Si existe el paraíso, éste debe ser muy parecido a zambullirse en la piscina cuando el termómetro supera los 35ºC. Si, además, el agua está fresca (que no fría), el placer será aún mayor. Las piscinas se convierten en esta época en los mejores aliados para combatir el calor y el estrés prevacacional.
El poder del agua
Un sustituto del mar –salvando las distancias– que te permite desconectar y disfrutar del verano. Sin olvidar, la importante función que cumplen si tienes niños: una vía de escape que los mantiene a salvo del calor, pero también del aburrimiento y de la inactividad.
Aspectos prácticos
Para que siempre esté en forma es necesario prestar atención a todo lo que gira alrededor de ella, además de un buen mantenimiento. Así, el pavimento que la rodea debe ser antideslizante, resistente a la intemperie y, por supuesto, ofrecer una pisada agradable, que te permita caminar descalza de forma segura y confortable. Las piedras naturales sin pulir, como pizarras o mármoles, son una buena opción, al igual que el barro cocido o el gres. Si prefieres madera, no olvides que precisa mayores cuidados.
El entorno que la rodea también es fundamental, ya que ayuda a recrear una atmósfera más agradable. Los setos, por ejemplo, ofrecen una buena protección frente al viento, mientras que los árboles, especialmente los que están orientados en norte-oeste, proporcionan una agradable sombra. Eso sí, si no quieres estar todo el día limpiando el agua y el fondo, evita colocar cerca especies que suelten muchas hojas o pelusa.
Luces sobre el agua
La iluminación es otro factor a tener en cuenta, ya que durante las noches de verano se convierte en un elemento decorativo, que realza el entorno de la casa y ayuda a crear ambiente para una fiesta, una reunión de amigos o simplemente el escenario perfecto donde relajarse tras un duro día. Focos halógenos y fibra óptica son las luminarias subacuáticas más usadas, aunque ahora la última tendencia son las lámparas flotantes que funcionan con batería. “No existe una norma a la hora de ubicar los focos y las unidades necesarias en una piscina. Si el efecto requerido es una iluminación uniforme, la colocación habitual es a la mitad de la altura del vaso y siempre en un mismo lateral. En cuanto a la distancia lo idóneo es instalar un foco cada 3 metros. En piscinas de diseño podría variar la iluminación en función del resultado que queramos obtener”, señala Raquel Oliva, de Oliva Iluminación.
Últimas tendencias
Las piscinas con formas curvas –y con delfín incluido– son cosa del pasado. Ahora se llevan las de líneas rectas, cuadradas o rectangulares, que producen bellos planos estéticos, con un 'efecto de infinito' que se funde con el paisaje, especialmente si miran al mar. Además, si realmente quieres estar a la moda, olvídate de hacerlas muy profundas: Hoy no buscan el fondo del mar. Las naturales también ganan puntos este verano, recuperando la sensación de darte un chapuzón en un lago o similar idílico lugar, al igual que las de arena, un verdadero lujo en la ciudad.
Eso sí, una vez que pase el verano, es preciso preparar un perfecto invernaje, para que el invierno no le pase factura. Piensa en el clima de la zona, para evitar que se congele o que se desborde (si hay muchas lluvias) y apuesta por una manta o cubierta, que además de evitar caídas, evitan el paso de la luz y la formación de algas y microorganismos. Además, ten en cuenta que un cobertor de verano, te ayudará a reducir la pérdida de agua en un 70%, ya que evitará que el agua se evapore por el calor.