Verano azul: la 'deco' más fresca e inspiradora
Nos sobran las razones para convertir este color en el preferido de la temporada estival. Descubre ‘La vie en bleu’.
Es el color del verano, del mar y el cielo, de la calma y la inspiración. Relajante y fresco, nos ayuda a crear espacios mágicos y limpios, perfectos para el reposo del guerrero. Se trata de un color tremendamente sugerente, que gana puntos cada temporada por las muchas versiones que ofrece de sí mismo.
Del salón a la cocina
Ideal para el dormitorio –es un aliado del sueño–, se siente, sin embargo, a gusto en cualquier estancia de la casa, desde el recibidor, pasando por el salón, la cocina y el baño. De ello tiene gran culpa su poder para ampliar los espacios, su capacidad para aportar profundidad y su versatilidad, que le permiten cambiar de estilo sin perder fuerza expresiva.
Dime cómo es…
Y te diré cómo usarlo. Desde el azul Atlántico, pasando por el cielo, el índigo o el denim, los tonos más claros crean ambientes serenos, mientras que los más oscuros, atmósferas elegantes y sofisticadas. Todos armonizan a la perfección con maderas claras, colores fríos y fibras vegetales, y encuentran en el blanco su ‘alma gemela’ cromática. Las tonalidades claras son perfectas para dormitorios, zonas de trabajo o escritorio y baños, ya que transmiten calma y ayudan a concentrarse. Mientras que los oscuros son una excelente opción para dar una pincelada de sofisticación a los espacios. Como acaparan mucha atención y son muy envolventes, procurar emplearlos en habitaciones amplias y luminosas o reservarlos para complementos o piezas pequeñas.
Levar anclas, marinero
El estilo ‘navy’, con sus aires playeros, es un clásico del verano. En solitario o combinado con blanco, se alía con la madera y los motivos marineros. Aunque se trata de un color frío, gana en calidez si introduces tejidos como el lino o el algodón y elementos en fibras naturales, como una alfombra de ratán o un cesto de mimbre. Para que brille con más fuerza, lo ideal es que abras las ventanas y dejes que la luz natural y el sol de estos meses se cuelen en casa y permitan crear juegos de transparencias y brillos. Los estampados de rayas son un clásico de este estilo, que también se deja seducir por el mundo marinero y el universo de las flores, llenos de exuberancia y colorido.
Cuestión de estilo
El azul no se limita al estilo marinero –un clásico del verano– sino que también se siente a gusto en otros universos decorativos. Las tonalidades oscuras son aliadas del ‘vintage’, aportando sofisticación y ‘charme’, y de los interiores eclécticos, logrando personalidad y un golpe de efecto visual.
A su vez, los tonos pasteles, suaves y ñoños, ponen la nota más dulce y cálida a los ambientes nórdicos, rebajando la frialdad del azul. La madera y las paredes blancas son buenos acompañantes. Mientras que los azules más intensos se integran bien en atmósferas de aire ‘pop’.