Nadie o casi nadie puede resistirse al poder de las curvas. La moda tampoco, aunque las ama como uno de los rasgos que definen a las mujeres reales, reales y sin complejos, que rompen los estereotipos y apuestan por una belleza exuberante –no necesariamente una talla XL–, sexy y guapa. Respecto a las tendencias, esta temporada se llevan los volantes, recreando exquisitos volúmenes y prendas únicas. Lo dicho un triunfo por partida doble.
Las 'curvas de la felicidad'
Sin duda, la curva es bella, pero además es libre. Nos atrae y nos atrapa en sus formas redondeadas y sin aristas, nos hace sentir más a gusto y en un ambiente protegido. Esas cualidades nos hacen desearla en nuestra casa, para dar forma a nuestros interiores y a nuestra vida en general.
Pasión ‘curvy’
Exuberante, orgánica, bella y voluptuosa, fue apartada de la decoración con el auge del minimalismo, pero recupera su poder y su magia en el interiorismo actual. Con reminiscencias de las construcciones clásicas, griegas y romanas, en el modernismo encuentra un aliado. Sin olvidar, el feng shui. Esta corriente encuentra que las formas curvas aportan suavidad, fluidez y movimiento, aunque tampoco recomienda abusar de ellas, ya que un exceso podría crear inquietud e inseguridad. La curva permite gran libertad geométrica, aprovechar el espacio, sin perder centímetros en ‘huecos muertos’, modelando espacios que difícilmente pueden seccionarse en ángulos de 90º.
Elemento arquitectónico
Desde la reina de la curva, la gran Zaha Hadid, hasta el reconocido arquitecto, Héctor Ruiz Velázquez, han caído rendidos a sus encantos. En las paredes contribuyen a dar una mayor sensación de movimiento, aportando dinamismo a las estancias y fomentando la comunicación visual. Para completar el conjunto, la iluminación, especialmente la indirecta, ayuda a resaltar los volúmenes tridimensionales, potenciando, además, esa atmósfera. A la hora de incorporar los muebles, has de tener cuidado con los de líneas rectas, procurando en todo caso no pegarlos a la pared, para no crear un fuerte contraste. Lo ideal es adaptar los muebles a esa forma o resaltar la pared, dejándola ‘limpia’ y convirtiéndola en protagonista del espacio.
Con curvas y a lo loco
Porque poseen carácter, fuerza y un punto de locura. Sin olvidar su carácter femenino, que evoca el cuerpo de la mujer, de la mujer voluptuosa y sensual. Diferentes estudios psicológicos sobre el efecto concreto de las líneas rectas y curvas del mobiliario en el ánimo de los usuarios han demostrado que las formas sinuosas de los muebles provocan estimulación, felicidad y relajación, mientras que las rectangulares se relacionan con la frialdad y el deseo de abandonar la habitación.
Tremendamente versátiles, permiten crear trazadas, conectar espacios o aportar profundidad en aquellas zonas donde lo necesitas. En muebles –desde mesas y asientos hasta luminarias o alfombras– aportan un plus de suavidad y un toque femenino, sensual y nada cursi.