Vuelta al trabajo: cómo montar la oficina en casa
Porque crear el ambiente adecuado facilita el trabajo, estos muebles y consejos te ayudarán a diseñar un despacho con estilo, a la medida de tus necesidades.
Trabajar en casa tiene grandes ventajas y algunos inconvenientes. Requiere bastante disciplina, para evitar momentos de dispersión o visitas inesperadas a la nevera, que no ayudan a recuperar nuestro peso ideal, y un gran poder de abstracción, para no mirar el polvo que cubre la librería y seguir inmersa en el trabajo.
Mi lugar ideal
Evidentemente, puedes emplear una habitación para ese fin –el sueño de cualquier autónomo– o reservar un rincón en la buhardilla, el salón o el dormitorio. Ante todo debe tratarse de un lugar tranquilo, en el que te sientas a gusto. Donde puedas trabajar sin interrupciones no deseadas, con cierta privacidad –huye de las zonas de paso o los espacios sociales de la casa más habitados–, que tenga luz natural, con sitio para guardar tus cosas de forma ordenada y con un buen flexo que ilumine correctamente, cuando el sol desaparezca. El mobiliario, la disposición y otros aspectos clave, vendrán después.
La jefa eres tú
No lo olvides. Por eso debe dar respuesta a tus necesidades concretas y ser cómodo, muy cómodo. De momento, empieza eligiendo un enclave óptimo, que responda a tus necesidades de trabajo: un sinfín de llamadas diarias, para las que necesitas tranquilidad, una gran mesa en la que puedas dejar todo el material que usas habitualmente; un rincón para las visitas… La elección de la silla es importante, ya que en ella vas a pasar mucho tiempo. Ergonómica, con ruedas... La iluminación es otro aspecto fundamental a la hora de montar la oficina en casa. Hazte fuerte en la ventana, ya que el sol proporciona, además, una inyección de vitaminas y energía, y refuerza la luz del flexo con otra de ambiente, que aporte mayor claridad y evite las sombras. Aprovecha la pared para colgar estanterías o baldas –las puertas empequeñecen–, así tendrás todo a mano y localizado. Guarda las cosas que menos usas en armarios o cajones, preferiblemente en la misma estancia.
‘Look’ de oficina
La vuelta al trabajo y a la rutina resulta dura después de las vacaciones. Aunque tener los niveles de energía al 100% y estrenar despacho son dos cosas que ayudan. La funcionalidad no está reñida con el estilo y el glamur, por eso no te abandones en brazos del mobiliario ‘typical of workshop’ y déjate seducir por piezas ‘chic’, capaces de dar respuesta a tu día a día, con ergonomía y practicidad. Crea espacios relajados con muebles lacados en blanco, fibras naturales y madera e introduce ciertas pinceladas de color con los elementos secundarios.
Crear ambiente
Rodéate de cosas que te ayuden no solo en tu trabajo sino que te inspiren y te hagan sentirte a gusto. Desde fotografías y cuadros hasta una frase en la pared que te ayude a empezar la jornada, material de oficina divertido y original o un recuerdo de las vacaciones. Toda inspiración es poca cuando se tienen ocho horas de trabajo por delante. Además, eso detalles delimitarán visualmente, al mismo tiempo, tu despacho. Un aspecto muy práctico si comparte espacio con otra estancia de la casa.
Como broche final, pon una planta en tu ambiente laboral y contribuirás a crear un lugar positivo y fresco, donde estarás a gusto, incluso, sin parar de trabajar.