Diseño Gourmet: Seis restaurantes para comer bien en el mejor ambiente posible
Cocina y decoración se dan la mano en estos seis restaurantes, demostrando que un buen plato siempre sabe mejor si se disfruta en un espacio único, capaz de ensalzar la experiencia culinaria.
Desde locales exóticos y vibrantes hasta ambientes clásicos, propios de un salón francés, o lugares con aire campestre. Estos restaurantes ofrecen una decoración a la altura de su carta.
Mezclas que funcionan
Un verdadero delirio que une dos grandes culturas y gastronomías: la japonesa y la mexicana. Así, es PEYOTE SAN (Marqués de la Ensenada 16, de Madrid), el nuevo local del Grupo Larrumba, de cuyo diseño se ha encargado el estudio Proyecto Singular. Con un intenso colorido, el México y el Japón más callejero invaden el espacio. Una imponente barra con motivos geométricos preside un local con instalaciones vistas, grandes ventanales y una mezcla de estilos e influencias, que ensalzan una verdadera montaña rusa gastronómica, excitante y equilibrada, al mismo tiempo. Con una parte de la barra dedicada al sushi más tradicional, el resto de TOYOTE SAN funciona, a la vez, como un espacio privado donde la atención al cliente se hace más personalizada.
¿Qué puede salir de la unión de la cocina japonesa, americana y vasca? Pues Sushi & Buey (Avenida de Logroño, 112, Madrid), un espacio en el que dialogan las tres tendencias y en el que la cocina es, sin duda, la protagonista. “La naturaleza es la base de nuestro proyecto. Las estructuras que suben por las paredes son árboles que trepan por el techo y las lámparas son jaulas de donde salen libres los pájaros. Sutil y sencillo, en colores claros y formas geométricas, se trata de un espacio continuo, donde la cocina está en el centro del local dando servicio a los dos ambientes, uno todo luz y vegetación y otro, mucho más íntimo y privado”, cuentan desde el Estudio Viteri/Lapeña.
La sofisticación hecha restaurante
Con la atmósfera de un club clandestino y el ‘glamour’ de los años 20, pero sin perder de vista el mar que tiene de frente, TATEL abre sus puertas en la playa D’En Bossa, de Ibiza. El estudio ILMIODESIGN (ilmiodesign.com), responsable del proyecto, ha creado un espacio dinámico y elegante, que se comunica con el entorno, a través de tonos marinos, toques en la arquitectura y la fusión de materiales, como mármoles y piedras, madera de nogal y vidrios estampados. Con una ubicación privilegiada y 1.400 metros cuadrados, la experiencia comienza en la gran terraza con vistas al Mediterráneo, que da paso a diferentes áreas comunicadas entre sí.
Salimos de España y aterrizamos en Miami, para asistir a la inauguración de TATEL Miami. Esta vez el proyecto de interiorismo ha sido obra de Studio Gronda (studiogronda.com) y la estrella invitada, con permiso de la cocina, es la barra circular con distintos acabados metálicos. Situada en una habitación cilíndrica de doble altura, una escultural ‘chandelier’, compuesta por más de 200 tubos de bronce e iluminada por cientos de luces Led, se alza sobre la barra como una nube de destellos.
Un clásico encantador
La decoración de este restaurante hace honor a su nombre: La Dama (Avenida Diagonal 423-425 de Barcelona). Elegante, refinada y con estilo, es de esos restaurantes donde podrías pasar horas y horas. La culpa de esta sensación, además de su deliciosa carta, es el ambiente que te rodea. Situado en la Casa Sayrach –uno de los últimos edificios del modernismo catalán– un impresionante vestíbulo recibe al visitante, antesala de la maravillosa experiencia que te espera dentro. Ya en el interior una decoración clásica y elegante, obra de Masca Studio (mascastudio.com) va configurando los distintos ambientes, que aunque con personalidades y decoraciones diferentes, logran crear sensación de conjunto. Con cierto sabor a los años 20, el terciopelo, el papel de la pared, las luminarias y los cuadros recrean la atmósfera de una sala de estar. Eso sí, con un toque ‘très chic’.
Un espacio con alma
Un simple vistazo al local, te permite saber el tipo de cocina que vas a encontrar. Situado en la calle Sagasta de Madrid, Fismuler logra una simbiosis perfecta entre espacio y gastronomía, ya que el interiorismo va ligado a la cocina, con platos nórdicos, sencillos y naturales, donde destaca el producto como esencia y la sostenibilidad con recetas saludables.
El estudio Arquitectura Invisible fue el encargado de despojar al local de todo lo innecesario y crear un espacio con historia, diseñado en paralelo a su cocina: sencillo, austero y natural. El proyecto, que ha cosechado diferentes premios, transformó un local claustrofóbico y laberíntico –es un semisótano de 420 m2– en un lugar abierto y ‘democrático’, de forma que la cocina sale al comedor y las mesas se meten hasta la cocina. Una secuencia visual, que se presenta como una auténtica experiencia para los sentidos, donde el uso de materiales naturales, como el muro de adobe de la entrada, los revestimientos de yeso o las paredes de ladrillo visto, fomentan aún más la sencillez.