posibles ambientes, jarrones, faroles, fuentes de piedra, espejos o plantas como las ikebanas, el bambú, el cerezo o los bonsáis.