La siesta es uno de esos placeres que tiene el verano. Y decimos verano porque en esta época del año disponemos más tiempo, incluso si no estamos de vacaciones (¡viva la jornada intensiva!). Es el momento perfecto de recargar las pilas, por si quieres salir a una de las terrazas de moda; ver el final (o el principio) de tu serie preferida, o simplemente te has dado un madrugón de aúpa y necesitas un sueñecito después de comer. Buena para la salud, ayuda a liberar tensiones y mejora el rendimiento.
Hábito saludable
Tan beneficiosa es que acaba de abrir el primer ‘siestódromo’ de España. Se llama Siesta & Go y está en Madrid (C/ Orense, 10). Con máquina de café, wifi, tapones para los oídos o zapatillas de andar por casa, es la solución ideal para aquellos que no van a comer a casa y quieren recargar las pilas.
Vida contemplativa
El lugar importa. Por eso, nos rendidos a la piscina y su poder fascinante y hermoso. Nos imaginamos escuchando el golpeteo del agua –la depuradora en ‘off’–, una tumbona cómoda y un vaso de agua, para evitar interrupciones. También nos vemos entre árboles, ‘oyendo’ la quietud del campo o los cantos de los pájaros –suaves y delicados, eso sí– y dejándonos mecer por la paz. Pero si ninguno de estos lugares descritos se ajustan a tu realidad, tampoco pasa nada. Un porche, un balcón o un rincón de la terraza pueden convertirse en sitios perfectos para abandonarse al sueño.
A pierna suelta
Elijas la opción que elijas, desde la eterna hasta la exprés o la reparadora, debes optar por buenos acompañantes. Tumbonas, camas de exterior, sofás o hamacas son buenos aliados para esta tradición ‘made in Spain’. Asegúrate de que son cómodas y ofrecen un descanso a la medida de tus sueños, de tus problemas de espalda y de tus hábitos: no insistas en las hamacas paraguayas (esas que cuelgan entre árboles o paredes) si no paras de moverte, por ejemplo, ya que puedes ir a parar al suelo casi sin darte cuenta. Para que todo funcione cómo debe tan importante es la hamaca, tumbona o cama como la sombra que te cobija. La hora de la siesta coincide con el peor horario para tomar el sol, así que escóndete de él bajo una sombrilla o un toldo, mientras te pierdes en los brazos de Morfeo.
Y si prefieres dentro de casa…
Crea la atmósfera ideal: cierra las persianas para que no entren los rayos, enciende el aire acondicionado o enchufa el ventilador y apaga la tele. No olvides ponerte el despertador, ya que lo ideal es que el sueño no supere la hora, siendo los 30 minutos la extensión perfecta. Además, no es conveniente echársela después de las cinco.
Para las de pijama y zapatillas, la cama es tu mejor opción. Necesitas ropa de cama fresca y ligera, que no te dé calor y te permita tumbarte sobre ella y encontrar la postura ideal.