Aires tropicales al estilo 'Palm Springs' en la decoración de la sala ¡HOLA! Welcome Platino

Miriam y Nuria Alía, dos de las diseñadoras de interiores más prometedoras de nuestro país, fueron las encargadas de decorar este espacio tan especial. Hemos hablado con ellas para que conocerlas un poco más y que nos cuenten cómo abordaron este proyecto.

por hola.com

El pasado sábado, Madrid se convirtió en la capital del cine Iberoamericano con la celebración de la IV edición de los Premios Platino. El evento, que se celebró en la Caja Mágica de la capital, era la primera vez que se celebraba en España y contó con la presencia de ¡HOLA! como media partner de una gala en la que todos los invitados pudieron disfrutar de una noche llena de emoción. Durante los momentos previos a su desfile por la alfombra roja, las estrellas del cine latinoamericano disfrutaron de un espacio muy especial: la sala ¡HOLA! Welcome Platino que fue decorada para la ocasión por dos de las diseñadoras de interiores más prometedoras del actual panorama decorativo de nuestro país: las hermanas Miriam y Nuria Alía, dos jóvenes pero experimentadas diseñadoras de interiores que, aunque con estudios independientes, colaboran juntas en diferentes proyectos. Hemos hablado con ellas para conocerlas un poco mejor y que nos cuenten cómo abordaron la decoración de un espacio de estas características.

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En relativamente poco tiempo habéis conseguido haceros con un nombre dentro del complicado mundo de la decoración de interiores, pero ¿cómo fueron vuestros comienzos?, ¿qué os llevó a dedicaros a la decoración?


Miriam: La verdad es que ha sido un poco la casualidad, yo soy un poco mayor que Nuria y empecé primero, y luego Nuria también se sintió atraída por la decoración. Siempre nos ha gustado mucho el mundo de decorar, los colores… aparte de que nuestra madre estudió también arquitectura de interiores.

Nuria: Yo la verdad es que desde pequeñita lo he tenido bastante claro. En el colegio siempre me gustó la asignatura de plástica. Me encantaba hacer casas de muñecas. Es verdad que nuestra madre estudió arquitectura de interiores y en casa siempre hemos vivido su gusto por cuidar los detalles, desde una reforma menor en casa hasta, simplemente, poner la mesa. Ha sido algo que hemos vivido desde pequeñitas. 
Al poco de terminar la carrera estuvimos trabajando juntas en un estudio de arquitectura unos cuantos años, luego yo me marché fuera, volví, pero siempre hemos ido haciendo decoración, que es lo que nos gusta.

Viendo vuestros trabajos hay conceptos que compartís, por ejemplo, la luz, el color, el gusto por la mezcla, construir espacios vitales y muy alegres, pero ¿qué es lo que os define a cada una de vosotras como decoradoras de interiores?


Nuria: A la gente le gusta etiquetar, pero no pretendemos etiquetarnos a nosotras mismas porque al final nos limitamos. Cada una hace lo que le gusta, aunque es cierto que tenemos cosas en común, primero, porque como hermanas  hemos estado juntas desde pequeñas y, después, hemos trabajado durante ocho años en un estudio conjunto. 
En cuanto a tener una identidad o estilo propio, para mí eso es una constante búsqueda. Cuando decidimos separarnos para trabajar cada una por nuestra cuenta lo que buscábamos era precisamente tener cada una nuestro propio sello de identidad. Yo sigo explorando. Creo que cada vez nos diferenciamos más, pero en mi caso no sería capaz de concretar un estilo determinado.

Miriam: Es verdad que esos años compartiendo estudio nos han marcado mucho. Nos hemos formado, hemos viajado juntas, tenemos la misma base hecha. Nos parecemos porque hemos recibido la misma información y luego la hemos potenciado trabajando juntas. Pero también es cierto que, por esta razón, nos apetecía ir cada una por nuestro lado porque esta separación nos permite seguir trabajando juntas en proyectos, pero también explorar e investigar otros caminos.

Para mí un factor determinante, con el cual me identifico y en este caso me etiqueto porque define mis espacios, es la luz. A mí me costaría mucho construir un espacio sin luz natural. Y luego están el color y la mezcla; me encantan las geometrías, los estampados… arriesgar mucho con las mezclas. Por ejemplo, en el espacio que proyecté para la última edición de Casa Decor había piezas antiguas de los años 50 junto a, de repente, un material mucho más minimalista y depurado. Me gusta exagerar y luego el reto de encontrar la armonía o el equilibrio en todo ese exceso. 

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Miriam, hablando de Casa Decor, este año has conseguido una mención especial del premio del jurado al mejor proyecto de 2017 por tu trabajo en el espacio para la plataforma Westwing, “La caja mágica”, además de ser el tercer espacio más votado por el público asistente a Casa Decor, ¿qué ha supuesto para ti?


Es una gran alegría. En realidad, fueron tres menciones: mención de honor al segundo mejor proyecto de Casa Decor, y eso para mí fue importante porque hace mucha ilusión que gente experta en la materia analice tu proyecto y lo elijan como uno de los mejores. El segundo premio vino por parte del publico, porque fue el tercer espacio más votado, y esto es también fundamental  porque, al final, nosotros vivimos del público y, por último, también fue el proyecto más fotografiado y compartido en redes sociales, algo importantísimo porque en un momento en que todos nos movemos con estas herramientas es genial que se haya compartido tanto porque es una manera de llegar al público y que te conozcan.

Entramos de lleno en la decoración de la Sala ¡Hola! Welcome Platino, ¿es la primera vez que os proponen un proyecto decorativo de estas características? ¿Qué diferencia hay entre hacer una decoración de interiores para una vivienda privada y una decoración para un espacio público?


Miriam: Es una decoración que se conoce como efímera y nosotras hemos hecho este tipo de proyectos para bodas o, por ejemplo, en restaurantes para algún evento determinado. Y sí, son proyectos diferentes porque de lo que se trata es de impactar, no tiene que vivirse tanto, ni tener elementos muy funcionales a largo plazo porque es un evento puntual, se trata de que la gente que acude al evento esté a gusto.

Nuria: A mí me encantan este tipo de proyectos porque te permiten un diseño un poco ‘más loco’, que al final es lo que nos gusta. En un espacio de estas características no se necesita ni la serenidad ni el hilo conductor que exige una vivienda privada, aunque en ella puedas dar algún toque de color. Por el contrario, en un espacio efímero como el que hemos creado para la sala ¡Hola! Welcome Platino te puedes atrever más con las mezclas, con el color, a recargar más los espacios… porque al final se trata de llamar la atención, de hacer que la gente disfrute y al entrar vea algo diferente.

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¿Cómo habéis abordado el proyecto de decoración del espacio ¡Hola! Welcome Platino?, ¿cuál ha sido el objetivo primordial a la hora de proyectarlo?


Miriam: En principio, desde ¡Hola! nos transmitieron lo que se ha estado viendo como tendencia decorativa desde hace tiempo, es decir, querían generar una ambientación tropical, pero como con lo tropical llevamos ya unos cuantos años y acaba cansando, propusimos una vertiente más inspirada en California, en Palm Springs, en Los Ángeles… y les encantó la idea.

Nuria: Como en cualquier proyecto siempre tenemos muy en cuenta hacia qué público nos dirigimos. En esta ocasión, no se trataba de los premios Goya ni de ningún otro premio nacional, sino de los premios del cine iberoamericano que, además, ha sido la primera vez que se han celebrado en España. Considerando esto y la época del año en la que estamos, es decir, verano, queríamos que la gente que acudiera al evento se ‘refrescara’ visualmente, por eso también la idea de incluir vegetación.

¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de planificar la decoración? ¿Qué elementos destacaríais del espacio que habéis decorado?


Miriam: El espacio era luminoso y muy bonito porque tenía dos alturas, y desde la planta alta, aunque estaba acristalada, podías ver lo que sucedía en la inferior. En un espacio tan grande lo que buscábamos era crear focos potentes, diseñando diferentes montajes según la funcionalidad que tenía que cumplir cada zona: desde el área destinada a ‘lanzadera’, donde se fotografiaba y entrevistaba a los actores, pasando por un espacio de cóctel para tomar algo y descansar  un poco, hasta una zona de barra donde degustar un aperitivo.

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Hemos recurrido a los tonos pastel para dar ese aire de playa al estilo de Palm Springs; también cobraron importancia los photocall que hemos diseñado y que han llamado la atención porque son diferentes. Este año esas traseras de los photocall están decoradas a base de formas geométricas muy suaves (para que no ‘chocaran’ con los vestidos de las actrices) y detalles de mimbre. También hemos recurrido al papel pintado para revestir las barras de bar, en concreto, hemos utilizado la colección de ‘Cole&Son’ de Pepe Peñalver; y por último, también ha sido muy importante toda la decoración vegetal de los diferentes espacios con los que hemos intentado dar ese aire tropical y que son de la firma La Sastrería de las Flores.

Nuria: La enorme superficie del espacio fue todo un reto. Además, había que tener en cuenta que la afluencia de gente podía variar en muy poco tiempo, de ahí que tuviéramos que analizar la funcionalidad de cada zona y que la circulación de actores e invitados fuera fluida. La idea era que todo el espacio tuviera un hilo conductor, que es ese aire tropical que hemos buscado en la ambientación. Que miraras donde miraras lo vieras decorado.

Hasta ahora lo que se ha hecho en este tipo de premios es decorar con un ‘atrezzo’ muy relacionado con el mundo del cine. Nosotras, en este sentido, hemos querido aportar algo más porque, digamos, que el cine lo ponían ya los actores. Y yo creo que lo hemos conseguido.