Larga vida al lujo: la unión de la belleza, la calidad y el arte
Sigue pisando fuerte en el panorama decorativo, aunque mostrando distintas versiones de sí mismo. Un experto nos ayuda a buscar (y a encontrar) su lado más sofisticado y elegante.
Vuelve, aunque quizás nunca se ha ido del todo, y lo hace a lo grande, como solo un estilo decorativo de este calibre podía hacerlo. Ostentoso y bello, a partes iguales, hoy muestra diferentes versiones, que se adaptan a los cambios de vida y a los nuevos códigos estéticos. Así, aunque parecía un adiós definitivo al ‘bling bling’, lo cierto es que se resiste a abandonarnos y a dejarnos huérfanos de sus brillantes, recargadas y excesivas atmósferas; mientras que la sofisticación y el lujo más sosegado se apoderan también de los espacios con más estilo.
Con identidad propia
Para poder navegar –de forma segura– en esta tendencia, hemos pedido ayuda a Jean Porsche, uno de los arquitectos-interioristas con más sentido estético (y mejor gusto, por cierto). “El lujo radica en reflejar el estilo de uno mismo en las estancias que se decoran. Por eso, quienes ayudamos a ello tenemos que entender a nuestros clientes para que no sea una casa más, sino la casa de quien la va a habitar”, señala Jean Porsche (xsche.es).
Creando atmósfera
A la hora de crear un ambiente sofisticado y con estilo, debes tener en cuenta la luz y el color, señala el arquitecto: “Hay que evitar tener un número excesivo de luces de empotradas, ya que harán que tu techo parezca una pista de aterrizaje. Úsalas para iluminar cuadros o dar algún toque de teatralidad, combinadas con apliques o lámparas de mesa. El color, por su parte, es crucial, ya que se trata de un gran aliado que si se escoge mal puede destrozar el espacio. Los ingleses son únicos combinando tonos, creando ambientes diferentes con tonos oscuros. Sin embargo, la gente tiene miedo de poner estos colores en estancias pequeñas, piensan que empequeñecen, cuando no es así. La solución fácil es el blanco, pero yo creo que para crear lujo y singularidad un tono bien estudiado puede hacer que una habitación sea protagonista simplemente con esta apuesta y tres muebles bien escogidos”.
Puesta en escena
Tan importante como el color y la iluminación es la puesta en escena, la forma en la que dispones los diferentes elementos y objetos decorativos, incluidas las obras de arte. “La casa tiene que ser reflejo de tus intereses, pero no todo tiene que estar expuesto. Hay colecciones muy difíciles de mostrar –como una de bronces antiguos–, también puedes tener fotografías, pero no por todos lados; y los libros, siempre que sean con lomos bonitos, pueden decorar. Todos en nuestra vida acumulamos y tenemos que saber qué se puede y no se puede exponer”, explica Jean Porsche.
La edad dorada
Lo sentimos, no podemos dejarle marchar y nos rendimos sin concesiones al brillo de los dorados y los metales preciosos. Les amamos por encima de todas las cosas, porque hay pocos materiales que sean imagen del lujo de una forma tan explícita y porque el mundo sería muy aburrido sin un poco de ostentación.
“Estamos en una época donde todo brilla y todo es ‘shiny shiny'. Puedes usarlos, pero no excederte en ellos. Los dorados o cromados son maravillosos, pero hay que saber dónde y cuándo”, aconseja Jean Porsche.