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La luz posee la capacidad de transformar los espacios, crear atmósferas llenas de encanto y otorgar cierta magia a los ambientes. Sin olvidar su función principal: iluminar tus rincones y esas zonas ‘difíciles’, como la entrada, las escaleras o los caminos, evitando, así, sustos, caídas y tropiezos.
Mejor combinadas
La unión hace la fuerza. Por eso, a la hora de iluminar tus espacios exteriores lo ideal es combinar distintas soluciones de iluminación (general y de apoyo), para generar un espacio dinámico y cambiante, según la necesidad de cada momento o del ambiente que quieras crear. Se trata de modularla, de darle forma para que convierta el jardín o la terraza en lugares confortables, agradables y seguros.
Creando ambiente
No se trata de iluminar tu jardín como si se fuese un parque de atracciones, ni de moverte entre sombras, sin saber dónde pisas, sino de tener las luces justas, dirigidas hacia aquellos rincones que viven en la oscuridad. “Ilumina de abajo hacia arriba, incrementando la sensación de profundidad. Dirige el haz de luz hacia aquello que quieras iluminar y centra la iluminación en aquellos puntos que quieras resaltar”, aconsejan desde Philips. Recuerda que hay zonas, como la mesa del comedor y la de lectura, que precisan una buena luz.
Funcionales y bellas
Respecto al estilo decorativo, lo ideal es que mantengan relación estética con la vivienda. Además, si conectas ambos espacios, puedes emplear la luz de dentro para iluminar fuera, aprovechando el resplandor interior. Es importante que las luminarias sean de materiales resistentes, eficientes, para que la factura no se dispare y, a ser posible, que den una luz cálida, que envuelva los diferentes elementos. A la hora de distribuirlas, no puedes pasar por alto los caminos, las escaleras, la zona de la piscina y esas zonas que están en penumbra y que incorporas al ritmo de la casa, gracias a la iluminación.
Las lámparas de sobremesa –situadas estratégicamente– nos ayudan a crear atmósfera, dando un toque cálido y confortable a las veladas veraniegas. Mientras que para la iluminación de árboles “utilizaremos empotrados de suelo. Es importante su correcta instalación para evitar a la larga problemas de funcionamiento. También son recomendables elementos de pincho que permiten mayor dinamismo, al poderse cambiar de ubicación”, sugieren desde Oliva Iluminación.
De aquí para allá
Las luminarias móviles también son una buena opción, ya que permiten ir creando escenarios, según los necesites, y son perfectas si no dispones de una instalación eléctrica exterior. Guirnaldas, faroles, lámparas de sobremesa… te ayudan a poner luz en una fiesta, una cena informal con amigos o una velada tranquila en el estar de exterior.
Otro buen aliado son las velas, ya que su presencia aporta encanto a cualquier ambiente. Eso sí, debes utilizarlas siempre de acompañante, ya que su luz crea atmósfera, pero no ilumina lo suficiente.
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