El Feng shui es un arte con más de 4.000 años de antigüedad que proviene de la antigua China, donde sus habitantes cuidaban mucho el lugar donde estaría ubicada su vivienda y la distribución interior.
Ellos creían que su hogar debía estar en un lugar donde no pasaran hambre y fuera próspero, por eso la elección estaba muy estudiada. Aunque realmente el que dio a conocer por primera vez de manera abierta este arte fue el maestro Yang Yung Sun, en el siglo IX, mientras que a Occidente llegó procedente de Taiwán y Hong Kong en los años 70.
El 'Feng shui' en la decoración
Busca el equilibrio y la armonía basándose en elementos de la naturaleza: tierra, metal, agua, madera y fuego. Cada uno de ellos tiene una energía que debe fluir libremente por el espacio, sea un salón, una habitación o un jardín, creando un ambiente confortable. No se trata de llenar la casa con muebles muy bonitos o con complementos por todos lados, sino que la sensación cuando estemos en ella sea de tranquilidad, relajación y buenas vibraciones.
El dormitorio es para la filosofía del Feng shui el lugar más importante de una casa porque es donde nos retiramos a dormir para encontrar el descanso y desconexión total y así renovar energías.
Cómo decorar el dormitorio
Para lograr encontrar el equilibrio, tienes que prestar especial atención a la cama. No debe estar colocada en un lugar de paso ni alineada con las puertas, así que el más estratégico para colocarla es en una pared sin ventanas y desde donde se pueda ver la entrada a la habitación.
La iluminación también es un punto muy importante, siendo cálida y tenue. Además, no se debe tener solo la lámpara de techo, sino que tiene que haber varios puntos de luz que puedes colocar en las mesillas o usar una lámpara de pie. La lámpara del techo no puede tener aristas o forma puntiaguda ni ser demasiado grande. Para el resto de lámparas, los expertos recomiendan las lámparas de sal o las que tienen las pantallas de telas de algodón.
También debes tener cuidado a la hora de elegir los colores de las paredes porque no deben ser demasiado vivos, sino más bien suaves o pastel para que siga fluyendo la energía para conseguir la serenidad, la tranquilidad y la armonía. Entre los recomendados están los de la naturaleza, como el azul, el ocre o el verde.
Si eres fan de los espejos, es mejor que en esta estancia de la casa te olvides de ellos, porque según la filosofía del Feng shui rebotan la energía y activan los sentidos. Pero si necesitas uno en el dormitorio para ver cómo queda tu look antes de irte a trabajar, entonces opta por uno que esté en el interior de una de las puertas del armario o colócalo de tal manera que no puedas verte reflejado si estás acostado.
Para decorar utiliza elementos relacionados con la naturaleza como cuadros o fotos con paisajes, alfombras de tejidos naturales, un bonito jarrón de cerámica con unas flores o un plato de madera con piedras.
Un último consejo Feng shui: la televisión, el ordenador o la tablet no son nada apropiados en un dormitorio porque interfieren en el sueño directamente sin lograr el descanso que se busca en este refugio íntimo de la casa.